lunes, 19 de julio de 2010

LAS RAICES DE LA HISTORIA



VALENCIA: LA VEREDA DEL REINO (I)

Autor: Ricardo de la Cierva
Revista EPOCA Nún. 25 semana 2-8 de septiembre de 1985.

Desde hace varias semanas muchos lectores de EPOCA me piden un artículo sobre los orígenes del Reino de Valencia, ante las deliberadas confusiones de origen político que se han creado allí desde hace años y que afectan torpemente a la propia identidad valenciana.

Estas confusiones nacen de tenaces campañas montadas por el pancatalanismo, que es un anacrónico movimiento de imperialismo cultural con horizonte político que tampoco tiene nada que ver con la nobilísima historia de la Cataluña auténtica.

Por eso, al detectar en el corazón de la historia las fuentes y el primer remanso del Reino de Valencia –eso de País Valenciano es una cursilería republicana- no ofendo a esa magnífica realidad diferente que se llama Cataluña; porque nadie puede ofender a Cataluña simplemente por decir la verdad..

Catalanidad, catalanismo y pancatalanismo.

Una cosa es la catalanidad, otra el catalanismo y otra el pancatalanismo. La catalanidad en una especifidad de Cataluña, una dimensión histórica real ante la que no cabe sino aceptación y respeto. El catalanismo es un movimiento primero cultural, luego económico, y luego –sin perder las otras dos notas- político que se conoce mejor como “nacionalismo catalán”; que se fue formando en la segunda mitad del siglo XIX a partir de la conjunción de varias corrientes culturales e históricas –el tradicionalismo, el federalismo republicano, el centrismo de la alta y la pequeña burguesía catalana-; se agudizó en sentido separatista tras la decepción catalana por el desastre español –y por tanto, también catalán- de 1898 y luego avanzó por el siglo XX bajo dos banderas; la liberal-conservadora de la Lliga, que hoy se llama Convergencia; y la republicana de la Esquerra, que dominaba en 1931 y hoy ha vuelto a su lugar marginal dentro de la política catalana.

Hoy, dentro de la Segunda Restauración, el catalanismo parece haber superado su grave tentación separatista, que sólo alienta de forma más o menos encubierta, en su frente cultural, para que la famosa “normalización” significa. A largo plazo, la eliminación del bilingüismo, y la marginación casi total de la lengua común de todos los españoles, el castellano. Pero es que precisamente el pancatalanismo surge, no como una ampliación, sino como una degradación del catalanismo, ya entrado el siglo XX, con el propósito de desbordar el horizonte de Cataluña sobre los llamados “Países Catalanes” que jamás lo fueron en la Historia; y que son ahora demás de Cataluña, el Reino de Valencia (País Valenciá), las Islas Baleares (Les Illes), La Occitania (Catalunya Nord) y hasta el enclave sardo de Alguer, donde de conserva admirablemente la lengua catalana. Así vemos como el libro del gran historiador –catalán y catalanista- Ferrán Soldevila publicó como “Historia de Catalunya en 1923 se manipula ortopédicamente, se amplía y se publica en 1974 con el nombre fraudulento, nunca aceptado como título por el maestro, de “Resum d’Historia dels paisos Catalans. Uno de estos países catalanes presuntos es el Reino de Valencia, que no fue jamás un país catalán; y aunque la inmensa mayoría del pueblo de Valencia rechaza tan histórica inclusión el catalanismo ha conseguido montar en la intelectualidad, la Universidad y la política valenciana una eficaz “quinta columna” –algunas veces mediante el fomento de intereses personales inconfesables- que defiende el pancatalanismo desde el corazón del Reino de Valencia y hace el juego, quizás sin saberlo, a los intereses de quienes tratan de imponer un horizonte anexionista y separatista como final de una falsa y forzada evolución histórica.

Cómo nació el Reino de Valencia.

Pero vayamos a los hechos. En el siglo XI fue Castilla-León quien pretendió, mediante audaces expediciones, la incorporación del Reino islámico de Valencia a su corona cristiana. En 1065 Fernando I llega a las puertas de Valencia. En 1086 Alfonso VI, rey de León y Castilla, que acababa de incorporar el Reino de Toledo, ha de enfrentarse a la invasión de los almorávides y deja al primer guerrero de Occidente, el Cid Campeador, la empresa de la conquista valenciana, que logra en 1094, después de enfrentarse al Conde de Barcelona, aunque pronto se reconciliará con los catalanes. Muere el Cid en 1099 después de rechazar heroicamente a los almorávides; y en 1102 los cristianos, incapaces de sostenerla, queman y abandonan la ciudad.

En el año 1151 y mediante el Tratado de Tudilén Alfonso VII de Castilla y Ramón Berenguer IV de Aragón deciden que el Reino de Valencia –todo el mundo le llama así en la Edad media- quede dentro de la reserva aragonesa para la Reconquista, que después de varios amagos anteriores, bajo la misma Corona, en dos frentes, va a lograr definitivamente Jaime I el Conquistador en su Cruzada de 1232 a 1245. Considerar la conquista de Valencia como una empresa catalana sería tan absurdo como describir la batalla capital de las Navas Tolosa como una empresa castellana.

La conquista de Valencia se inscribe dentro del mismo designio estratégico cristiano de los Cinco Reinos que se lanzan, según un plan conjunto, a lo que llaman los historiadores de hoy la Reconquista propiamente dicha y que arranca, como a una señal, en el año 1232. Sancho II de Portugal encomienda a la Orden del Temple la preparación de una base de operaciones en el territorio de Ocrato y a los Caballeros de Santiago la toma de Aljustrel; Fernando III el Santo se inicia la concentración de tropas en Toledo para la gran campaña que le llevará a la conquista de Córdoba en 1235; y Jaime I, en la Cortes de Monzón, consigue fondos suficientes para la conquista del Reino de Valencia. Este Reino islámico era independiente de 1224; y mientras en las fronteras de Castilla la Orden de Santiago tomaba Trujillo y Montiel, y el ejército castellano se apoderaba de Baeza, Jaime I, que como recuerda el profesor Luis Suárez, había concentrado sus tropas en Teruel, tomó por asalto Burriana y Peñíscola, mientras los templarios de la Corona de Aragón ocupaban la plaza de Chisvert y los Hospitalarios de San Juan la de Cervera.

En 1234 Jaime I se apodera de Castellón de la Plana y de todo un rosario de fortalezas del Reino de Valencia hasta Albalate. Ya se disponía al asalto definitivo a la capital cuando problemas políticos le hicieron interrumpir la campaña; pero la voluntad popular de toda la Corona de Aragón a favor de la conquista de Valencia era tan intensa, que nuevas Cortes reunidas en Monzón instan al rey para que remate la conquista del Reino valenciano. La toma de Córdoba por el Rey de Castilla era un acicate tremendo para Jaime U, que preparó su campaña final. Durante la ausencia del rey para allegar más recursos, los musulmanes desencadenaron un ataque en tromba contra la posición avanzada de los cristianos en el Puig de Santa María, donde Bernardo guillem de Entenza les infringió una derrota irreparable. Jaime I regresó y juró no abandonar el territorio hasta que la ciudad cayese en sus manos. Se apoderó de varias plazas más, entre ellas Nules y Uxó, y sitió Valencia a mediados de abril de 1238. La ciudad se rindió, ante las generosas condiciones de El Conquistador, el 28 de septiembre; y don Jaime hizo su entrada solemne el 9 de octubre, después de besar la tierra nuevamente cristiana. La Cruzada valenciana, proclamada por el Para Gregorio IX en 1232, conservó su vigencia hasta la total reconquista del reino en 1245.

5 comentarios:

kraustex dijo...

Te falta la tercera página de este articulo, si no lo tienes te lo puedo mandar a tu correo electrónico.
por cierto a sido una sorpresa muy agradable encontrar este escrito en Internet.

kraustex dijo...

por cierto, enhorabuena por tu trabajo, hacen falta más blogs como este.

russafi dijo...

Muchas gracias por tus comentarios sobre mi blog. Me alegro que te guste.
Puedes mandarme la tercera página del artículo a mi correo: pep.guillen@ono.com
Por cierto he visto tus blogs y son muy interesantes.
Un saludo.
Russafi.

kraustex dijo...

El lunes te la envío : )

kraustex dijo...

Bueno, pues ya te lo he mandado a tu correo.
saludos : )