sábado, 30 de julio de 2011

LA ALIMENTACIÓN EN EL MEDIEVALISMO VALENCIANO. UN TEMA MARGINADO. (II)


Juan Vicente García Marsilla
Extraido de Internet


Pero, gracias a la influencia de la "Historia Serial" francesa, algunos
autores comenzaron a aplicar en España la metodología cuantitativa en la
Historia, entre finales de los años 60 e inicios de los 70. En cuanto a la alimentación,
los primeros en utilizar estas técnicas fueron los modernistas,
que contaban, para la realización de este tipo de estudios, con la ventaja
decisiva de las fuentes, mucho más abundantes y precisas en esta época
que en la Edad Media, ello les permitía manejar datos suficientes como para
establecer, con bastante exactitud, la composición de la dieta de nuestros
antepasados por presona y día. Fue A. Eiras Roel quien inició el estudio
de los sistemas alimentarios en el Antiguo Régimen como un medio
para adentrarse en el estudio biológico de la población. El análisis cuantitativo
de balances calóricos y regímenes dietéticos tenía como objeto establecer
un cuadro fisiológico del hombre de la Edad Moderna, para determinar
las enfermedades carenciales a las que se veía abocado. La
historia de la alimentación se convertía, por tanto, en una de las claves explicativas
de la historia demográfica. Para cumplir este cometido, en los
trabajos de Eiras y sus seguidores se llevaba a cabo, con sorprendente minuciosidad,
el desglose de los componentes químicos de la dieta -prótidos,
lípidos, glúcidos, etc.- especificados hasta con decimales, como paso
previo al "diagnóstico" del tipo de problemas que el consumidor de dichos
alimentos podría padecer (7).

Tal optimismo cuantificador ha sido posteriormente
muy criticado, sobre todo porque supone ignorar de forma manifiesta
tanto las diferencias entre las personas de entonces y las actuales,
como, sobre todo, entre los alimentos de hoy y los de hace tres o cuatro siglos.
La aplicación de semejantes métodos a los siglos medievales fue todavía
más difícil y controvertida. En general hay que decir que los estudios
cuantitativos de los medievalistas han carecido de la ambición y la coherencia
de que hacían gala las obras de Eiras Roel. Partiendo de la premisa
de que hay muy pocos documentos medievales que nos proprocionen datos
sobre la comida diaria de alguna persona o colectivo, y que representa
un esfuerzo considerable encontrarlos, la mayor parte de los artículos que,
se supone, pretenden estudiar de forma seriada la alimentación, se limitan
en la práctica al análisis de un único documento, el cual, o bien se contentan
con transcribir o, como mucho, le aplican las modernas técnicas estadísticas,
porcentuando la incidencia de cada grupo de alimentos en el total
de la dieta. Las cuentas de algún viaje, de una corte nobiliar o de alguna
institución benéfica, han sido las fuentes más utilizadas para este tipo de
estudios (8).

Consecuencia de estos planteamientos es la falta de una visión
global de la alimentación como punto de vista desde el que observar
el funcionamiento de una sociedad; el estudio pormenorizado de unas
cuentas aisladas suele llevarnos a caer de nuevo en la ya superada historia
de la anécdota, en una anécdota cuantificada si se quiere, pero igualmente
intrascendente.
No obstante, la escasez de datos sistematizables que caracteriza a las
fuentes medievales ha decantado a la mayor parte de los estudiosos hacia
los aspectos cualitativos de la alimentación, sobre los cuales los documentos
son mucho más explícitos. El objetivo prioritario de este segundo enfoque
es la diferenciación de los modelos alimentarios de diversos grupos
humanos, tanto si esas disparidades tienen un origen económico como religioso
o cultural. Precisamente, los primeros trabajos en esta línea se dedicaron
a tipificar los hábitos alimentarios de las minorías religiosas, especialmente
de los judíos. Respaldados por un lado por el carácter exótico de
estos grupos, y por otro por la creciente atención de la historiografía hacia
los marginados, autores como M. Espadas o J.L. Lacave nos introdujeron
en problemas tan interesantes como la relación entre tipo de dieta y "pureza
de sangre", o el de la conflictividad entre cristianos y judíos que conlleva
el consumo de carne (9).


Posteriormente las diferencias en el nivel económico han cobrado mayor
protagonismo, y conceptos como "poder adquisitivo" o "capacidad de
demanda" han inundado las obras de los historiadores de la alimentación.
No obstante, un aspecto que conviene no olvidar en cuanto a la época medieval
es que, de la misma manera que las élites crearon el sistema estamental
para reforzar las desigualdades sociales, también dieron lugar a
una serie de tabúes ideológicos en torno a los alimentos que eran propios
de cada clase social (10).
(7) Un resumen de los estudios y planteamientos de la escuela cuantitativa lo encontramos
en el artículo del propio A. EIRAS ROEL:"La historia cuantitativa
del consumo alimentario: estado actual de las investigaciones", en Hispania
126, (1974) págs. 105-148.
(8) Algunos ejemplos de este tipo de estudios son: de D. SÁNCHEZ VILLAR:
Desde Estella a Sevilla. Cuentas de un viaje (1352) , Valencia, 1974; de P.
BERTRÁN ROIGE: "La alimentación de los pobres de Lérida en el año 1338",
Congreso de Niza, t. I, págs. 361-373, o, de R. CONDE: "Alimentación y sociedad.
Las cuentas de Guillema de Monteada (A.D. 1189)", en Medievalia 3,
1982, págs. 7-21.
(9) M. ESPADAS BURGOS: "Aspectos sociorreligiosos de la alimentación española"
en Hispania, 131 (1975), págs. 537-575, y J.L. LACAVE RIAÑO: "La carnicería
de la aljama zaragozana a fines del siglo XV", en Sefarad XXXV
(1975), págs. 3-35.
(10) Acerca de esto ver nuestro artículo "Alimentación y diferencias sociales en la
ciudad de Valencia (1390-1415)", en el ler Col.loqui d'História de l'Alimentació
a la Corona d'Aragó (Edat Mitjana) (en prensa).

HISTORIA Y FUNDACIÓN DE VALENCIA Y SU REINO (V)


Febrero 20, 2008
Extraido de Wikipedia.
En 1502 se funda la Universidad de Valencia bajo el nombre de Estudi General.
En 1609 se promulgó el decreto de expulsión, la expulsión de los moriscos y judíos, y el cada vez más preponderante poder de la nobleza, provoca la ruina del país y la bancarrota de la Taula de Canvis en 1613.
Durante la llamada Sublevación de Cataluña (1640-1652), Valencia colabora a petición de Felipe IV en su causa con milicias y dinero, lo que provocará un período de escasez económica local, sumándose a esto también al temporal alojamiento en la ciudad de tropas de otras zonas.
Perdida de los fueros y nueva organización territorial
Guerra de Sucesión
La Guerra de la Sucesión marca como en toda España el siglo XVII.
Durante la Guerra de Sucesión española Valencia fue ocupada por el bando austracista del Archiduque Carlos de Austriaprimeramente, y luego definitivamente por los ejercitos borbónicos.
pinceladas austracistas
Los austracistas retuvieron la ciudad durante 16 meses y derrotaron varios intentos de echarlos. Después de la victoria borbónica en la batalla de Almansa, 25 de abril 1707, el ejército inglés abandonó la comarca y la ciudad de Valencia y dejándola a su suerte.Joan Batista Basset fue el líder del ejercito austracista, él consiguió incitar al pueblo para que les apoyaran ofreciendo quitas de impuestos y distintas ventajas, todo ello, luego, fue ignorado por el Austria y Basset terminó en la cárcel.
El mito de la participación en la guerra
Por otro lado y, pese al mito difundido por algunas fuentes, el Reino de Valencia y en nuestro caso la ciudad, no entró en guerra por ninguno de los contendientes. Así vemos valencianos integrados en ambos bandos, pero el grueso del ejercito, las milicias y los gremios, no fueron llamados a filas, prueba de ello es el abundante material encontrado en la Cuidadela de Valencia, al entrar las tropas del rey Felipe V.
Pruebas de ello las encontramos en textos de la época, donde se da cuenta de la expulsión de maleantes llegados del frente en los días posteriores a la batalla, por parte de los gremios, la base de los ejercitos valencianos.
El religioso Jose Manuel Miñana en “De bello rustico valentino”, nos cuenta lo sucedido: “los ladrones catalanes y los soldados del ejercito disperso se habian refugiado en la ciudad (de Valencia), mezclados con la multitud, excitaban a los plebeyos en la sangre y el saqueo (… ) los gremios, para evitar el tumulto, ponen en seguida en ellas guardias, armados, de confianza en todas las calles, y reuniendo sin demora aquella hez de catalanes, que eran los que ixcitaban al pueblo, los arrojaron de la ciudad, cerraron las puertas y pusieron guardias; libre la ciudad de esa podredumbre…” ( Voltes Bou, P.: La Guerra de Sucesion en Valencia , p 71 . ).
O le parte de armas encontrado en la Ciudadela de Valencia
“Cuando en 1707 se posesionó de la Ciudadela Felipe V, se hallaron 26 cañones de bronce, con picas, arcabuces y mosquetes suficientes para armas a diez mil hombres, mandando el rey que en la parte recayente a la ciudad, tal como reproduce el grabado de Tomás López Enguídanos, de 1809, se construyese un bastión que hacía esquina al huerto de Predicadores con su foso y torreón y una gran flor de lis por remate para su conveniente defensa y seguridad, destinándolo para ciudadela.”

ELS VALENCIANS EN GRECIA (y VI)


Per: Antoni Atienza

Atenes i Neopatria

En 1204, la Quarta Creuada havia atacat I’Imperi Bisantí, i havia creat una serie d’estats controlats pels creuats, bona part d’ells francessos. Les guerres entre elles eren continúes, i en 1309, un d’eixos estats, el Ducat d 'Atenes, governat per Gautier de Brienne, va cridar a la Companyia, uns set mil homens, que s’havia quedat sense cap després de la pressó de Rocafort. Durant eixos messos, el saqueig al qual havíen somes la regió, els feu eixir cap a Tesalia. El govern de la Companyia era democrátic, a través del Consell deis Dotze i el Consell General, en el qual tenien veu i vot tots els membres combatents de 1’host.

Finalment, arribaren a un acort en el duc d’Atenes, i en la primavera de 1310, la Companyia creuá el pas de les Termópiles i entrá al servici de Brienne, reconquistant trenta castells i netejant les fronteres d’enemics. Pero, Ilavors, Brienne va despedir als almogavers, manifestant que no li feien falta i que no els pensava pagar. Eixe hivern, la Companyia es va replegar cap a Tesalia, i després, a principis de 1311, tornaren cap a Atenes per a reclamar lo que era seu. La batalla es doná a la vora del riu Cefiso. Brienné contava en una poderosa cavalteria pesada. Pero la vespra els almogavers remogueren la terra i obrigueren canals, empantanant tota la plana. El 13 de març de 1311, la cavalleria de Brienne carregá, per a quedar-se estacada en el fanc. La resta és fácil d'imaginar, coneguent els metodes de lluita deis almogavers, i Brienne va morir en un dart travessant-li el coll. En ell, caigueren bona part de l'altiva noblea franca. Els almogavers eren els amos del ducat d "Atenes.

Entre e1s cavaliers de Brienne hi havia un catala, Roger Deslaur, al qual els almogavers perdonaren la vida en la batalla, i li donaren el govern del Ducat, com a noble que era. Deslaur muigué en 1312, i llavors els almogavers oferiren el ducat a Fadric, rei de Sicilia, que l’acceptá en nom d 'un fill seu, Roger Manfret, nomenant un vicari, Berenguer Estanyol, mentres França reclamava el Ducat i el Papa escombregava a la Companyia per la seua desobediencia.

E1 ducat d’Atenes es va organisar seguint les lleis de Barcelona, i la capital s’instalá en Tebas. En 1317 prengué possessió del Ducat Alfons Fadric, fill bort de Fadric de Sicilia. Durant el seu govern, els almogavers conquistaren part de Tesalia i fundaren el ducat de Neopatria. Després, els ducats deixaren d’estendre’s. Alfans Fadric muigué en 1330. Els Ducats d’Atenes i Neopatria quedaren aixina Iligats a la Casa de Sicilia, fins que en 1382, Pere II de Valencia "el Ceremoniós" els va incorporar a la Corona d’Arago. En este proces, foren figures princials el relígios valenciá Antoni Ballester, arquebisbe d’Atenes, i Bernat de Ballester, governador de Tebas. També es probable que foren valencians el bisbe de Megara Joan Boil, i Berenguer Ballester, enviat del rei. En una carta a Joan Boil, en la qual li concedix dotze homens per a la custodia de l’Acropolis, es troba la famosa alusió de Pere II al Partenón: "...com lo dit castell sia la pus rica joya qui al mon sia e tal que entre tots els reys de cristians en vides lo porien fer semblant". De fet, en Valencia era a on es centralisava el govern d "aquelles terres d’Orient.

Pero eren uns territoris als quals Arago no recolçá ni ajudá, envoltats d`enemics: els venecians, els genovessos, la resta de ducats... En 1351 l’almirant valenciá Bernat Ripoll es va reunir en l’esquadra de Pons de Santa Pau front a Constantinopla, en quatre galeres valencianes. En febrer de 1352, en aquelles aigües, la flota valenciana es va enfrontar a la genovesa, i encara que fon un triumf per al rey d’Aragó, Bernat Ripoll muigué en la lluita. En 1379, els navarros -que havien invadit algunes comarques deis Balcanes- atacaren els ducats aragonessos, reduínt la seua presencia a Atenes. En aquells anys, el ya rei Pere II de Valencia ambicionava Sicilia, i un deis seus agents era el valenciá Jaume Rigolf, que en la seua galera duia i portava notícies. En eixa epoca, el castellá o governador d’Atenes era el valenciá Romeu de Bell-Arbre, "Castella e Capita del Castell e Ciutat de Cetines"; Cetines era el nom que rebia Atenes. Pere II enviá al vescomte Felip Dalmau de Rocabertí, el qual governá alguns messos el ducat aragones en Grecia, deixant com a vicari al tambe valenciá Ramon de Vílanova. Vilanova, un dels cavallers més importants del seu temps, gaverná durant dos anys, en els quals va consolidar la situació del ducat, buscant la pau en els véins per a reforçar al minuscul territori front a la pressio dels navarros. Pero en 1384, davant de les tensions que hi havia entre Pere II í el seu fill Joan, Vilanova degué abandonar el ducat i tornar a Arago, deixant com a governadors als germans Roger i Antoni de Lluria, que tambe devíen de ser valencians, fins 1385. En 1385, Atenas fon atacada pel senyor de Corinto, pero encara va resistir l'Acropolis fins a 1388. Eixe any se tanca la historia de la presencia de la Corona d "Aragó en Orient.

Un almogavar valenciá més Pere II de Valencia "el Ceremanios" va tindre almogavers valencians en les seues tropes. En la seua crónica es llig: "en 1a reraguarda, apres totes les adzembles, els almogavers de Valencia".

Pere II va aconseguir conquistar el Regne de Mallorca, i reconstruir aixina la Corona de Jaume I, en 1343, després de derrotar al seu parent Jaume III. El rey de Mallorques pogué fugir a França, a on va preparar la seua tornada. Desembarcá en Mallorca, pero fon derrotat en la batalla de Lluchmajor per les tropes comandades pel governador, el valenciá Gilabert de Centelles, senyor de Nules, el 25 d 'octubre de 1349. El rei fon mort per un almogaver de Borriana, que li tallá el coll. El cos fon portat com a trofeu de guerra a Valencia, a on estigué fins a principis del segle XX en la seua Seu, fins que fon traslladat en tots els honors a la catedral de Palma, a on actualment reposa.

Després de tot aíxó, crec que queda clar que els almogavers no eren, a soles, lo que podem llegir en tantísíms Ilibres: també eren valencians. Molts d’ells, eren valencians.

EN DEFENSA DE LA LLENGUA VALENCIANA (XXI)


Per Miquel Adlert Noguerol (q.e.p.d.)

Cal reconéixer que la "persecució" contra el nom Regne de Valéncia no és exclusiva del pancatalanisme. D´atra procedència molt diferent és el terme Llevant que, com tota denominació geogràfica, és imprecís, d´interpretació flexible i fronteres elàstiques. Perqué unes vegades comprén només les tres províncies valencianes, pero atres també alguna o algunes de les províncies de Múrcia, Albacete, Terol i Conca. A més Llevant té un aspecte xistós (sic), perqué, sobre impropi i imprecís, és fals geogràficament, referit, com es pretén, al llevant d´Espanya, puix que les Balears están més a llevant. Són les coses d´usar denominacions geogràfiques i amagar les autèntiques. Com passa en la de Nort, tan usada per a tota o part de la cornisa cantàbrica i prescindint dels Pirineus que també són nort d´Espanya, i ben sabut per tots des de l´escola quan ensenyen els limits d´Espanya. I com passa també a la denominació pancatalanista de les Balears: les Illes, com si foren les úniques del món.
També és terme confús i imprecís el de Regió (encara que no geogràficament), perqué indica simplement una part d´una entitat major, sense indicació de la personalitat que puga tindre eixa part. Així, Regió Valenciana indica només una part d´Espanya (de Catalunya per al pancatalanisme d´abans de la guerra). En canvi, Regne de Valéncia mostra que eixa part té una personalitat pròpia que fón un estat independent. Personalitat la de Regne, naturalment, superior a la de Principat. D´haver segut Catalunya un regne, ¿acceptarien els catalans la substitució de Regne de Catalunya per País Català, com u dels Països Valencians? Abans que Païs Valencià, totalment inadmissible, és preferible naturalment, Regió Valenciana, i millor encara que esta denominació, la de Regió de Valéncia on apareix el topònim en lloc del gentilici.
També cal usar la denominació Valéncia simplement, quan no càpia confusió, que són poques vegades. Perqué s´ha exagerat la possibilitat de confusió i s´ha considerat un problema gravissim; i nefasta la identitat de nom entre Regne i capital: Tragèdia que no veuen, per eixemple, dins d´Espanya els lleonesos i fora els mexicans, que també tenen la mateixa identitat de nom i la consegüent possibilitat de confusió que tenim els valencians i que en tants segles d´eixa identitat no es pensà mai en buscar, com ara, substitució de nom al Regne, substitució no "promocionada" precisament pels valencians. Perqué això dels texts antics on apareix "país valencià" en minúscules és una forma literària com "terra valenciana" i per això les minúscules.
En la substitució que ara fa el pancatalanisme de Regne de Valéncia per País Valencià, no és com en els anys republicans, per la paraula regne que es rebujava per monarquisant i per aixó es tirà mà de País Valencià, perqué ara s´accepta com a normal per a Catalunya el nom de Principat. La substitució d´ara és també per a eliminar la paraula Valéncia. Perqué si es tractara de suprimir Regne es diria País de Valéncia, pero el topònim també el substituïxen pel gentilici els païsícols; gentilici (én femení païsícola) que, com diguí en "Jornada " del 8 d´agost de 1975, correspon a país, per analogia én regnícol (femení regnícola) que es el corresponent a regne.

jueves, 28 de julio de 2011

LA REAL SENYERA PINTADA POR BENINCASA EN 1482


Autor: Ricardo García Moya
FRESCO PINTADO POR BARTOLOMÉ OLIVES EN 1538 QUE SE ENCUENTRA EN LAS ATARAZANAS DE BARCELONA

Siempre que nos aproxi­mamos al 9 de octubre, los colaboradores de la "inmersió" -constantes en su sistemática destrucción de la personalidad valenciana- em­ponzoñan el ambiente con ata­ques a la Real Señera, tratando de imponernos la enseña del rey de Aragón que, por circunstan­cias aculturales, ahora represen­ta a Cataluña. La consigna que más repiten es la inexistencia de la Real Señera en el siglo XV, lo que demuestra su desconoci­miento del tema.

En la biblioteca de la más anti­gua universidad europea, la de Bolonia, se conserva la carta náutica del italiano Grazioso Benincasa, fechada en 1482. La obligada esquematización propia de estos pergaminos no impide apreciar una serie de banderas sobre la península ibérica, desta­cando la Real Señera en el espa­cio definido entre el río Ebro y el reino moro de Granada, todavía independiente en aquel año. Una gran franja junto al asta y tres escuetas barras rojas y amarillas identifican el territorio regnícola.

Los cartógrafos no pretendían hacer un tratado de banderas, de ahí que en ocasiones apareciera la Real Señera con la corona so­bre las barras (carta de Viladestes del año 1413) o, simplemente, la franja azulada del fondo; pero es notorio el empeño en dejar cons­tancia gráfica de un espacio rec­tangular junto al asta, reduciendo la longitud de las barras. Por cier­to, la corona fue incorporada in­cluso en las marcas de agua de los papeles fabricados en el Rei­no en el siglo XV: "Deux país, marque representant les armoiries de Valence (...) surmontés d'une couronne de 1463-1426" (Mosin, Vladimir: Filigranes, 7.a.greb, 1957). Detalle que no exhi­bían los elaborados en Cataluña.

Documentada la presencia de barras coronadas sobre franja azul en nuestro Siglo de Oro (Bib. Nacional de París: Ms. Ge. B. 8268), quedaría la duda res­pecto al símbolo que completaba la Real Señera: el Rat Penat. Ante la imposibilidad de su represen­tación en los pocos milímetros que ocuparía en un portulano, debemos buscar otras fuentes que testifiquen la presencia del vespertilio en la Señera o en ban­deras de menor costo utilizadas en campaña. No es fácil encon­trar descripciones meticulosas. Los cronistas daban por hecho que cada pueblo conocía su he­ráldica y las referencias literarias son, generalmente, incompletas. Por suerte, Jerónimo de Blancas dejó un testimonio valioso al afir­mar que el murciélago formaba parte del blasón del Reino de Va­lencia, y que, "como tal, fue lle­vado hasta la época presente en las enseñas militares" (Blancas, J.: Comentarios de las cosas de Aragón, p. 151).

El "presente" del cronista real Jerónimo de Blancas era la se­gunda mitad del siglo XVI, siendo su cita importantísima por la au­toridad que poseía sobre heráldi­ca, protocolo y relaciones de los estados de la Corona de Aragón, como demuestra su erudito lega­do. En 1585 escribía "Corona­ciones de los sereníssimos Reyes de Aragón", aunque su mejor obra fue "Aragonensium rerum comentarii ab anno 704, ad annum 1588", que es donde encon­tramos el preciso comentario so­bre la naturaleza del Rat Penat como símbolo del Reino de Va­lencia y, también, de la capital del mismo.

Los siglos de esplendor pasa­ron. Las tradiciones autónomas sufrieron la erosión de otras cultu­ras agresivas y, consecuencia de ello, hasta la vexilologia del Reino resultó afectada por lamentables confusiones. Pese a ello, siempre hubo eruditos que recordaron la composición de las armas reales valencianas. Así, en un manuscrito que examiné este verano en el Ar­chivo General Militar -ubicado en el alcázar de Segovia- conte­nía esta descripción:

"Encima de la Corona que cu­bre cada uno de los escudos se halla un murciélago, de que se deduce que dicha bandera perte­neció a alguno de los cuerpos del Reino de Valencia que lo tiene en sus armas" (A.G.M.; Sección 2, Div. 3, leg. 32).

El manuscrito está datado a mitad del siglo XIX; es decir, tres­cientos años después que el cro­nista real testificara la presencia del Rat Penat en las banderas como símbolo del Reino. En con­secuencia, la información vexilológica del pergamino de Grazioso Benincasa es complementada por otras fuentes; a pesar de ello, los catalanistas insistirán en im­ponernos la bandera cuatribarrada. Algún día se darán cuenta que la citada enseña podía usarse en todos los territorios de la Co­rona de Aragón (como en la ac­tualidad sucede con la de Europa o España), pero los reinos de Ná­poles, Sicilia, Valencia y Mallorca tenían su particular bandera.

NO ES QÜESTIO DE CANTITAT, SINO DE CALITAT


Autor: Valencia d’Elig

La llengua Valenciana, per evolucio propia i orige diferenciat, es una llengua distinta i independent de la llengua Catalana. Es cert que son dos llengües vehines molt semblants, pero en ningun cas se pot dir que siguen la mateixa llengua, ya que es impossible unificarles baix una mateixa ortografia i/o gramatica sense desnaturalisar o corrompre alguna d'elles (en concret la Valenciana, per al cas que mos ocupa).

 La "unitat" de les llengües Valenciana i Catalana es una falacia inventà pel nacionalisme independentiste català en l'objectiu de donarli mes força politic-social al delirant proyecte decimononic de la "Catalunya gran(sic)" (batejat mes tart com "Països catalans" i recentment tambe com "Eurorregio"). Proyecte neo-colonialiste que preten subordinar els historics reines de Valencia i Mallorca a Catalunya argüint la falacia de que perteneixen a una (inexistent) "nacio catalana" perque - supostament - en eixes comunitats autonomes se parla llengua Catalana i no les corresponents llengües propies Valenciana i Balear.

 En base a dites manipulacions argumentatives, els nacionalcatalanistes no tenen empaig en tergiversar la realitat i mentir descaradament dient que son "onze" els millons de persones que parlen Català - quan la poblacio de Catalunya gira en torn als sis millons d'animes i no totes parlen, ni saben parlar eixa llengua. Es evident (aixina heu declaren obertament estos neo-colonialistes), que tant la poblacio de les Balears, com la de l'historic Reine de Valencia, han segut afegides pels catalanistes, en tota la desvergonya del mon, a la sifra dels "teorics" "onze" millons de "catalaparlants".

 Es en este punt a on trobem la verdadera rao que mou al nacionalisme català a promoure la (falsa) "unitat" de les llengües Valenciana i Catalana, que en ningun cas es per articular una "defensa" conjunta de la suposta "llengua comuna" (Catalana) tal i com enganyosament volen fer creure, sino que obeix a la necessitat que els nacionalcatalanistes tenen de presentar a l'opinio publica o institucional de dins i fora d'Espanya, una "nacio catalana" lo mes gran possible, tant en numero de catalaparlants com en extensio territorial, que justifique i llegitime les ambicions independentistes de Catalunya respecte a Espanya, o al manco li aprofite als politics/institucions catalanes/catalanistes per a, per mig del "chantage reivindicatiu", obtindre mes dines de l'estat espanyol o fondos europeus comunitaris en els que omplirse les bujaques (i viure en "grandola", fentse les "victimes", encara que siga a costa de minvarli o negarli als ciutadans d'atres comunitats autonomes lo que en dret a éstos ultims els correspon).

 Els nacionalcatalanistes estan fent creure a molts valencians de bona fe que acceptant una "unitat" entre la llengua Valenciana i la Catalana, o lo que es lo mateix, dient que Valencià i Català son la mateixa llengua, hauran mes possibilitats de potenciar la (suposta) "llengua comuna". L'argumentacio que fan es molt simple i sugestiva (encara que erronea): "juntantmos els parlants de les dos llengües baix una "unica" llengua ésta sera "més forta" perque n'hi hauran més persones (i mijos) per a defendrela".

 En teoria l'idea pareix bona, pero en la practica es extremadament nociva i contraproduent per a la supervivencia de la llengua Valenciana. I es que com en la vida real no existix dita "llengua comuna" o "unitat" de la llengua Valenciana en la Catalana, la estan tractant de fabricar artificiosament en els laboratoris pseudocientifics de la catalanista AVL-c (Academia Valenciana de la Llengua - catalana); una academia que per llei i reglament està obliga a "determinar i elaborar la normativa llingüistica de l'IDIOMA valencià", pero que en la practica, degut a que està integrà per majoria d'academics catalanistes/catalanisants, seguix les directrius que mana l'Institut d'Estudis Catalans (IEC), adoptant, en poquets canvis, el model de llengua que el IEC oficialisa per a la llengua Catalana. Aixina, per a recolzar la falsa "unitat" de les llengües Valenciana i Catalana la AVL-c ha fabricat un hibrit artificial de llengua normativa tremendament pareguda a la Catalana ("Català avalencianat"), a base d'eliminar i censurar formes propies i genuines de la llengua Valenciana (per no coincidir en les de la Catalana), al temps que ha introduit en ranc de norma, catalanismes que en absolut formen part de la llengua Valenciana general. Tot este cumul de desproposits ha donat com a resultat una artificiosament catalanisà "llengua comuna" que volen impondre als chiquets en el sistema educatiu valencià i en la que l'inmensa majoria de valenciaparlants no s'identifica, ni considera com a llengua propia, ni li pareix que siga "comuna".

 La conseqüencia inmediata del greu divorç existent entre la falsa "llengua comuna" fabricà per la AVL-c i la genuina llengua Valenciana parlà pels valencians es que éstos, degut a la confusio, la inseguritat i l'auto-odi que els ocasiona l'imposicio d'un model catalaniste de llengua, estrany i foraster al que de manera natural parlen, preferixen, en la majoria de situacions, abandonar la seua llengua materna Valenciana en favor de la Castellana (una llengua que no els genera cap problema normatiu o identitari), quedant en evidencia que l'estrategia catalanisant de la AVL-c en conte de servir per a pujar el numero de valenciaparlants per a l'unic que aprofita es per a fer que baixe.

 Queda patent que la "unificacio" de la llengua Valenciana dins de la Catalana no servix en absolut per a fer una llengua (Valenciana) "mes forta" sino mes be tot lo contrari. El model catalaniste de "llengua comuna" que vol impondre la AVL-c es del tot estrany i alie per als valenciaparlants, algo que fa que éstos no tinguen ningun interes en parlar o defendre dita "llengua comuna" (Catalana). Com ya s'ha dit, una conseqüencia inmediata del greu divorç entre l'artificial i catalanisà "llengua comuna" i el Valencià parlat pels valencians es l'abandó de la llengua Valenciana en favor de la Castellana per part dels valenciaparlants autoctons (tal i com hu han vengut demostrant els diferents estudis socio-llingüistics fets a lo llarc dels ultims anys).

 Ham de ser plenament conscients que lo que realment importa a l'hora de mantindre viva la llengua Valenciana (o qualsevol atra) es que existixca una colectivitat de parlants que  s'identifique plenament en el model de llengua que se'ls oferix, el reconeguen obertament com a llengua propia i el gasten sense rebuig. Dita sintonia entre la llengua parlà i la normativisà es clau per a fomentar l'us de la llengua a tots els nivells i ambits, especialment, en lo tocant a la transmissio de la llengua de pares a fills, punt fonamental i imprescindible per a la supervivencia de la llengua Valenciana (o la que siga). En cas contrari (i fent referencia al cas Valencià), donarà lo mateix els millons de "catalàparlants" de la llengua "comuna" que l'aparat propagandistic catalaniste puga donar, ya que l'inmensa majoria de valenciàparlants incorporats per qüestions de "marketing" al "sistema llingüistic català" continuaran sense reconeixer a la llengua "comuna" (catalana) com a propia, la rebujaran, no la parlaran, no la dignificaran, no faran us d'ella, ni manco encara la passaran de pares a fills; en definitiva, l'abandonaran a la seua sort, al seu oblit i a la seua mort.

 Eixa sera (si ningu heu remedia) la (mala) sort que patirà la llengua Valenciana - essencia del poble que li ha donat vida a lo llarc dels sigles - per culpa d'una catalanista Academia Valenciana de la Llengua-catalana (AVL-c), encabotà en impondre, fora de tot rigor cientific, un model de llengua artificios i catalaniste a tots els valencians.