Autor: Josep Esteve Rico Sogorb
Lo último es una bomba de relojería: ahora se ha sabido por fuentes internas confidenciales de la administración autonómica valenciana que Maragall recibió personalmente una copia del texto de la traducción valenciana enviada desde Valencia Ciudad, seguramente por petición propia y sin saberlo sus socios del tripartito gobierno catalán Carod y Saura.
Texto que Maragall aprovechó tal cual literalmente -lleno de palabras valencianas que no se usan en catalán- y al que por iniciativa propia le puso a las tapas la inscripción "Catalunya". Tal manipulación premeditada por Maragall demuestra que el presidente catalán falsea y usurpa documentos oficiales -la traducción valenciana lo es-, maniobra al margen de sus socios -Carod habría actuado de otra forma, seguro-, exhibe un desmedido afán de protagonismo, intenta convencer de la unidad de la lengua catalana para lo que no escatima esfuerzos recurriendo a cualquier subterfugio o maquiavélico plan y ofrece el más bochornoso y ridículo espectáculo que un líder autonómico se puede permitir.
Su anhelo cotidiano de mostrarse más nacionalista que sus socios y como el más nacionalista de todos cuando pertenece aún por ahora a un partido de estructura estatal -de momento el PSC se integra dentro del PSOE- está causando demasiados problemas y conflictos.
El envío de la traducción valenciana a Maragall tiene un nombre. Se llama "filtración" y podría ser punible pues el "cuerpo del delito" es un documento oficial. Pero también posee una causa: un "TOPO". La existencia de un "topo" en la administración valenciana. La presencia de un colaboracionista "espía" o persona de contacto. Un correveidile. Y claro, el asunto ya pasa de castaño oscuro aumentando su gravedad -como si fuera un "Watergate pero a la valenciana"- porque demuestra dónde llegan los tentáculos de Catalunya.
Caben dos explicaciones. O fue iniciativa personal de Maragall que solicitaría una copia sabiendo a quien pedirla o ésta se la envió el "topo" que tuvo acceso a la traducción valenciana de la Constitución Europea.
Una de dos. Quizá pronto lo sepamos. Mientras, hagamos memoria. ¿Quién realizó la traducción valenciana? Pues un organismo, un ente, a petición del Gobierno Valenciano.¿Y qué entidad tiene esa competencia, adivina, adivinanza? La Academia Valenciana de la Llengua (AVLL).
¡¡El "topo" de Maragall en Valencia está, pertenece o trabaja en dicho organismo!! A ver, a ver...podría ser, ¡un académico! O tal vez un funcionario de las dependencias de la sede de la AVLL. Ambos supuestos, gravísimos. Filtración ilegal, apropiación indebida de documento público, "espionaje", manipulación, funcionario que viola la normativa y la ética de la administración para la que trabaja y se debe; pero sobre todo, si se demuestra, resultaría la prueba contundente y fehaciente de que la AVLL engaña al pueblo: por un lado dice depurar y autoctonizar el valenciano reconociendo su personalidad y por otro, de forma secreta, trabaja por la lengua catalana, trabaja para Catalunya mediante sucursalismo y dependencia del Institut d' Estudis Catalans. Resumiendo: el "topo" está en la AVLL....¿o la AVLL es el "topo"? Uhmmm....
Texto que Maragall aprovechó tal cual literalmente -lleno de palabras valencianas que no se usan en catalán- y al que por iniciativa propia le puso a las tapas la inscripción "Catalunya". Tal manipulación premeditada por Maragall demuestra que el presidente catalán falsea y usurpa documentos oficiales -la traducción valenciana lo es-, maniobra al margen de sus socios -Carod habría actuado de otra forma, seguro-, exhibe un desmedido afán de protagonismo, intenta convencer de la unidad de la lengua catalana para lo que no escatima esfuerzos recurriendo a cualquier subterfugio o maquiavélico plan y ofrece el más bochornoso y ridículo espectáculo que un líder autonómico se puede permitir.
Su anhelo cotidiano de mostrarse más nacionalista que sus socios y como el más nacionalista de todos cuando pertenece aún por ahora a un partido de estructura estatal -de momento el PSC se integra dentro del PSOE- está causando demasiados problemas y conflictos.
El envío de la traducción valenciana a Maragall tiene un nombre. Se llama "filtración" y podría ser punible pues el "cuerpo del delito" es un documento oficial. Pero también posee una causa: un "TOPO". La existencia de un "topo" en la administración valenciana. La presencia de un colaboracionista "espía" o persona de contacto. Un correveidile. Y claro, el asunto ya pasa de castaño oscuro aumentando su gravedad -como si fuera un "Watergate pero a la valenciana"- porque demuestra dónde llegan los tentáculos de Catalunya.
Caben dos explicaciones. O fue iniciativa personal de Maragall que solicitaría una copia sabiendo a quien pedirla o ésta se la envió el "topo" que tuvo acceso a la traducción valenciana de la Constitución Europea.
Una de dos. Quizá pronto lo sepamos. Mientras, hagamos memoria. ¿Quién realizó la traducción valenciana? Pues un organismo, un ente, a petición del Gobierno Valenciano.¿Y qué entidad tiene esa competencia, adivina, adivinanza? La Academia Valenciana de la Llengua (AVLL).
¡¡El "topo" de Maragall en Valencia está, pertenece o trabaja en dicho organismo!! A ver, a ver...podría ser, ¡un académico! O tal vez un funcionario de las dependencias de la sede de la AVLL. Ambos supuestos, gravísimos. Filtración ilegal, apropiación indebida de documento público, "espionaje", manipulación, funcionario que viola la normativa y la ética de la administración para la que trabaja y se debe; pero sobre todo, si se demuestra, resultaría la prueba contundente y fehaciente de que la AVLL engaña al pueblo: por un lado dice depurar y autoctonizar el valenciano reconociendo su personalidad y por otro, de forma secreta, trabaja por la lengua catalana, trabaja para Catalunya mediante sucursalismo y dependencia del Institut d' Estudis Catalans. Resumiendo: el "topo" está en la AVLL....¿o la AVLL es el "topo"? Uhmmm....
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