Per César Vidal
Haguera volgut poder pronunciar el meu discurs en valencià en obediència al preciós lema d´este acte que fa referència a l´amor a la pàtria i a la fe.
A l´amor perque yo vullc entranyablement a Valéncia, la terra a on, com un chiquet de a soles nou anys, vaig descobrir la mar.
A la pàtria perque sempre vaig sentir a Valéncia com a part especial de la pàtria comuna que és Espanya i..
A la fe, perque la meua no tremola a l´hora de creure que Valéncia vencerà davant d´un dels atacs mes injusts i terribles que ha patit en els últims anys.
I ara, permeteu-me que d´esta llengua dolça a la que se va referir Cervantes torne a la meua estoica llengua castellana.
Decía yo antes que Valencia es objeto de un ataque injusto y terrible. Me refería, por supuesto, a la sarta de mentiras que continuamente propala el nacionalismo catalán y, en concreto, a una de las más falsas y dañinas.
La mentira oficial del nacionalismo catalán sobre el valenciano es la que afirma que el catalán fue llevado a Valencia por las tropas de Jaime I el conquistador. Según esta versión, esas tropas eran catalanoparlantes y se establecieron en la tierra reconquistada dejando su lengua. La realidad histórica es bien diferente. De entrada, cuando las huestes aragonesas de Jaime I el Conquistador reconquistaron Valencia de manos de los invasores islámicos -una labor en que les había precedido efímeramente el Cid castellano- encontraron a una población que hablaba en una lengua romance que podían entender sin mucha dificultad, pero que no era, ni mucho menos, el catalán.
En contra de lo afirmado por los nacionalistas catalanes que insisten en que el romance había desaparecido durante el dominio islámico, las fuentes árabes afirman lo contrario. El célebre naturista árabe Ibu-Albathar, por ejemplo, dice claramente y sin ningún empacho que los mozárabes, o sea los cristianos viejos, conservan su lengua sin interrupción alguna. Y de la misma manera se expresan los demás escritores árabes.
Por otra parte, hay aun hoy muchos códices, escritos en romanç - en lengua romance -de los siglos IX, X, XI y XII que hablan de contratos, ventas, etc. efectuadas entre cristianos y entre moros y los mismos cristianos. Pero, de manera relevante, existe constancia de la correspondencia entre los cristianos que vivían bajo el poder musulmán, sujetos a sus leyes y los cristianos libres del norte de España y de la Galia gótica, "i que la llengua parlada pels moçarabes era coneguda per lo nom de Al-Romía o llengua romana" ....
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