Per Pere Martí i Martínez
De esta forma tan temprana, se crean en el siglo XIII las milicias urbanas, que con otros cuerpos valencianos que se irán conformando a lo largo de los años por pragmáticas reales, ordenanzas, ordenaciones, disposiciones, privilegios, etcétera, compondrían el grueso del ejército del Reino de Valencia hasta bien entrado el siglo XVIII.
Jaime II “el Justo” (II de Aragón) nacido también en Valencia en 1267, e hijo de Pedro I (III de Aragón) es el creador de la valenciana Orden Militar de Montesa en el año 1317. Orden que actuó militarmente dentro y fuera del Reino de Valencia en numerosísimas ocasiones. Bajo su reinado en 1306, tenemos constancia del armamento de tres navíos (tres “llenys”) para la defensa del litoral, ya que la costa valenciana desde tiempo inmemorial, fue asediada por piratas y corsarios.
El 3 de junio de 1365, Pedro II “el Ceremonioso” (IV de Aragón) otorgó un privilegio real para formar una milicia valenciana permanente que custodiara en celebraciones y defendiese en batallas a la bandera del rey; que posteriormente bajo el mismo reinado se convertiría en la bandera (senyera) del Reino de Valencia. La real Senyera coronada sobre franja azul.
Esta milicia se denominó “el Centenar de la Ploma”, constituida inicialmente por un centenar largo de hombres (ballesteros, lanceros y arcabuceros). En 1390 bajo el reinado de Juan I “el Cazador”, pasó a ampliarse el número de efectivos a un total de doscientos hombres armados.
En 1470 (ciento cinco años después de su creación) Juan II “el Diplomático” rey de Valencia entre 1458 y 1479, concedió un nuevo privilegio a esta milicia, en forma de emolumentos, autorizándolos a su vez a llevar todo tipo de armas.
La defensa y custodia de la real Senyera, parece ser que contó con otro tipo de milicias más efímeras en el tiempo. El 23 de julio de 1376, en las Cortes de Monzón, el propio rey Pedro II creó una fuerza de caballería con idénticas funciones que “el Centenar de la Ploma” compuesta por otro centenar de hombres a caballo. De esto tenemos constancia por las ordenaciones que se expidieron en 1391.
Como vemos, la importancia de la real Senyera valenciana superaba con creces la idea de un mero estandarte real, era algo más que una bandera, era un símbolo regio que representaba la identidad de un pueblo. En ningún otro reino de España, ni de Europa, parece que existiese una enseña que contara con una compañía armada para su escolta y defensa.
La Senyera valenciana, además, era en toda regla una bandera de guerra, solía ir con la hueste del reino y de la ciudad de Valencia para llevar a cabo acciones militares. La simple amenaza de sacar la Senyera y proceder a su colocación en las Torres de Serranos (acción que significaba la declaración de guerra contra el ofensor) era en ocasiones, suficiente para conseguir amedrentar y hacer rectificar al supuesto agresor.
El Cap i Casal del Regne, en bastantes ocasiones convocó a su milicia para satisfacer, resarcir y/o defender “a sanc i foc” sus privilegios particulares dentro del territorio valenciano contra otras poblaciones por “contra-fuero”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario