Autor: José Esteve Rico Sogorb
Es que no paramos. Detrás de una, otra. Por desgracia, los valencianos seguimos siendo moneda de cambio, juguete caprichoso y objeto de constantes discriminaciones. Sin ir más lejos, hace unos días, EE.UU amenazó con subir el arancel a las mandarinas valencianas -que son toneladas las que van para allá- mientras el Gobierno de ZP reconoce que su diplomacia no puede o no sabe impedirlo. Se nos niega el agua, se juega con la lengua, se retrasa el AVE, se paralizan inversiones y para colmo lo de las mandarinas. Sorprendentemente, para numerosos agricultores y empresas de la Comunidad Valenciana que se dedican al cultivo y exportación de tal modalidad de naranja, el Departamento de Comercio de EE.UU ha incluido -sin avisar como aquel que dice- a la mandarina valenciana en la relación de productos europeos que serán gravados con un arancel extraodinario. O se paga ese plus, canon o valor añadido de más por cada unidad o lo tenemos muy dificil para que se nos admitan nuevas exportaciones. La Administración yanqui según cada etapa de tensas relaciones con el Estado Español ataca o reacciona apretando las clavijas comercialmente. Si antes fue el jamón, ahora le toca a las mandarinas. El caso es que Bush sabe como presionar. No perdona, como buen rencoroso que es, que España se retirara de Iraq. Ellos se permiten esa licencia y nos hacen bailar al son de su música. Y si nos alejamos de su compañía, ahi van las consecuencias: descenso en las compras, retirada de embajador, ruptura de conversaciones, tensión, mayor rigurosidad y severidad aduaneras e incremento de los aranceles a nuestros productos. La prepotencia de la Administracion USA es un problema para los anhelos de libertad de muchas naciones y estados. "O estás conmigo o te hago entrar por el aro y las pasarás canutas"-es su estrategia: apretar suavemente pero apretando al fin y al cabo.
Como ven, la mandarina es una fruta muy valorada, estimada y bien pagada en EE.UU debido a su inexistencia muy a pesar de las naranjas californianas. Nuestra valencianísima mandarina es el único producto citrícola que Estados Unidos importa desde que apenas nos compra ya ni zapatos ni jamones -y menos aún los de jabugo y pata negra- Por mucho que los más optimistas se empeñen en superar las sesenta mil toneladas del 2003... si a la más minima severa escrupulosidad -como la 2001- EE.UU nos prohibe introducir las mandarinas valencianas porque en millones de unidades al menos una sale mala con larva de insecto o con un simple moratón; apañados vamos. No hay manera de que EE.UU nos quite de su "lista negra". Siempre actua contra nosotros como una "mosca cojonera", buscándonos las cosquillas. El Gobierno ZP es impotente ante los derechos de EE.UU a tomar medidas mientras a nuestras autoridades aduaneras se les "escapa" aplicar mayor rigurosidad arancelaria a las importaciones. ¿Qué harán los agricultores valencianos preocupados ante la amenazante subida del arancel y posible prohibición de entrada de mandarinas? El Ejecutivo no va a poder ejercer ningún tipo de presión si no mejoran las relaciones entre Madrid y Washington.O sea, que a "pagar" hipoteca doble: si no teniamos bastante con la de ERC y tripartito, ahora nos toca la de Bush. Y es que a ZP, EE.UU. y Catalunya le tienen cogido de los c.. perdón, del "pa amb tumaca" y de las mandarinas. Así nos va.
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