martes, 8 de marzo de 2011

LA GUERRA DE SUCESIÓN (VII)


Derrota y retirada


Mientras tanto, los maulets continuaban sin pagar el dret de portes o cualquier otro impuesto. El archiduque Carlos pidió a las autoridades valencianas que reclamaran el pago de las tasas, pero no tuvo demasiado éxito. Carlos de Austria se había visto obligado a retirarse de Madrid, y posteriormente las tropas austracistas fueron derrotadas en la Batalla de Almansa por James Fitz-James, primer duque de Berwick, el 25 de abril de 1707.[6] Tras esta nueva derrota Carlos se retiró a Barcelona junto al virrey, los miembros de la administración y las tropas restantes. Sin un ejército organizado para la resistencia en el Reino de Valencia, las tropas borbónicas penetraron con facilidad en el reino. El duque de Orleans Felipe II llegó a Almansa el 26 de abril, y desde allí y junto al duque de Berwick se dirigieron a Requena el día 27. La ciudad cayó en manos borbónicas en 6 de mayo y la ciudad de Valencia fue tomada por Berwick el día 12. Felipe V aprobó los Decretos de Nueva Planta en Valencia el 29 de junio, con lo que eran abolidos los Fueros de Valencia.[7]

El ejército borbónico avanzó hacia Tortosa tomando las ciudades a su paso que restaban en manos de los maulets. Así, fueron tomadas y saqueadas ciudades como Gandía, Alcira, Denia, Alcoy, Alicante, Játiva o Villarreal.[8] Los maulets que restaban escaparon a las montañas, desde donde continuaron la resistencia durante algunos años. Por ejemplo el asalto llevado a cabo el 11 de abril de 1708 al castillo de Guadalest pudo ser llevado a cabo por maulets.[9]

En 1710, la guerra pareció tomar un sentido favorable al archiduque Carlos, con las victorias en Almenar y Zaragoza y una nueva entrada del archiduque Carlos en Madrid el 28 de septiembre.[10] La ciudad de Valencia se rebeló de nuevo en contra de Felipe V y los maulets volvieron a las calles esperando el desembarco de la armada austracista. Sin embargo, la rebelión fue sofocada, se confiscaron las armas y se desahuciaron las fortalezas. Tras esta nueva derrota, los maulets acabaron por huir a Cataluña, donde aún resistían los austracistas, con la intención de continuar la lucha.

Sin embargo, con la proclamación del archiduque Carlos como nuevo Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, éste regresó a Austria, sus aliados abandonaron el conflicto y firmaron el Tratado de Utrecht, y posteriormente el de Rastatt, aceptando a Felipe V como nuevo rey de España. Sin embargo, los maulets y Basset continuaron luchando en Cataluña hasta que el 11 de septiembre de 1714 se puso fin al sitio de Barcelona.[4] Entre los defensores de la ciudad se encontraban dos regimientos de maulets, el Mare de Déu dels Desamparats y el Sant Vicent Ferrer,[11] que combatieron junto a otros voluntarios procedentes de Aragón y algunos de Hungría, Alemania e Italia.[12] Los maulets muertos en los combates fueron enterrados en su mayor parte en el Fossar de les Moreres. Los supervivientes que no consiguieron huir a Mallorca fueron arrestados y hechos prisioneros. Basset fue llevado a pie desde Alicante a su presidio definitivo en Fuenterrabía, Guipúzcoa, aunque logró escapar en 1719.[13] Años más tarde, algunos de ellos marcharon a Viena a la corte del archiduque Carlos, entonces emperador Carlos VI

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