Extraido de: http://www.peroquemeestascontando.es/
Época republicana y dictadura
Durante las Republicas, nadie dudaba de cual era la bandera del antiguo Reino de Valencia, ni cual el idioma que alli se hablaba, el catalanísmo tenía mucho trabajo por hacer.
El republicano Vicente Blasco Ibañez, siempre defendió su valencianía, y por supuesto, nunca se le pasó por la cabeza hablar de catalanísmo para Valencia. Obtuvo un accésit en los Juegos Florales de 1883, con su composición en genuino valenciano, "Lo darrer esforc", y su funeral estuvo presidido por la Real Senyera que siempre le acompañó en el exilio.
El 11 de noviembre de 1928, el R.P.Lluis Fullana Mira leía su discurso de ingreso en la Real Academia Española como representante de la lengua valenciana. El académico Jose Alemany Bolufer le presentó con un discurso en el que decia:
Hubo un intento de normalizar el valenciano, las Normas del 32, firmadas por la gran mayoría de entes culturales valencianos, pero que poco después retiraron su apoyo al darse cuenta que era una maniobra catalanista y que el objetivo de estas normas no era proteger la lengua valenciano, sino infiltrar poco a poco el catalán.
Durante la Guerra Civil , el bando republicano hizo uso en numerosas ocasiones de los símbolos valencianos para alentar al pueblo en la lucha.
Justo antes de la Guerra Civil, cuando Catalunya ya tenía .su Estatuto aprobado,
Primeros años de Democracía
Con la llegada de la Democracía, el movimiento catalanista en Valencia llega a su momento de mayor esplendor. Los nacionalismos, vasco y catalán, marchaban en cabeza de las reivindicaciones democráticas, y en Valencia, los nacionalistas, incluso no nacionalistas pero q ue buscaban mas cuotas de libertad, se unieron a estos nacionalistas catalanes. Se identificó a los valencianistas "blaveros", con la derecha mas retrograda, y nadie en esa época quería ser tildado de "derechas". En este caos existente a finales de los años 70, se fundieron estas ideas de tal manera que, para ser considerado en Valencia progresista, de izquierdas, democrático, incluso valencianista, había que seguir las señas de identidad catalanas. Resulta absurdo, pero fue cierto, los movimientos democráticos progresistas valencianistas y los partidos valencianistas, salvo contadas excepciones, eran catalanistas, rechazaban la bandera valenciana, la lengua valenciana, y cualquier seña de identidad valenciana. Fue un gran triunfo para el catalanismo, en el que los valencianos de izquierdas hizieron el ridículo más espantoso rechazando lo suyo.
No sabemos si fue una casualidad, o fue un plan perfectamente preparado,
pero aún cuando los agentes introductores de esta idea fueron catalanes universitarios, pronto la iniciativa catalanista pasó a jovenes universitarios valencianos, cuyas motivaciones últimas son totalmente desconocidas, razones crematísticas y sicopáticas, falta de personalidad propia, admiración y dependencia de lo foráneo, sea castellano o catalán. En la Universidad de Valencia se marginó la Cátedra de lengua valenciana regentada por Lluis Fullana Mira, hasta hacerla desaparecer y convertirse la misma Universidad, en vanguardia del catalanísmo en Valencia, acallando cualquier voz de protesta. Se lanzó la carga de profundidad más grande que sufriría la lengua valenciana, se crearon cursillos y minicursillos, para poder habilitar profesores de catalán, otorgandoles con celeridad el titulo de profesor de "valenciano", con el que empezaron pronto a enseñar en las aulas valencianas el catalán.
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