AUTOR: RICART GARCIA MOYA
(Nomes versio en Castellà · Solo versión en
Castellano)
No pide mucho Camps respecto al idioma. Se
conforma con el nombre y, a cambio, proseguirá dilapidando los impuestos en
disparates como la academia catalana Canal 9 de la Empar, la Nuria y el Chic de
la Sanc (o Minyó de la Sang, en català). En medio de tanto colaboracionismo,
alegres bajo el diluvio de oro, bailan rumba catalana Ascensión y sus
catalanitos. Este grupo fílológico-folclórico, en su cruzada contra el idioma
valenciano, jamás dirá cómo se valencianizó el catalán de Tortosa a Lérida.
Uno de los factores se debió a la exportación
de productos que ya tenían denominación, como el "paper" de las
fábricas valencianas (Lleura de Cotlliure, 1249); otro, a partir del 1300, fue
la ruta valenciana a la Universidad de la Corona de Aragón en Lérida. Durante
siglos, alumnos y profesores como Antoni Canals y Vicent Ferrer fecundaron el
romance leridano, influencia acrecentada con la lectura de clásicos valencianos
y de catalanes como Eiximenis o Pou, que vivieron y escribieron en Valencia.
Antes, las tropas de Jaime I habían asimilado vocablos que enriquecieron el
caótico romance militar y pastoril del 1200. Los valencianos bilingües (fueran
mozárabes, crípto-mozárabes o islámicos por interés o convicción), poseían un
lenguaje de origen poligenético que aglutinaba desde elementos semíticos a
indoeuropeos. Así, cuando en valenciano moderno escribimos: "Mos ha caigut
per lo barranc abaix. A eixe chic se l'han amportat les aigües del
barranc", usamos el sustantivo "barranc" que era desconocido por
los barceloneses del 1238. Ausias March lo empleaba también con valor de
precipicio o sima: "los grans barranchs". La primera documentación de
"barranc" es del 1249 en Morella, y le sigue una nutrida colección de
textos valencianos medievales con el sustantivo prejaimino, incluido uno
murciano de 1304 que, lógicamente, Corominas atribuye a "extensió de l'us
del valencia meridional" (DECLLC). Morfológicamente similar,
"barraca" fue otro de los vocablos valencianos que se extendería a
los idiomas europeos.
Hoy podemos construir la oración: "Eixa
barraca de Barrachina está llunt del barranc"; con mozarabismos que
alternan con el adverbio "llunt", creación de la literatura barroca
valenciana y única forma viva que encontró Corominas desde Morella a El Pinos
en el siglo XX (DECLLC). Actualmente, el PP de Camps prohibe "llunt"
para imponer el arcaísmo valenciano y catalán actual "lluny", tal
como manda Cataluña (no olvidemos que Camps fue Inmersiomán de Educación). Pero
además de barraca y barranc está el apellido Barrachina que, al ser topónimo
autóctono valenciano (Corominas), también es voz nuestra. Respecto a los
apellidos, el del gramático Carlos Ros, por ejemplo, era idéntico al del
medieval pueblo burgalés Ros, junto a río Urbel. Los prostitutos de la lengua
hacen creer que, ante la coincidencia de topónimos, siempre el catalán habría
procreado al valenciano, Es dogma engañoso, pues aparte de que ni los catalanes
ni el catalán existían en 1238, tenemos ejemplos de la dualidad toponímica sin
supeditación en un Paterna de Valencia y otro de Huelva; o el valenciano
Chirivella con el andaluz Chirivel y la rambla homónima en Almería que, como el
riachuelo Sangonera en Murcia, son anteriores al 1238, La propia ciudad de
Valencia, si hubiera sido una aldea minúscula e indocumentada en lugar de
metrópoli histórica desde la romanización ¿qué habría inventado el fascismo
catalán?, ¿no hubieran atribuido su nacimiento a algún muerto de hambre llegado
de la catalana València d´Aneu en 1238? Si obráramos como ellos, podríamos
tabular lo contrario: que la pirenaica Valencia d'Aneu (no documentada hasta el
1281), podría ser fundación de mozárabes valencianos emigrados al norte hacia
el 1180.
La minoría de
barceloneses que llegaron con Jaime I aprendieron voces valencianas surgidas de
un complejo proceso morfológico. Podían ser sustantivos botánicos como el
"mossàrab valencià allitendre" (Corominas: DECLLC), que no alude a
"all tendre", sino a cierto arbusto de las montañas de la Calderona,
cuyo denominación recogió Cavanilles en el siglo XVIII. También conocieron
topónimos extraños al condado barcelonés; p.ej., del latín "murus
veterus" (muro antiguo o viejo) los mozárabes crearon Murvedre o Morvedre;
y la citada Chirivella nació del latino "silvela" o
"silva", alusivo a bosquecillo. Corominas reconoce que Chirivella
deriva del "mossàrab valencià" (Onom.). Involuntariamente, este etímólogo
demuestra que existió un mozárabe valenciano que sería idioma con Siglo de Oro
y, por las circunstancias citadas, influiría sobre el catalán de Tortosa a
Lérida. Es significativo que los catalanes actuales sólo asocian
"granollers" a la villa de Granollers, pero no a lugar de ranas. La
valenciana "granota" -batracio que no dejaría dormir a Muntaner en su
alquería de Chirivella-, desplazó progresivamente a la catalana
"granolla". También en este caso, ante el arraigo medieval de
"granota" en textos valencianos, Corominas no puede negar su
mozarabismo.
El prestigio de la lengua y el interés de los
catalanes por imitarla fue un hecho que observó entre sus colegas el catalán
Andreu Bosch, y así lo anotó: "tots han volgut y volen cada día imitar la
llengua valenciana" (Summari. Perpinyá, 1628, p.27) Voces tradicionales
catalanas eran sustituidas por las valencianas. Por ejemplo, el mozárabe
valenciano "barrella" eliminó en casi toda Cataluña a la catalana
"parrella". Corominas, al que traduzco, dice; "Barrella, herba
que s´usava pera fer sabó, aixina dita en lo Reyne de Valencia... forma mosárap
que ha reemplasat a la propiament catalana parrella" (DECLLC). En el
siguiente párrafo, despistado, olvida el origen y roba el sustantivo:
"Desde el catalá, en consequencia, la paraula es va extendrer al castellá
barrilla, documentat desde 1'any 1607". La voz "barjola" es otro
mozarabismo valenciano, "barjoleta" (Furs de Valencia, s. XIII), que
pasó al catalán. Corominas dice que hasta 1851 no consta como valenciano, olvidando
los Furs y su uso literario con la grafía definitiva: "omplir la
barchola" (BUV Morlá: Ms. 666,c.1649); "ya hem omplit la
barchola" (Bíb.Nac,Coloqui del tío Pelut, 1801); "ompli molt be la
barchola" (Archiu Mun. Elig. Romans del pleit.1776), .
La valencianisació de la franja
tortosí-lleidatana va ser lliure; sinse res que vorer en la opresíó del
fascisme expansioniste catalá que mos aufega hui, en la total ajuda dels pepers
de Camps (y nostres dinés). Pero, a lo millor, els millars de valencians que
mos manifestárem l´atre disapte en Valencia escomencem a deixar de chuplarmos
el dit; y si poc a poc creix el número de gent com mosatros, ¿qué fará
l´eixércit de comisaris de bolchaca unflá? ¿tornar els millons furtats? El.
somi ya no pareix tan llunt, ¡quí anava a diro¡ (Eixe infínitiu y pronom fluix
enclític "dir + ho" = "diro", es creació del sigle XVII
valenciá).
Diario de Valencia 12 de diciembre de 2004
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