Autor: Ferrer.
14-6-2005.
Para
variar, escribiré este artículo en español. Y lo hago porque el español es
junto con el Valenciano, una de las dos lenguas oficiales en nuestra nación. El
español es la lengua mayoritaria de los valencianos (la habla el 100% de los
valencianos frente al 50% que habla Valenciano) y el idioma predominante en
algunas regiones de nuestro país (especialmente en las comarcas del interior,
el Sur y las cuatro grandes ciudades). La mayoría de familias valencianas
cuentan con miembros hispanoparlantes y miembros valencianoparlantes. Es lo que
hay.
Algunos recuerdan que el castellano fue impuesto en Valencia “por justo derecho de conquista”. Y es verdad. Pero también lo fue el latín por los romanos o el árabe por los al-andalusíes y me siento heredero de ambos. Hay quien apunta también que si un valenciano habla en español es franquista. Esto muestra bien a las claras del coeficiente intelectual de quien espeta tamaña estupidez. Para mí el español no es la lengua del enemigo, sino una de las dos lenguas nacionales del país, parte de nuestra identidad, algo que ya pertenece a nuestro ADN.
Para mí un valenciano hispanoparlante es tan valenciano como el que más. Y desde luego también puede llegar a ser tan valencianista como el que más. Yo he conocido a lo largo de mi vida a gente hispanoparlante que se ha desvivido por Valencia y la ha defendido siempre con uñas y dientes... Algo que no se puede decir de todos los valencianoparlantes. E incluso he conocido a compatriotas que sin hablar ni papa de Valenciano se consideran nacionalmente valencianos. Lo cual tampoco debiera extrañarnos: es algo usual en el País Vasco.
Si los valencianos renunciáramos al español estaríamos renunciando a una lengua internacional hablada por más de 400 millones de personas y 25 estados en el mundo, al refranero más sabio del globo, a leer a Miguel de Cervantes en su idioma, a hacer amigos en Latinoamérica via internet. Sería una auténtica catástrofe. Los valencianos tenemos la fortuna de contar con el Valenciano, que fue la primera lengua neolatina en tener un Siglo de Oro literario, y con el español, que nos puede abrir las puertas del mundo. Es un tesoro cultural doble.
Yo me siento orgulloso del Valenciano y del español. Y lejos de etnicismos excluyentes, nuestro pueblo debe velar para que ambas lenguas convivan en tolerancia y armonía. Los hispanoparlantes deben hacer un esfuerzo de integración y respeto y aprender Valenciano. Y la necesaria discriminación positiva que sin duda se merece el Valenciano no puede derivar en exclusión. El ideal que todos debemos perseguir es que algún día el 100% de los valencianos domine el Valenciano y el español a la perfección. Eso sería señal de que somos un gran país.
Algunos recuerdan que el castellano fue impuesto en Valencia “por justo derecho de conquista”. Y es verdad. Pero también lo fue el latín por los romanos o el árabe por los al-andalusíes y me siento heredero de ambos. Hay quien apunta también que si un valenciano habla en español es franquista. Esto muestra bien a las claras del coeficiente intelectual de quien espeta tamaña estupidez. Para mí el español no es la lengua del enemigo, sino una de las dos lenguas nacionales del país, parte de nuestra identidad, algo que ya pertenece a nuestro ADN.
Para mí un valenciano hispanoparlante es tan valenciano como el que más. Y desde luego también puede llegar a ser tan valencianista como el que más. Yo he conocido a lo largo de mi vida a gente hispanoparlante que se ha desvivido por Valencia y la ha defendido siempre con uñas y dientes... Algo que no se puede decir de todos los valencianoparlantes. E incluso he conocido a compatriotas que sin hablar ni papa de Valenciano se consideran nacionalmente valencianos. Lo cual tampoco debiera extrañarnos: es algo usual en el País Vasco.
Si los valencianos renunciáramos al español estaríamos renunciando a una lengua internacional hablada por más de 400 millones de personas y 25 estados en el mundo, al refranero más sabio del globo, a leer a Miguel de Cervantes en su idioma, a hacer amigos en Latinoamérica via internet. Sería una auténtica catástrofe. Los valencianos tenemos la fortuna de contar con el Valenciano, que fue la primera lengua neolatina en tener un Siglo de Oro literario, y con el español, que nos puede abrir las puertas del mundo. Es un tesoro cultural doble.
Yo me siento orgulloso del Valenciano y del español. Y lejos de etnicismos excluyentes, nuestro pueblo debe velar para que ambas lenguas convivan en tolerancia y armonía. Los hispanoparlantes deben hacer un esfuerzo de integración y respeto y aprender Valenciano. Y la necesaria discriminación positiva que sin duda se merece el Valenciano no puede derivar en exclusión. El ideal que todos debemos perseguir es que algún día el 100% de los valencianos domine el Valenciano y el español a la perfección. Eso sería señal de que somos un gran país.
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