Por Ricardo García Moya
Los
comentarios de Cisteller, catedrático de la Universidad de Lleida en 1637,
referentes a que la lengua valenciana penetraba en la Cataluña occidental, se confirman con testimonios como
el manuscrito "Antiguallas de
Poblet" (Bib. Nacional, Ms. 1701 ). Acabado en el homónimo monasterio
por el monje Joan Tolo en 1587, su contenido guarda más similitud con el
valenciano moderno que con el normalitzat que utiliza, por ejemplo, la Consellería
de doña Consuelo Císcar. Así, en la sintaxis comprobamos que sitúa la
preposición en ante topónimo, "en Barcelona" (f. 8), para indicar
localizacibn; reservando la preposición a
para la dirección: "pasá a
Cerdenya" (f.15).
Quizá
la valencianización del fraile se debiera a su estancia en el colegio abierto
por el monasterio en Lleida en 1568. Lo cierto es que en sustantivos abstractos
como vejez y fortaleza adopta la terminación valenciana: "vellea" (f. 8) "fortalea" (f. 89) huyendo del
catalán "vellesa i fortalesa".
El monje escribe "depositat
en la Seu", no "dipositat"; y cita a San Vicente sin alterar
nombre y apellido: "lo Papa y Sant
Vicent Ferrer" (f.15) no "Sant
Vicens Farrer", usando el clásico articulo lo. En otro folio leemos "en servici de Deu" (f. 39),
rechazando el catalán servei
que tanto agrada a sindicatos y consellerías. Siempre emplea el adverbio hui (f. 40), no la corrupción catalana avui. En otro párrafo dice: "cert número de sacerdots" (f. 50)
con el sustantivo número, común al
valenciano y al castellano; el IEC lo transcribiría como "cert nombre de sacerdots". Asimismo,
los plurales siguen la norma valenciana: homens, no homes.
EI
texto de 1587 demuestra que el valenciano moderno no es fruto decimonónico,
como afirman los del Palau de Pineda: carta fermada (f. 39), no signada; bona joya, no joia; los demés,
no els altres; rellonge, no
rellotge; dos hores, no dues hores;
en caixeta chica ixqué" (f.
89), no caixeta petita
sortí; porta Real, no Reial; viuda, no vidua; el ánima de sos antipasats (f. 11), no avantpasats; archiu (f. 30), no arxiu; espill, no mirall. Los incoativos
exhiben terminaciones correctas: "assistixca" (f. 50), no el
assisteixca inmersor. Hay tiempos del viure, como "vixqué" (15) y del eixir, como "ixqué" (f. 30), no el
catalán "sortir"; montanya (f.10) no muntanya. Supongo
que el fraile no disponía en 1587 del diccionario de LAS PROVINCIAS, pero lo parece.
Cuando trata sobre Fray Guillem Queralt y "la seua vida y milacres" (f. 69), aparte de escribir
milacres (no miracles) menciona tres veces el mes de enero, siempre
con el sustantivo valenciano "giner",
no el catalán "gener".
En
1997, el estudiante que utiliza giner
es amonestado o suspendido. ¿Por qué, si giner
es voz alejada del castellano y vigente desde la Edad Media? En el "Llibre de la Peixca de Alacant",
además de voces como Elig, despachat, dumenje, els demés, huit y anchova,
aparecen notas fechadas a 3 de "giner
de 1578, a 10 de giner, a 30 de giner", etc. (A. M. Alacant, arm.
5,115). Este era el valenciano alabado por Cervantes, pero ahora el mismo
Ayuntamiento de Alacant que guarda el "Llibre de la peixca" usa el catalán en sus escritos: gener,
arxiu, altres, descubreix, diumenge, amb, esport, servei, naturalesa, etc.
El
vocablo giner era reconocido en la
Cancillería Real. En documento de Felipe
II (cuyo descubridor y propietario es mi amigo don Miguel Mir) expedido en 1593, se traduce al latín el nombre del
caballero valenciano don Giner Rabaça, y lo traducen como Enero: Januario, Januarium, etc., con sus declinaciones latinas. Les parecerá raro,
pero el Diccionario Etimológico del Dr. Corominas ignora los miles de
documentos valencianos don- de encontramos giner
desde la Edad Media; el etimólogo sólo recuerda las voces gener y enero. ¡Extraño
cientificismo!
Seguimos
en el XVI, cuando los estudiantes y profesores valencianos que, desde 1300 a
1705, dieron vida a Lleida y sus comarcas difundían su idioma de igual modo que
los predicadores que les visitaban, según vio Cisteller hacia 1600:
"apostólicos varones de la Compañía de Jesús son valencianos, y predican
en valenciano en Cataluña" (B. U. Barc, Ms. 1010). Uno de los residentes
fue el hijo de Melchor Villena, al que "matáronle en las escuelas de
Lérida donde estudiaba Leyes" (Villena, I.
F.: Cenotafio, Va- lencia 1656, p. 13). ¿Dónde llevaron al estudíante
Villena herido? Para aprobar, diría que a la
"infermería"; pero
en el manuscrito leemos: "la escala de la enfermería" (f. 29), "repará la enfermería" (f. 29),
"prop de la enfermeria"
(f. 29). En consecuencia, cuando decimos "el chiquet te una enfermetat" respetamos la tradición
idiomática; por el contrario,
"infermetat" e "infermeria" son barbarismos del IEC.
EI manuscrito
plantea incógnitas: "antipasat" (f.11 ), ¿procedía de
la etimologia popular antic+pasat? Y otro detalle: los monjes
no dudaban de la existencia de mozárabes en la época de la Conquista. Poseían
"en lo archiu de Poblet informació
feta al papa Bonifaci" sobre la iglesia de San
Vicente Mártir, que "posehia molts bens" (muebles e
inmuebles, puntualiza el manuscrito) cuando fue donada "tres anys ans que
el Rey en Jaume conquistás lo Regne de Valencia al convent de Sant
Victoriá" (f. 50). Los frailes se limítaban a
repetir lo que "consta per fama pública y per
antigues y auténtiques escriptures" (f. 50). Esta iglesia con bienes no
sería posible sin valencianos mozárabes. Además, ¿por qué iban a mentir los
monjes sobre lo que sus antecesores de 1238 presenciaron?
Las Provincias 7
de Noviembre de 1997
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