Por Ricardo García Moya Las Provincias 9 de
octubre de 1993
En 1806, el escritor y viajero Joaquín Lorenzo
Villanueva encontraba "dans les archives de la Chartreuse du Val de
Cristo, près de Segorbe" un valioso pergamino que, al poco tiempo, era
vendido a la Biblioteca Nacional de París (Sig. R.G.AA., 566). Del documento y
su descripción se ocupó Michel Mollat en "Les Portulans", publicado
en Fribourg el año 1984. En el pergamino, aparece nítida la imagen de la Real
Señera con las barras coronadas sobre el territorio del Reino de Valencia y
contiene, además del nombre del autor, la fecha de ejecución: año 1413. Es
decir, nos ilustra sobre la Bandera Real que presidió la decisiva batalla de
Morvedre en 1412 -no muy lejos de Segorbe- y con la que el adelantado mayor de
Castilla trató de proclamar rey de Valencia a Fernando de Antequera; detalle
que no se ha tenido en cuenta hasta la fecha.
Sucedió el sábado 27 de febrero de 1412, poco
después del mediodía, cuando los dos ejércitos valencianos se enfrentaron en
las cercanías de Morvedre. La Corona de Aragón no tenía rey y nuestros
antepasados estaban divididos entre los partidarios del catalán conde de Urgel
y los del infante Fernando de Castilla. Lacónicamente, el capellán del
Magnánimo recordaba que: "Fue vencido el ejército de Valencia por Bernat
de Centelles y caballería de Castilla, de Valencia y gente de Morvedre. Murióel
virrey de Valencia y fue herido gravemente el justicia criminal, apoderándose
de la Bandera de Valencia que fue llevada al de Antequera.
Vencieron los Centelles que seguían a Femando de
Antequera, pero no hubo humillación para la Señera, ya que los vencedores
también eran valencianos y reconocían la realeza del símbolo. Antes del
choque, el virrey había solicitado al Consell un ejército y el estandarte real
con el Centenar de la Ploma, -según la norma empleada en el siglo XV; pues
siempre que ejecutaba alguna misión propia de su cargo y que requería
manifestarse con autoridad, se hacía acompañar por la Bandera Real de Valencia.
Y habría que aclarar que fue el virrey, que era
catalán, quien ordenó marchar contra Nules y Sagunto -donde estaban las tropas
castellanas- y no fue iniciativa de la ciudad de Valencia, como aviesamente
sugiere Fuster. El historiador Diago se percató de la turbia maniobra:
"Insta el virrey Bollera que salga la Bandera y
hueste de Valencia contra Nules (...) y como Bellera era catalán deseaba que el
Conde de Urgel sucediese en la casa real" (Diago, F.:
"Apuntamientos", p. 234).
Jerónimo Zurita, cronista aragonés, defendía la
legalidad del ejército que llevaba la Señera de Valencia por dos motivos: por
seguir al virrey, máxima autoridad (el monarca había fallecido), y por
defender al parlamento valenciano, que en aquellos días estaba en Vinaroz:
"El parlamento de Vinalaroz (sic); que siendo legítimamente congregado,
representaba todo aquel Reyno de Valencia".
El ejercito iba presidido por la Bandera de
Valencia, sustantivo que valía tanto para la ciudad como para el Reino;
"movió el Gobernador con la Bandera de Valencia, y con todas sus
compañías de caballo y de pie; el sábado a la tarde, sus batallas
ordenadas". Entre los caballeros que reconocieron la realeza de la Señera
habían castellanos y catalanes, como Guillen de Vich "que andaba con el
Adelantado de Castilla "No la consideraron trofeo de batalla, sino Bandera
Real apta para la proclamación del rey de Valencia:
"Tomó Ruy Diaz la Bandera de Valencia, la cual
envió el Adelantado de Castilla al Infante. Le envió a suplicar que cuando Dios
quisiese, que tomase título de Rey, lo que fiaba en Dios que sería, que le
pluguiese de tomarle con aquella Bandera Real" (Zurita, Jerónimo de:
"Anales de la Corona de Aragón". Zaragoza. 1579, p. 54).
Por tanto, no la humillaron como da a entender
Fuster, sino todo lo contrario. Fue ofrecida al futuro rey de Valencia para que
se proclamara soberano "con aquella Bandera Real". Por cierto,
también tenemos la imagen de la Real Señera anterior a la batalla de Morvedre en
un pergamino procedente de la antigua Bibliothèque Royale de París, instalada
en 1368 en una torre del Louvre. El valioso documento, del año 1410, muestra la
Real Señera coronada sobre fondo azul sobre el territorio valenciano (B. N.
París. Res. Ge. B. 8268).
Habría que añadir, por último, que el 9 de octubre
no era una jornada cualquiera en el resto de España. En el "Kalendario de
las fiestas" de las órdenes de caballería peninsulares -entre las que
figuraba la valenciana Orden de Montesa- aparecen la Ascensión, el Corpus
Christi y "el 9 de octubre. San Dionisio". ("Definiciones de la
Orden y Caballería". Capítulo general celebrado en Madrid, 1658. p. 546.)
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