Ricardo García Moya
Diario de Valencia 9 de Junio de 2002
Los barbarismos catalanes, con
total apoyo de la Generalidad, invaden nuestro espacio vital. Si la falla Na
Jordana escribe, por ajemplo, “gegant, perruqueria i pescateria” en lugar de
las valencianas “jagant, peluqueria y peixcateria”, obtendrá aplausos del
poder y titulares del diario catalán “Levante”. Aunque no es lo mismo, esto
viene a cuento por un anuncio a toda página y color del madrileño “El Mundo”
(Ed. Alicante, 12-5-02), publicitando el “Forn Desemparats” (sic) del Mercado
Central y de la calle Guillem Sorolla de Valencia. Sería digno de Sherlock
Holmes descubrir qué pretenden al publicitar en catalán el pan que aquí, en Alicante,
se vende con la misma calidad y precio. Lo de “Desemparats” no es el nombre
antiguo del establecimiento, pues en tal calle vivían familiares míos, y jamás
hubo un horno normalitzat (que sus razones tendrá); pero no encaja que se
anuncie en Alicante y repita en las pocas palabras del enorme anuncio las voces
“Desemparats, Empars, Emparigües”, en lugar de las valencianas Desamparats,
Amparito, Amparo (podría aceptarse Ampar), Amparigües, Amparín, etc. No creo
que la gente vaya de Alicante a Valencia para adquirir pan en tal horno, pero
el anuncio ha logrado que algunos alicantinos piensen que en Valencia se usan
tales palabras. Por cierto, jamás se bautizó a ninguna “Empar” hasta la
contaminación posterior a 1940, con el franquismo fusteriano y meapilas.
Lo que es innegable es que
existió un arcaísmo “emparar” en los romances hispánicos, y basta leer al
riojano Berceo o el castellanísimo Cantar del Cid para comprobarlo: “abremos
grand empara” (Cod. Cid, h. 1207, v. 450). Es decir, que mientras Berceo y el
juglar de Medinaceli usaban “emparar” en castellano, en los cartularios
romances del monasterio de Poblet aparece “amparandi... honorem” (año 1194), y
en textos del latín arromanzado del pallarés, “amparet Bernardum de Torenna”
(año 1170). Esta dualidad morfológica, en el idioma valenciano, acabó con el
triunfo de “amparar” por la tendencia a la abertura inicial átona. De ahí lo
raro que el “Forn Desemparats”, al felicitar a “les Empars” en lugar de “les
Amparos”, olvide que tal nombre jamás existió en la onomástica valenciana, como
reconoce hasta el pícaro Corominas “la variante empar es artificial, mera
corrección purista en una palabra poco arraigada” (DECLLC, Ed. La Caixa,
Barcelona, 1995). Como es pícaro, añade que “parece que en Valencia tiene más
extensión y no sé si más espontaneidad” (íd.) ¡Qué pillo es el menda! Dice que
no sabe si tiene más espontaneidad en Valencia, cuando la documentación más
antigua que ha encontrado es un texto en catalán fusteriano de 1960,
año en que hasta “Lo Rat Penat” sardaneaba al usar lo del amb y el
desenvolupar, al tener como modelo idiomático la Revista Valenciana de
Filología catalana (similar a la AVL), controlada por Joan Fuster, Gulsoy,
Sanchis Guarner, Martí de Riquer, Dolç, Bohigas y toda la fusilería del IEC.
Los valencianos tenemos
documenteción que demuestra que la adopción definitiva de “amparar, amparo y
desamparats” no fue imposición del GAV o UV: “desamparada” (Vilanova, Arnau:
Obres, XI. 75, h. 1290); “desampararia tot” (Crónica de Pere IV, abans del
1387); “ampares” (DCVB, doc. any 1392); “amparar... no obstant l’ampara”
(Roig: Espill, 1460); “deIs desamparats, ajudador dels malalts” (Martorell:
Ag. II, 170, 1490); “desampararen
la artilleria” (Breu relació de la Germania, 1519); “me desampares”
(Montanyes, Jaume: Espifl de ben viure, 1559); “eres del christiá amparo” (Timoneda:
Misteri de la Iglesia, 1575); “confraría dels desamparats” (Porcar; J.: Ms.
Coses, 1615); “troben en vos lo amparo... desamparat” (Mateu y Sanz, A la
Verge de la Sapiencia. Bib. Nac. Madrid, Ms. 3746, 1642); “unich amparo en tots
los perills” (Archiu Mun. Oriola, Leg. 984, Generalitat, 1649); “lo patrocini y
amparo” (Orti, M. A.: Segón Cent. Can. S. Vicent, 1656); “desamparats (Inv.
Sta. María de Castelló, 1674); “que em ampare ans (Cucarella: Luces de aurora,
1665); “desamparats” (Ros, Carlos: Tratat, 1736); “la mort me ampare... morirse
desamparat” (Escoriguela. Stabat Mater, 1799); “busca qui t´ampare” (Balader:
El pare alcalde, 1871); “sinse amparo es queda hui” (Escalante: El agüelo Cuc.
1877); “mos ampara” (Sánsano: Una sublevació en Jauja, Elig 1896);
“desamparadament” (Escrig: Dicc.1887); “Mare de Deu dels Desamparats” (Gadea:
Tipos, 1908; “perque l‘ampara” (Alberola: Terres secanes, 1924) “amparar,
desamparar” (Dicc. RACV 1997). La AVL, igual que alguno hornos, desprecia a
los autores citados y fomenta el arcaísmo “emparar” que impone Cataluña.
Hablando del pan, Corominas
condena “el recentíssim panaderia”(DECLLC), olvidando que más “recentíssim” es
el artificial nombre propio “Empar” (a. 1960) o la “nissaga” (h. 1800); no
obstante, los catalaneros pierden el culo bautizando a sus hijas con este
engendro para fortalecer la “nissaga” inmersora (en idioma valenciano clásico
existe “ginea”, equivalente a estirpe). La voz “panaderia” era patrimonial
antes de Almansa, “arrendadors de la panadenia” (Llibre Est. Peñíscola, any
l698), así que no era tan reciente este sustantivo que enlaza con el valenciano
“panader” (DCVB). Como ven, nos tienden trampas los que viven del catalanismo,
que son miles y miles.
La academia de Ascensión apoya
todas las guarrerías idiomáticas del IEC, aunque son tan chapuzas los acuerdos
de la AVL que parecen dictados por los Morancos. Así, el solemne “Acord de la
AVL” (20/5/02) está lleno de barbaridades que sólo pueden cometerse aposta y
para hacer reír. En el documento patinan, por ejemplo, al afirmar que el
sustantivo “gasto” no está documentada “en texts dels segles XIII al XVI”.
Ahora comprendo que quisieran un asesor idiomático estos virtuosos de la
lengua y hacer el ridículo, pues el inexistente “gasto” está presente desde
el siglo XIII al XVI, sea como el mozarabismo “guastar”, usado por San Vicent
(h. 1408), Roig (a. 1460), y Martorell (a. 1490); o en la forma reducida
“gastar”, preferida por Eiximenis: “gasten e porten a destrucció” (a. 1387).
Como es sabido, el humanista catalán escribía en nuestro idioma, pese a reconocer
humildemente “el seu pobre entendre en llengua valenciana”; aunque más
paupérrimo es el de los miembros de la AVL. Eso le pasa a Ascensión por no
haber consultado a cualquier miembro de la Real Academia de Cultura Valenciana,
que le habría sugerido sin cobrarle nada que leyera, por ejemplo, el popular
Thesaurum de 1575 (de veritat, Ascensió, que l’any 1575 es del siglo XVI),
donde Pou escribe: “lo gasto… fer grans gastos... cosa dels gastos... Ilibre
memorial, en que se escriu lo gasto del dia... cuc que es fa en los seps y los
gasta...” (Thes. Valencia 1575). Mentres tingam entre mosatros estos
mespantofles cegos cronolexics, arrancant rails y enredrant desde el chiquets
als yayos ¿cóm no eixirán a toneIlaes “Empars” y panaderies de desamparats
“desemparats”?
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