domingo, 2 de septiembre de 2012

HISTORIA DE LA CIUDAD DE VALENCIA DESDE SU FUNDACION HASTA LA LLEGADA DE JAIME I (III)




Extraído de Internet

En el año 616 desde la fundación de Roma, el año 138 a C, el cónsul Décimo Junio Bruto, a los que habían luchado en Hispania en tiempos de Viriato dió campos y una ciudad fortificada que se llamó Valencia. Así (han pasado) 21 siglos, así (pasen) muchos siglos más felizmente, el senado y el pueblo valenciano (lo hizo), terminado el siglo 21.

Época Imperial romána (Refundación de la ciudad)

Si pocas son las referencias literarias de la época republicana, no le queda a la zaga la denominada época imperial. Sólo los escritores latinos Pomponio Mela (de origen hispano) y Plinio el Viejo la citan; el primero para decir que es "notissima urbs" o ciudad importante.

La época imperial nace con la llegada al poder en Roma de Octavio Augusto (Roma 63 ac - 14 dc) o simplemente Augusto. Augusto se proclama emperador en el 27 antes de Cristo (Imperator Caesar Augustus), poniendo orden después de las guerras civiles habidas a la muerte de Julio Cesar. Es la conocida como época alto imperial.

Sobre el año 20 antes de cristo Valentia volvió a resurgir con la llegada de nuevos colonizadores procedentes de la peninsula itálica. Seran los conocidos como "valentini veterani" o veteranos (soldados licenciados de las legiones). Frente a ellos los "vetere" o ancianos que son la población ya residente en la zona y que después del colapso de la ciudad se encontraban dispersos por la zona. Juntos estos dos estamentos levantarian nuevamente la ciudad sobre las cenizas de la anterior; a este proceso algunos autores lo han llamado la refundación de la ciudad.

Con la llegada al poder del emperador Augusto vino la tan deseada paz a tierras hispanas al igual que al resto del imperio (Pax Romana). La ciudad creció y se desarrolló. Como hemos dicho no hay fuentes escritas que nos describan como era la ciudad en ese periodo, por eso hay que acudir a los restos arqueológicos para comprender como vivian los pobladores valentinos.

La ciudad seguía articulandose alrededor de las dos calles principales (el cardo y el decumanos) y en el lugar donde se cruzaban ambas calles se levantaba el foro, situado aproximadamente en el lugar que hoy ocupa la plaza de la Almoyna, la plaza de la Virgen y la Catedral. Las excavaciones realizadas en la plaza de la Almoyna y las lápidas halladas en el siglo XVII en la zona y que se conservan como sillares integrantes de la construcción de la
Basilica de la Virgen asi nos lo confirman.

El foro era la zona pública de la ciudad. En él se encontraban los templos (centro religioso), la plaza (centro comercial) y la basilica (centro administrativo y de justicia); alrededor de este foro y de las calles citadas se levantaban las viviendas de los ciudadanos, formando calles de cuadriculas perfectas.

Entre los restos arqueológicos hallados en la plaza de la Almoyna principalmente se encuentran la curia, la basilica, las termas (siglo II), un acueducto e incluso un puerto fluvial que se situaba cerca de las actuales Torres de Serranos ya que por aquel entonces el río Turia era navegable para pequeñas embarcaciones.

En aquella época los valentinos adoraban a diversos dioses: Isis, Asclepio, Ninfas, Hercules, Jupiter y la diosa Fortuna; el cristianismo no había germinado todavía en tierras hispanas pero la llegada del Mesías ya se habia producido en Palestina y se empezaba a extender por Roma y su imperio.

De esta época tenemos una inscripción que nos habla de la puerta Sucronensis, por lo que podemos afirmar que Valentia era una ciudad amurallada. La puerta Sucronensis hace referencia a la ciudad de Sucro (actual Alzira), ya que esta puerta era la salida natural hacia esta población.

En la zona del actual Palacio de las Cortes se han encontrado los restos bastante bien conservados de una vivienda romána. De su estudio se deduce que la forma de vida no se diferenciaba (salvando las distancias) de la Roma Imperial. La casa romana giraba alrededor de un patio central descubierto (llamado atrio) en cuyo centro un algibe, fuente o alberca permitía recoger el agua de lluvia. Aldrededor de este patio se encontraban las distintas habitaciones de la casa, tanto de los propietarios como de los esclavos.

Las casas estaban realizadas en piedra, la utilización del ladrillo era escasa, los tejados se cubrian con tejas planas rectangulares, las paredes de las habitaciones se adornaban con pinturas murales de vivos colores y los suelos solian estar cubiertos por cal, cerámica triturada, ladrillos romboidales, ladrillos de canto y en las casas más ricas con mosaicos, cuyo máximo exponente en nuestra ciudad es el conocido como mosaico de la Medusa, encontrado en unas excavaciones en la actual calle del Reloj Viejo. El mosaico hoy se encuentra depositado en el Museo de Historia de la Ciudad.

Además las casas se decoraban con pequeñas esculturas de caracter decorátivo y otras más pequeñas que correspondian a los dioses familiares.

La actividad económica se basaba principalmente en el comercio y en la elaboración de productos artesanales: estatuaria, fabricación de recipientes metalicos, modelado de esculturas y trabajos artesanos relacionados con la construcción.

A principios del siglo IV, un hecho extraordinario tiene lugar en Valentia, la tortura y muerte de Vicentius, diácono de Valero y que habian sido traidos a la ciudad desde Caesaraugusta (Zaragoza) para ser juzgados por el consul Daciano por el delito de ser cristianos y no rendir culto al emperador Diocleciano (284-305). El 22 de enero de 304, Vicentius moriría torturado en las cárceles valentinas y con él nacería el primer santo de origen hispano:
San Vicente Mártir

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