Por Ricardo García Moya
Las
Provincias 14 de diciembre de 1991
En
el siglo XVIII, el popular Domingo Pablo -personaje bajito que ocupaba el
cargo de sacristán de Santa Ana- empleaba su ocio en componer estrofas que
luego repartía en los festejos; una de ellas, por su intención, podría
adoptarla García Broch ante las criticas catalanistas:
"De
mi dihuen tot
lo que volen dir
yo crech lo que vull
y en ma pau estich"
lo que volen dir
yo crech lo que vull
y en ma pau estich"
Domingo
Pablo, nacido en Vinaroz, no tenía complejo en afirmar que escribía en
valenciano. Sin embargo, la actual "inmersió catalana" ha logrado que
nos avergoncemos de nuestro propio vocabulario; veamos ejemplos: hasta hace
poco era usual la palabra "reine", pero propagaron que era una
corrupción y nadie en la actualidad se atreve a usar el vocablo. Es cierto que
el substantivo se generalizó tardíamente, pero (aparte que no hay fecha de
caducidad en la formación de un idioma) no fue invención de un Escalante o
Baldoví, pues ya aparece en carta del 25 de febrero de 1505 dirigida desde el
"Real Palau" de Valencia por la "trista" Juana,
"Llochtinent General en lo Reyne de Valencia", a los Justicias de
Oriola (Arch. Mun. Murcia, sig. 4-C-27). De igual modo, el perseguido pronombre
"nosatros" fue generado antes de 1707 y admitido incluso por los
escribanos de la Generalidad; en carta de "Los Elets dels tres
Estaments" (11, diciembre, 1696), leemos: "sent en nosatros tan
precisa la propia defensa". Igual podríamos decir de "sigle",
pues el cronista Marco Orti afirmaba en 1656 que "me manaren escriure la
relació de les festes del quart sigle" en lengua valenciana.
La lista de vocablos sería interminable. Entonces ¿por qué ese ataque a una concejala que sólo pretende recobrar la singularidad idiomática valenciana? ¿No fue empleado el mismo léxico, cuando el Reino era autónomo, por personas de máxima categoría social y cultural? En contra, los inmersionistas arguyen razones etimológicas ¡qué graciosos!, pues son los primeros en hacer chapuzas en este sentido; como la conocida sustitución del clásico "deport" por "esport", o el invento de la preposición de compañía "amb".
Para los colaboracionistas de la inmersión catalana, la actuación de García Broch es reprobable. Una política cultural adecuada sería la practicada en ciertos ayuntamientos que promocionan la bandera cuatribarrada y emplean el barcelonés. Es comprensible que se sientan incómodos ante el primer consistorio que les ha plantado cara y, como son muy emprendedores, ya están organizando piquetes encargados de emborronar pasquines y rótulos callejeros redactados en valenciano.
Se habían acostumbrado a pontificar, hacer y deshacer a su gusto, premiando obras que sonrojarían a guionistas de culebrones televisivos, esculturas horrendas y pinturas ridiculas. Sin ir más lejos, el pasado 25 de abril se reunieron los exquisitos de la lengua, y acordaron otorgar al equipo que realiza "Cultura i Aula" el "II Premi CAPPEPV de Periodisme".
"Cultura i Aula" es un opúsculo que remiten desde Castellón a los centros de enseñanza de la Comunidad ¡aunque no estén suscritos! En él se practica la inmersión lingüística con este estilo: "quan el sac em ve petit cap enlaoire, papallona". El premio se lo concedieron por realizar "una eine interesant que dona suport a 1'ensenyament en valencià i ajuda a la renovació pedagógica" ("Cultura i Aula,", 30 abril 1991). Muestra de la elevada educación que inculcan a los niños son los versos de Estellés, aparecidos en la portada del ejemplar que, posiblemente, motivó al jurado:
La lista de vocablos sería interminable. Entonces ¿por qué ese ataque a una concejala que sólo pretende recobrar la singularidad idiomática valenciana? ¿No fue empleado el mismo léxico, cuando el Reino era autónomo, por personas de máxima categoría social y cultural? En contra, los inmersionistas arguyen razones etimológicas ¡qué graciosos!, pues son los primeros en hacer chapuzas en este sentido; como la conocida sustitución del clásico "deport" por "esport", o el invento de la preposición de compañía "amb".
Para los colaboracionistas de la inmersión catalana, la actuación de García Broch es reprobable. Una política cultural adecuada sería la practicada en ciertos ayuntamientos que promocionan la bandera cuatribarrada y emplean el barcelonés. Es comprensible que se sientan incómodos ante el primer consistorio que les ha plantado cara y, como son muy emprendedores, ya están organizando piquetes encargados de emborronar pasquines y rótulos callejeros redactados en valenciano.
Se habían acostumbrado a pontificar, hacer y deshacer a su gusto, premiando obras que sonrojarían a guionistas de culebrones televisivos, esculturas horrendas y pinturas ridiculas. Sin ir más lejos, el pasado 25 de abril se reunieron los exquisitos de la lengua, y acordaron otorgar al equipo que realiza "Cultura i Aula" el "II Premi CAPPEPV de Periodisme".
"Cultura i Aula" es un opúsculo que remiten desde Castellón a los centros de enseñanza de la Comunidad ¡aunque no estén suscritos! En él se practica la inmersión lingüística con este estilo: "quan el sac em ve petit cap enlaoire, papallona". El premio se lo concedieron por realizar "una eine interesant que dona suport a 1'ensenyament en valencià i ajuda a la renovació pedagógica" ("Cultura i Aula,", 30 abril 1991). Muestra de la elevada educación que inculcan a los niños son los versos de Estellés, aparecidos en la portada del ejemplar que, posiblemente, motivó al jurado:
"Bon
día, normalitat o hostilitat de l'oratge,
volum de merda que he amollat i mire
Aquesta bona merda, assaonada i frágil,
dona ganes d'invitar a sucar-hi el veínat"
volum de merda que he amollat i mire
Aquesta bona merda, assaonada i frágil,
dona ganes d'invitar a sucar-hi el veínat"
("Cultura
i Aula"; 19 marzo 1991)
Habría
que ver la reacción del mismo jurado si el galardón hubiera sido otorgado por
la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valencia. Es comprensible que
García Broch no preste excesiva atención a los consejos culturales de estos
"exquisitos". Los más que merecen es un homenaje similar al que fue
objeto el vate de Burjasot, cuando el "veinat" —que
él invitaba a "sucar"— rechazó
el menú y prefirió depositar la protagonista de sus versos sobre el busto del
poeta.
Miren esta composción inédita, de un manuscrito valenciano del año 1643, que trata precisamente de la íntima relación entre el poeta y su obra; son significativos los dos últimos versos:
Miren esta composción inédita, de un manuscrito valenciano del año 1643, que trata precisamente de la íntima relación entre el poeta y su obra; son significativos los dos últimos versos:
"Perque
quant escriu batalles
fan (les Muses) que pense que es valent,
si amors com a mel de sucre
tot melós lo solen fer.
Si pastorils versos fa
pastor que pense ques (sic),
si escriu de furts lo fan lladre
y si de fem, femater"
fan (les Muses) que pense que es valent,
si amors com a mel de sucre
tot melós lo solen fer.
Si pastorils versos fa
pastor que pense ques (sic),
si escriu de furts lo fan lladre
y si de fem, femater"
(Bib.
Nacional Madrid; Ms. 3746, f.626)
Escrito
de los "Deputats" de la Generalidad en que aparece el pronombre
"nosatros". Es interesante, pues los catalanistas dicen que surgió el
siglo pasado, teoría que sería desmontada por este Memorial a Carlos II. Si los
diputados lo consideran correcto -aunque no estaba generalizado en la correspondencia
diplomática-, quiere decir que el pueblo lo utilizaba ampliamente. La fecha
exacta es 11 de diciembre de 1696, e incluye a pie de documento la fórmula
preceptiva de "Los Elets dels tres Staments" y la firma de
"Jusep Orti Secretari".
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