Por Ricardo García Moya
Las Provincias 16 de Mayo de
1999
Una
de las consignas que más ha calado entre las víctimas de la inmersión
-estudiantes, funcionarios y emigrantes- es la que propaga que sólo eran
lenguas oficiales de la Cancillería de la Corona de Aragón el aragonés y el catalán.
En textos inmersores de BUP leemos: "Jaime I decidió redactar en cata- lán, y no en latín, toda la documentación
referente al Reino de Valencia" (Llengua COU, Ed. ECIR, p.107), pero el
original en que se basa la cita anterior dice: "In curia civitatis
Valencie... omnes actus et sentencie in
romancio". Estamos ante una variedad de glosolalia, en la que el afectado inventa palabras o las dota de
significado que place a su extravío.
Entre
los gramáticos del IEC hay casos célebres de acromegalia y aerofagia, pero la glosolalia es endémica en filólogos y
siguen la glotosofía o filosofía del
lenguaje del Instituto d'Estudis Catalans. EI síntoma más espectacular es que
leen la palabra "catalán" en textos donde no figura tal vocablo. En
un libro editado por la Generalidad de Cataluña, los filólogos Bastons y
Estruch -afectados de glotolalia- creen operar con bisturí semántico sobre
frases confusas, restaurándolas al concepto original. Del "Cantar del Cid" escogen la voz
franco, explicando que el autor aludía al doble sentido de "noble y catalán". Según los autores,
debiéramos corregir mentalmente cada vez que leamos franco en el "Poema del Cid", substituyéndolo por
catalán. Lo mismo sucede con la prosa alfonsina (1221-1248). Su glosolalia les
hace creer que donde en el original figura franceses
debe decir catalanes (Estruch:
"Cataluña en la literatura". Barcelona 1997).
La
glosolalia afecta a los paleógrafos del IEC, no a los manuscritos originales,
por lo que hay que recordar que jamás ordenó Jaime I que la documentación
valenciana se escribiera en catalán. En ocasiones, aunque no era habitual, el
funcionario citaba el idioma. En la documentación remitida a la Cancillería, en
1586, el consell desea que se entregue en mano a Felipe II; en este caso
puntualizan que, aunque "escrita en
lengua valenciana" (ACA. L.1350), sea traducida por un noble
valenciano residente en la corte. Los afectados de glosolalia cuando observan
"in idiomate valentino" en
las actas del Compromiso de Caspe dicen que pone "català". Y quizá
sea éste el documento oficial más solemne de todo el XV, al reflejar el cambio
de dinastía del rey de Valencia y conde de Cataluña.
Ejemplo
de prosa valenciana usada por la Cancillería son las autorizaciones reales para
la impresión de libros. La otorgada a Jaume
Prades, firmada por el conseller real Jaume Ferrer, está fechada "a
XXI de giner 1595". La Cancillería
usaba léxico valenciano como el sustantivo giner,
prohibido ahora por la inmersión y sustituido por el catalán gener. Este impreso otorgaba la
licencia real a Jaume Prades, rector de "Ares en lo Maestrat de Montesa", frase que un afectado de
glosolalia ve con alterada morfosintaxis, convirtiendo el texto de la
Cancilleria en algo así como "Ares
al Mestrat de Muntesa".
En
el permiso real hay plurales como "cofrens" -documento en el s. XIII- y la fórmula de apro- bación
valenciana "a nos ben vist",
ahora sustituida por la barcelonesa "vistiplau".
EI libro de Prades se titulaba "Historia de la adoración" y abordaba
tangencialmente el problema derivado de la confusión babélica y la formación de
múltiples lenguas: "Entre las
quales havia (sic) muchas que, aunque distintas, se entendían unas a otras,
como son agora la Valenciana y Catalana" (p. 350). EI doctor Prades
puntualiza que, "aunque distintas",
se entendían; pero en el mismo párrafo añade otras comprensibles: la toscana,
francesa y castellana. EI autor aludía a las neolatinas del sudoeste de Europa,
más o menos comprensibles en relación a semíticas, eslavas y germánicas.
La
Cancillería se castellanizó bajo los Austrias, pero la Generalidad del Reino
siguió remitiendo memoriales y cartas en el idioma valenciano vivo, distinto al
catalán coetáneo. Como ejemplo de léxico oficial tenemos el utilizado por Jusep
Orti, secretario de la Generalidad, en una misiva oficial del año 1704: "Ya contribuixen, este any,
servicis, lo deposit, atendre,
inglesos, fortelees, Ilealtat, allaugerarlo..." (8P0,
R. 2035, 10 octubre 1704). Traducido al catalán sería: ja contribueixen, aquest, diposit, atenir, anglesos, fortalesas, serveis, Ileialtat, alleugerir-lo, etc.
EI
escrito de la Generalidad contenía frases en valenciano moderno: "Y en tots estos numerosos eixercits",
que la inmersión traduciría en: "I
amb tots aquets nombrosos exèrcits". En fin, lo dijo fray Antoni
Canals en 1395 y lo repitió el
rector Jaume Prades dos siglos
después, en 1595, desde su atalaya
en Ares del Maestrat: aunque se entienden por su común origen, las lenguas
valenciana y catalana son distintas. Ahora, en 1999, serían acusados de sececionistas
por los afectados de glosolalia.
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