Ricardo García Moya
Diario de Valencia 10 de Marzo de 2002
Desde hace 20 años, un funcionario que se llama Josep
Lacreu es el escorchador o desollador oficial del idioma valenciano. Desde su
despacho en la Conselleria de Cultura ha facilitado la introducción de léxico,
morfología y sintaxis del Institut d’Estudis Catalans en los diccionarios y
gramáticas que le encargaba la Generalidad del PSOE y, al ser tan eficaz, el
PP lo mantuvo en la poltrona para que siguiera su labor. Lacreu es un fósil
viviente, como el celacanto, de aquellos tiempos del Cipriano en que, “desde la
perspectiva institucional" (frase orgástica para Lacreu), urdían maldades contra
la Real Señera o el título de Reino. De sus cerebros y nuestros impuestos
salían vejaciones toponímicas como La Comunitat, Levante, País o Mediterrània,
mientras santificaban al Principat de Catalunya en los textos escolares.
En Lingüística se llama ruido al conjunto de
elementos que interfiere el proceso de comunicación, y a Lacreu le proporcionaron
cacerolas para aturdirnos, ya que en sus diccionarios y gramáticas (Generalidad-Bromera)
introduce como valenciano todo tipo de mierdas léxicas catalanas y arcaísmos
que dicta el IEC: perruqueria, amb, tipus, ensems, lloure, cap de setmana,
aviram, drapaire, plenar; emplenar, boletaire, xaia, noi, monjo, rellotge,
efa, gaire, etc. Los poderosos de antaño tenían enanos escorchadores a sueldo
para torturar con arte al enemigo, y a Lacreu se le encargó la misión de
arrancar lentamente, sin piedad, la epidermis a la lengua valenciana. El
solito, según pregona el díario catalán Levante, “ha hecho ya todo el trabajo
de la Academia” (24-02-02); pero no crean que Lacreu es un solitario chulocojones,
pues le ampara todo el catalanismo histérico-místico del PPSOEU, siendo prototipo
de blando valenciano que propaga la catalanización a cambio de un sueldo ¿o lo
hace gratis?
Eco del IEC, Lacreu rechaza los matices léxicos y
morfosintácticos extraños al catalán. Así, la frase: “gavinet pera escorchar
este abre " está en idioma valenciano, mientras que “ganivet por a
escorxar aquest arbre” está en el catalán que impone Lacreu. ¿Diferencias
mínimas? De acuerdo, pero existen, aunque desprecien “abre” por ser creación
valenciana del XVII, y “escorchar” o “gavinet” por aparecer en el XV; en
realidad se condena todo lo que obstruya la catalanización, pero el “abre”
valenciano está ahí: “la fulla en lo abre” (Ballester: Ramellet, 1667); “tocá
en este abre” (Gonçales, R.: Sacro Monte Parnaso, Valencia 1687); “del Turia,
de abres tot ell ben rodat" (Ros, Carlos: Paper graciós, 1740); “abre tan
ple de cacau” (Coloqui de Tito y Sento, 1789); “com el tronc de un abre” (Conversacions
de Saro.1820); ”D’abres de riu la plantá no fases en el secá" (Aforismes
rurals en catalá, traduits al valencia, 1853); “de mal abre, males rames” (Escrig:
Dicc. 1887); “se deixará vorer un abrerio grandisim" (Alarcón, V: El
tenorio de Alsabares, Elig 1892); "me tallaren els abres” (Serrano, A.:
Una sublevació en Jauja, Elig 1896). Lacreu engaña al propagar, por ejemplo,
que la catalana "maduixa" es valenciana, siendo más papista que el
papa Corominas, pues el catalán recuerda que “fraula, fraular fraulera” son las
voces valencianas y, añade, de probable origen mozárabe. Opuesto al “ruido” de
Lacreu existe el proceso de “desambigüización”; p.ej., en idioma valenciano
tenemos "escorchar, escorchador" con la acepción de desollar, desollador,
y “matarife” y “matader” como derivados del verbo valenciano “matar”. Un
“escorchador" o "escorchaor” puede arrancar pieles o cortezas de
árboles, pero no sacrificar pollos en el “matader, mataero", según las variables
dialectales del idioma valenciano. La voz “matarife” estaba arraigada entre
estos profesionales de habla valenciana a principios del XX y, aunque
Corominas sugiere que es arabismo de origen desconocido, sólo se documenta a
partir del XIX en las lenguas peninsulares. El sustantivo matadero oscilaba
entre la apócope y la supresión valenciana de la “d” intervocáIica: “matader:
donde se mata y desuella el ganado” (Escrig 1887); “arribara al mataero sinse
por” (Bernat, Ll.: El terreno, 1894); “en fi, al mataero" (Escalante, Eduart:
Matasiete, 1884); “que n’hia en lo mataero“ (Liern: La mona de Pasqua, 1862)
Los diccionarios de Lacreu reflejan la morfología que
impone Catalunya, sin respetar la “ch” clásica: “m’ha deixat tot escorchat...,
viva escorcharen / gran fetillera...,fon escorchat, per mig serrat
....., com no escorchá“ (Roig, Jaume: Espill, 1460); “escorchat com Sent
Berthomeu...,lo cuyro que havia escorchat" (Esteve: Liber, 1472);
"escorchant un gran cervo... escorchaven" (Martorell: Tirant, 1492)
“escorchador“ (Exulve: Praeclarae artis, 1643) “de escorchats tenim lo
nom" (Fiestas Inmaculada, Valencia, 1663, p.342); “es escorchat“ (Tormo,
B.: Relació que fa a Thomás. Valencia, a. 1769). “Escorchar: desollar.
Escorchador: desollador” (Dicc. RACV,1997) ¿Lo ven? Existía frontera morfológica
y semántica entre los “escorchar, escorchador" valencianos, los
“escorxar, escorxaires” catalanes, el francés “écorcher", italiano
“acorza", el antiguo gallego “escouchar”, etc..
En su “Vocabulari de barbarismes” (Generalitat, 1995),
Lacreu está hecho un tío machote y prohíbe las grafias de la voz reloj en
idioma valenciano, imponiendo el arcaísmo “rellotge” con la “t” de marras que,
casualmente, es la forma catalana actual. El sustantivo valenciano, desde el XV
se singularizó con variables consonánticas, especialmente con la sonora nasal
“n” donde el catalán sitúa la “t" sorda: “relonges, per rodes,
cordes" (Roig, Jaume: Espill, 1460); “relonge" (Vinyoles: Obres en
lahor de Sta. Catherina, 1511); “perfets relonges" (Pineda: Sentencia,
1561); “relonger“ (Pou: Thesaurus, 1575); “rellonger mestre de fer
rellonges" (Exulve: Praeclarae, 1643); “lo relonge del estudi” (Const.
Universitat Valencia, 1655); “rellonche de plata” (Mulet: Bib.Nac. Ms. Infanta
Tellina, h. 1660); “relonche de arena" (ACV. Ms. Melchor Fuster, h.1680);
”senyalada en lo relonge” (Mas: Sermó S.Vicent, 1755); “relloncher: relojero”
(Rosanes: Voc. val.1864); “el rellonche" (Millás: Els microbios, 1884);
“relloncher” (Choguet valenciá estrenat en Eldorado, Barcelona 1901);”els
tals rellonges” (Gadea: Tipos, 1908); “rellonge, rellonger" (Dicc. RACV,
1997).
Usando plural mayestático, el divino Lacreu dice a sus
admiradores del diario catalán Levante que: "nos mostramos moderadamente
tolerantes". Chulapón gendarme del PP contra la barbarie blavera, nos
perdona la vida y, sacrificándose, no tiene inconveniente en seguir dándonos
pienso compuesto del Institut d’Estudis Catalans a los valencianos, con el
aplauso del PP y un buen sueldo del erario público.
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