En 1.409 el rei va nomenar governaor de Valencia al noble Arnau Guillem de Bellera, jurant son carrec en la catedral de Valencia el dia 25 de novembre.
El governaor sempre va demostrar sa devocio pel comte d’Urgell, per lo quel simple anunci del seu nomenament, fea dir que els Centelles el teniem per son enemic y en realitat la rivalitat entre Bernat Centelles y el governaor Bellera era total, degut a quel governaor emprava major ajuda possible a ses enemics els Vilaraguts.
No mes v’aplegar a Valencia escomençà el governaor Bellera a donar mostres de s’extraordinaria activitat y caracter. Primer v’intermediar en Xativa pera calmar als Centelles y als Maça de Lluna. Despres en la Ciutat de Valencia va castigar als partidaris dels Centelles que s’havien refugiat en la catedral. El vicari general en absencia del bisbe Hugo de Lupià v’excombregar a tots quants prengueren part en esta accio.
Ab la presencia del governaor Bellera no a soles es varen calmar les escaramusses entre els bandos dels Centelles y dels Vilaraguts, sino que estaven mes barallats que mai ante el recolzament descarat que prestava als Vilaraguts, per lo que varen decidir opondre’s al comte d’Urgell en la successio de la quel governaor tambe era partidari.
Va faltar en lo mateix any de 1.409 el jefe de la casa dels Centelles, Gilabert de Centelles y de Riu-Sec, senyor de la Baronia de Nules y Oliva que fon conseller y camarlenc del rei En Marti.
Ab tropes valencianes va participar en la defensa dels comtats catalans contra l’invasio dels d’Armanyac y caigue presoner en 1.390. En 1.394 es traslladà a Sicilia ab les tropes del rei En Joan I que envià en ajuda de son germa Marti. Tornat a Valencia prengue part en les banderies que enfrontaven als Soler y Centelles des de 1.396 per una desavenencia aguda entre Jaume Soler, baile general, y Gonçal Dies respaldat este per els Centelles bando que va capitanejar des de 1.398.
Li va succeir en els tituls de les baronies aixi com en la capitania dels Centelles son fill Bernat de Centelles Riu-Sec i Cabrera.
AÑO 1413. EL PADRE VICENTE FERRER RECONCILIA A LOS CENTELLES Y VILARAGUTS
El padre Vicente Ferrer feu el encargado de predicar los sermones de la cuaresma, sermones que constituyeron un clamoro éxito por la efectividad de sus consejos, que hicieron posible la pacificación y reconciliación de los bandos enfrentados entre los Centelles y los Vilaragut, desapareciendo los odios y rencores que durante tantos años ensangrentaron el Reino de Valencia.
Donde fracasaron reyes y gobernantes, leyes penales y represiones policiacas, se alcanzó con la ayuda sobrenatural, la paz, creando un clima de convivencia que se entendía no debería volver a turbarse.
Desde el mes de enero de 1410, el padre Vicente, Salió de Valencia a Alcoy, Elche, Orihuela y Murcia, predicando en todas estas ciudades con su acostumbrado fervor y consiguiendo arrepentimientos y conversiones, así como el entusiasmo de todas las gentes. Su fama llegó incluso a tierras de Granada dominadas por los mahometanos, a las que fue invitado por el rey moro. El padre Vicente que por entonces estaba molesto por una llaga en una pierna, no quiso renunciar a esta invitación y acudió a Granada subido en un jumento, siendo recibido con demostraciones de júbilo. Predicó y muchos estaban dispuestos a su conversión, pero desató la cólera de los morabitos y santones que trataron de darle muerte, por lo que el rey le aconsejó que saliera de Granada. De Granada pasó a Sevilla y Ecija, pasando después a Toledo.
El governaor sempre va demostrar sa devocio pel comte d’Urgell, per lo quel simple anunci del seu nomenament, fea dir que els Centelles el teniem per son enemic y en realitat la rivalitat entre Bernat Centelles y el governaor Bellera era total, degut a quel governaor emprava major ajuda possible a ses enemics els Vilaraguts.
No mes v’aplegar a Valencia escomençà el governaor Bellera a donar mostres de s’extraordinaria activitat y caracter. Primer v’intermediar en Xativa pera calmar als Centelles y als Maça de Lluna. Despres en la Ciutat de Valencia va castigar als partidaris dels Centelles que s’havien refugiat en la catedral. El vicari general en absencia del bisbe Hugo de Lupià v’excombregar a tots quants prengueren part en esta accio.
Ab la presencia del governaor Bellera no a soles es varen calmar les escaramusses entre els bandos dels Centelles y dels Vilaraguts, sino que estaven mes barallats que mai ante el recolzament descarat que prestava als Vilaraguts, per lo que varen decidir opondre’s al comte d’Urgell en la successio de la quel governaor tambe era partidari.
Va faltar en lo mateix any de 1.409 el jefe de la casa dels Centelles, Gilabert de Centelles y de Riu-Sec, senyor de la Baronia de Nules y Oliva que fon conseller y camarlenc del rei En Marti.
Ab tropes valencianes va participar en la defensa dels comtats catalans contra l’invasio dels d’Armanyac y caigue presoner en 1.390. En 1.394 es traslladà a Sicilia ab les tropes del rei En Joan I que envià en ajuda de son germa Marti. Tornat a Valencia prengue part en les banderies que enfrontaven als Soler y Centelles des de 1.396 per una desavenencia aguda entre Jaume Soler, baile general, y Gonçal Dies respaldat este per els Centelles bando que va capitanejar des de 1.398.
Li va succeir en els tituls de les baronies aixi com en la capitania dels Centelles son fill Bernat de Centelles Riu-Sec i Cabrera.
AÑO 1413. EL PADRE VICENTE FERRER RECONCILIA A LOS CENTELLES Y VILARAGUTS
El padre Vicente Ferrer feu el encargado de predicar los sermones de la cuaresma, sermones que constituyeron un clamoro éxito por la efectividad de sus consejos, que hicieron posible la pacificación y reconciliación de los bandos enfrentados entre los Centelles y los Vilaragut, desapareciendo los odios y rencores que durante tantos años ensangrentaron el Reino de Valencia.
Donde fracasaron reyes y gobernantes, leyes penales y represiones policiacas, se alcanzó con la ayuda sobrenatural, la paz, creando un clima de convivencia que se entendía no debería volver a turbarse.
Desde el mes de enero de 1410, el padre Vicente, Salió de Valencia a Alcoy, Elche, Orihuela y Murcia, predicando en todas estas ciudades con su acostumbrado fervor y consiguiendo arrepentimientos y conversiones, así como el entusiasmo de todas las gentes. Su fama llegó incluso a tierras de Granada dominadas por los mahometanos, a las que fue invitado por el rey moro. El padre Vicente que por entonces estaba molesto por una llaga en una pierna, no quiso renunciar a esta invitación y acudió a Granada subido en un jumento, siendo recibido con demostraciones de júbilo. Predicó y muchos estaban dispuestos a su conversión, pero desató la cólera de los morabitos y santones que trataron de darle muerte, por lo que el rey le aconsejó que saliera de Granada. De Granada pasó a Sevilla y Ecija, pasando después a Toledo.
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