Ricardo
García Moya
Diario
de Valencia 10 de Febrero de 2002
El diario Levante, espadón del Nuevo Orden idiomático,
denunciaba que “Agricu1tura traduce al español y al valenciana de la RACV el
trabajo de un instituto de Benicarló”. En este centro -que ostenta el nombre
del manipulador Joan Corominas-, se imparte catalán, como en todos los
institutos del Reino. Una de las profesoras, Olga Suárez, se burlaba de la
timidez traductora de la Consellería de Agricultura, al haber mantenido la
grafía catalana en "punxents, y no cambiar la x por la ch secesionista”.
La patosa Olga Suárez oculta o ignora ciertos detalles: en primer lugar, “punxent”
es un barbarismo que aparece en Cataluña en el siglo XX, según dice su admirado
Corominas: “Punxent ha penetrat molt avui en l’us general del Principat, i jo
mateix l’he usat molt des de c.1925; recordo, però, que abans em xocava”
(DECLLC). Los colaboracionistas han introducido esta corrupción en el
Maestrazgo, pero Olga Suárez jamás podrá exhibir ejemplos de “punxents” en lengua
valenciana, sea en clásicos o en saineteros anteriores a la prostitución
idiomática. No sé qué significa en catalán “punxents”, pero intuyo que en idioma
valenciano podría traducirse por “punchants, punchosos o coents”,
Olga Suárez ironiza sobre la ch secesionista, como si
estuviera hablando a indefensos alumnos de ESO, pero no nos engaña. El
vocablo “punchó” según los etimólogos que reverencia la inmersión: “Es forma de
origen mozárabe... aparece en Eiximenis que, como es sabido, vivía en Valencia
y allí recibió gran influencia” (DECLLC). Generada en el romance valenciano,
la familia léxica de “punchó, punchar, puncha...”, se propagó posteriormente
por la cuña valenciana hacia Lérida; así en el mismo párrafo, Corominas reconoce
que estas formas -cambiando la ch por x-, se filtraban hacia el norte:
“Altrament, ja llavors les formes en x (-ch-), s’estaven propagant cap al
Nord”. Y también por Castilla: “la primera documentación de punchar en
castellano es en el Corbacho del Arcipreste de Talavera, en 1438, que se había
educado en Valencia”. Así es, que diría Pocholo, el texto del Corbacho contiene
valencianismos que, impunemente, los etimólogos catalanes mangan a placer. El
diccionario de la Real Academia de Cultura Valenciana (no confundir con la de
Ascensión), registra las voces puncha, punchar, punchó, punchonet, etc.; y
esto es algo que la Universidad, el diario Levante y los espíritus sensibles
como Olga Suárez o Rita Barberá no pueden admitir. Si el Institut d’Estudis
Catalans y los comisarios lingüísticos de Tarancón prohíben la “ch
secesionista” ¿por qué insisten los cabrones blaveros? Luego se quejan de que
la educada progresía califlque a quien usa la “ch” como analfabet feixista,
fanàtic d’Unió Valenciana, fill de puta secessionista, blaver de merda,
botiguer inculte, cabró del GAV, etc. En fin, para facilitar la labor a los
comisarios lingüísticos, he buceado en la charca y he hallado una serie de
secesionistas a los que Olga Suárez puede aplicar el insulto que le apetezca.
Al ignorar quién escribió “punchó de lletres” y “tots
los punchons” en documentos valencianos de la monedería del 1400 (BDC,XXIV), y
como no tiene morbo insultar a desconocidos, doy una relación de textos
literarios y nombres de siniestros secesionistas: “punchen ab una agulla” (St.
Vicent: Ms.276 Sermons. h.1408); “te pots punchar” (Roig Espill, a.1460); “no
punchen los seus” (Fenollar: Procés de les olives, 1497); “aquells punchons”
(Obres fetes en lahor de Sta. Catherina, 1511); “tant puncharen los de açí” (A.
Cat. Val. Liber Antiquitatum, h. 1520); “les punches” (Pou: Thesaurus,
Valencia, 1575); “les mans puncha” (Salzedo: Vida Hier. Simón, a. 1614, p.
194); “en tantes punches” (Fiestas Conv. del Carmen, a. 1622, p. 219); “encara
punches” (Maluenda: Endeches en llengua valenciana, a. 1628); “punchá lo
dimoni” (Carbó: Luces de aurora, 1665, p. 333); “argolletes y punchó” (Llibre
de contes de St.Cristofol de Benasal, h.1728); “agrostis punchosa” (Cavanilles:
Obs.1797); “a grapats y punchades” (Conversacions entre Saro, 1820); “els
punchonets” Roig y Civera: Un chuche, 1873, 12); “estic en punches” (Ovara:
Per tres pesetes, 1881, p.6); “puncha, punchar, punchonet...” (Diccionari RACV
1997).
El sustantivo “punchó” se propagó hacia Cataluña a
fines del XIV pero el verbo “punchar” tardó algo más, pues exceptuando el
Corbacho, “del uso de punchar, fuera del Reino de Valencia, no parece haber documentación
anterior al siglo XVII” (DECLLC). También reconocen que “puncha”, aparte de
los clásicos, “está particularmente arraigado en la toponimia y la botánica
valenciana”(DECLLC). Hecho evidente, aunque el todopoderoso “Servei de
Normalització” catalana de la Generalidad está traduciendo a toda leche la
toponimia valenciana al catalán, en rótulos de todo tipo (San Zaplana, como es
santo y levita por el empíreo de las Regiones de Europa, está por encima de
debilidades humanas, sean de la pilila o de la lengua valenciana).
El acojone de los traductores del texto de Benicarló
también les hizo escribir “xics” con la x de la norma del IEC; así que, aunque
sea un coñazo, les doy otra tanda de analfabetos que escribían “chic” con la ch
secesionista: “fadrinetes chiques” (St. Vicent: Quart. 15.85, any 1413);
“sis chiques” (Inv. Palau Real a la mort de la Reyna, a. 1458); “chiques”
(Roig, Jaume: Llibre de les dones, 1460); “chiquea, chiquet, chiqueta”
(Esteve: Liber, 1472); “lo Senyor guarda los chiquets” (Corella, Roiç de:
Salteri, 1490); “chiquet” (Villena, Isabel de: Vita Christi, 1497); “chiqueta”
(Pou: Thesaurus, 1575); “als chichs” (Taraqona: Inst. dels Furs, 1580); “el
Pendó chiquet” (AHO. Llibre dels obrers de vila,1625); “chica exposita” (Exulve:
Praeclarae artis, 1643); “chiquet” (Luces de aurora. 1663); “chichs de mamella”
(Ballester, Batiste: Ramellet, 1667); “roqueta chiqueta” (Llibre de visures de
Tirig, 1680); “per a la educació dels chichs” (Archiu Hist. Oriola, L. 156, f. 102, a. 1686); “chica y chiques”
(Const. Real Casa de Orfene, 1748); “els pares del chiquiniu” (Balader La capa
no sempre tapa, 1876); “aquelles chiques” (Escalante: El agüelo Cuc, 1877);
“Chiquet ¿vols pegar una mirá?” (Millá. El tenori de Alsabares, Elig, 1891);
“chic, chicot, chiquet, chiconiu...” (RACV: Dicc.val. 1997).
En esta escaramuza de la Batalla de Valencia tenemos,
por un lado, los incultos que defienden la ch secesionista: Jaume Roig, St.
Vicent, Fenollar, Isabel de Villena, Pou, Ballester, Joan Esteve, Roiç de
Corella, Exulve, Carbó, Cavanilles, Balader, la RACV, etc. En la trinchera
opuesta, las figuras del cientifismo chipiritifláutico: el diario Levante, el
Institut d’Estudis Catalans, el Ribó Canut catalán de EU, la Ciscar, Gloria
Marcos, Tarancón, Rita Barberá, un señor que manda en el PSPV, San Zaplana y
su academia de Ascensión, etc.
Ustedes verán: Isabel de Villena versus Tarancón;
Jaume Roig versus Rita Barberá; Fenollar versus Ferranet del Levante...
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