Autor: Josep Esteve Rico Sogorb
Aleluya. Los ilicitanos podemos estar satisfechos porque la Dama de Elche estará entre nosotros el próximo año. El anuncio de cesión temporal -preferible a nada- del Ministerio de Cultura ya es firme, por lo que nos felicitamos y congratulamos todos, desde el último ilicitano recién censado hasta la representativa primera autoridad municipal. Pero la noticia tiene como parte negativa el que no fueran de recibo las declaraciones de algunos personajes que se vanaglorian de ser "científicos" y "técnicos". Opiniones contrarias al traslado del busto ibérico bajo supuesto argumento arqueológico de riesgo de deterioro. Declaraciones que a los ilicitanos nos resultaron molestas. Menos mal que de todo hay en la viña del señor y otros especialistas tanto o más científicos que los detractores, han defendido la imposibilidad de desgaste y el buen estado del busto asÍ como la viabilidad del traslado y estancia en un museo -Arqueológico Municipal en l' Alcàsser de la Senyoría o Palau d' Altamira- que se está dotando de las mejores sofisticadas infraestructuras y condiciones de habitabilidad y seguridad para albergar a nuestra Dama. Si la Maja de Goya o un Picasso -telas, o sea, lienzos- y una momia egipcia -materia orgánica fácilmente deteriorable- pueden viajar a Japón y a Londres respectivamente permaneciendo expuestas meses e incluso años; ¿cómo no lo va a poder hacer nuestra Dama, una figura realizada con piedra caliza de la zona, de la cantera ilicitana de El Ferriol? ¡Con más razón si cabe! Los millones de años de las formaciones orogénicas calizas de esta pedanía que viene dando a la ciudad desde hace siglos piedras para esculturas y sillares para construcciones, son suficiente aval que garantiza la idoneidad del lugar y de sus características de temperatura, humedad y luminosidad exactas a las que necesita el busto de la Dama de Elche y que se recrean artificialmente dentro de la urna en el Museo Arqueológico de Madrid donde el clima-ambiente es más seco, más frío y más húmedo que el de Elche. En fin, ¡qué cómo en casa no se está en ningun sitio! Bienvenida seas en el 2006, Dama.
Y, a vueltas con la Dama, de nuevo, ¡aleluya! La ya veterana en años Real Orden de Caballeros de la Dama de Elche modifica estatutos y denominación. Desaparece el término "caballeros" e igualmente el Rey como Jefe del Estado y titular de las órdenes renueva el título de "Real". Lo destacable es que desaparece el sexismo machista tradicional de la entidad permitiendo el ingreso de mujeres, que ya venía siendo hora en pleno siglo XXI, era de la igualdad y paridad. Con más razón, si la Dama Ibérica es femenina, para tener mujeres la Real Orden al igual que la Patrona posee sus camareras. Ya lo reivindicamos mi compañero literario Eduardo Boix y servidor en nuestro relato "Anhelos de una Dama". Por todo ello, hay que felicitar al nuevo presidente Sr. Martínez Camacho -actualización de la entidad incluída- y a la Casa Real. Y ahora, toca acercar la Orden a los ilicitanos en una apertura que la permita ser más conocida, participativa y menos elitista. Tarea poco fácil pero necesaria y viable
Aleluya. Los ilicitanos podemos estar satisfechos porque la Dama de Elche estará entre nosotros el próximo año. El anuncio de cesión temporal -preferible a nada- del Ministerio de Cultura ya es firme, por lo que nos felicitamos y congratulamos todos, desde el último ilicitano recién censado hasta la representativa primera autoridad municipal. Pero la noticia tiene como parte negativa el que no fueran de recibo las declaraciones de algunos personajes que se vanaglorian de ser "científicos" y "técnicos". Opiniones contrarias al traslado del busto ibérico bajo supuesto argumento arqueológico de riesgo de deterioro. Declaraciones que a los ilicitanos nos resultaron molestas. Menos mal que de todo hay en la viña del señor y otros especialistas tanto o más científicos que los detractores, han defendido la imposibilidad de desgaste y el buen estado del busto asÍ como la viabilidad del traslado y estancia en un museo -Arqueológico Municipal en l' Alcàsser de la Senyoría o Palau d' Altamira- que se está dotando de las mejores sofisticadas infraestructuras y condiciones de habitabilidad y seguridad para albergar a nuestra Dama. Si la Maja de Goya o un Picasso -telas, o sea, lienzos- y una momia egipcia -materia orgánica fácilmente deteriorable- pueden viajar a Japón y a Londres respectivamente permaneciendo expuestas meses e incluso años; ¿cómo no lo va a poder hacer nuestra Dama, una figura realizada con piedra caliza de la zona, de la cantera ilicitana de El Ferriol? ¡Con más razón si cabe! Los millones de años de las formaciones orogénicas calizas de esta pedanía que viene dando a la ciudad desde hace siglos piedras para esculturas y sillares para construcciones, son suficiente aval que garantiza la idoneidad del lugar y de sus características de temperatura, humedad y luminosidad exactas a las que necesita el busto de la Dama de Elche y que se recrean artificialmente dentro de la urna en el Museo Arqueológico de Madrid donde el clima-ambiente es más seco, más frío y más húmedo que el de Elche. En fin, ¡qué cómo en casa no se está en ningun sitio! Bienvenida seas en el 2006, Dama.
Y, a vueltas con la Dama, de nuevo, ¡aleluya! La ya veterana en años Real Orden de Caballeros de la Dama de Elche modifica estatutos y denominación. Desaparece el término "caballeros" e igualmente el Rey como Jefe del Estado y titular de las órdenes renueva el título de "Real". Lo destacable es que desaparece el sexismo machista tradicional de la entidad permitiendo el ingreso de mujeres, que ya venía siendo hora en pleno siglo XXI, era de la igualdad y paridad. Con más razón, si la Dama Ibérica es femenina, para tener mujeres la Real Orden al igual que la Patrona posee sus camareras. Ya lo reivindicamos mi compañero literario Eduardo Boix y servidor en nuestro relato "Anhelos de una Dama". Por todo ello, hay que felicitar al nuevo presidente Sr. Martínez Camacho -actualización de la entidad incluída- y a la Casa Real. Y ahora, toca acercar la Orden a los ilicitanos en una apertura que la permita ser más conocida, participativa y menos elitista. Tarea poco fácil pero necesaria y viable
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