domingo, 28 de abril de 2013

DESENMASCARANDO LA FICCIÓN HISTÓRICA FABRICADA POR EL NACIONALISMO CATALÁN.



LES MALALTIES CRONICA I AGUDA DE LA CULTURA VALENCIANA

Autor: Jaume el de la Serra
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La Generalitat de Cataluña y sus instituciones llevan decenios inmersos en la tarea de fabricar una nueva "Historia" que apoye y sustente sus ambiciones políticas. Las cuales, sucintamente, vienen a ser: la ambición de ser un país separado de España, la ambición de anexionarse las tierras del histórico Reino de Valencia, del de Mallorca, parte del de Aragón y el Roussillon francés, y la ambición de imponer el catalán en todos los territorios anteriormente mencionados en detrimento de las lenguas habladas por sus pobladores autóctonos.

A fin de conseguir todo esto, la Generalitat de Cataluña y sus instituciones no tienen empacho en manipular la historia, ocultando y tergiversando lo que no les conviene y añadiendo falacias allí donde les pudiera resultar beneficioso.

Esta campaña de propaganda financiada con dinero público desde Cataluña lleva ya muchos años intoxicando machaconamente la opinión pública con sus mentiras históricas y lingüísticas, las cuales parece van calando hondo en el pensamiento colectivo de la sociedad catalana, que de manera acrítica las va asumiendo como ciertas. El adoctrinamiento subliminal de este colectivo lo encamina hacia una postura nazional-imperialista-catalana de marcado carácter fundamentalista.

Los datos históricos que a continuación se exponen son, de manera sistemática, ignorados o tergiversados por el aparato de propaganda pancatalanista, ya que son evidencias históricas que ponen fuera de credibilidad y legitimidad un gran número de argumentos político-históricos que maneja el nacionalismo catalán.

- Apartados:

A) Los condados de la "Marca Hispánica" del Reino Franco.
B) Rey de Aragón o aragonés. Corona de Aragón o aragonesa.
C) El Reino de Valencia nunca fué parte de los "Països catalans".
D) Los catalanes tratan de imponer sus ambiciones por las armas.
E) El actual rechazo catalán al monarca aragonés Fernándo II "el Católico".

A) Los condados de la "Marca Hispánica" del Reino Franco.

Los territorios de lo que hoy día se conoce como Cataluña (Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona) no formaron una entidad político-administrativa hasta hace relativamente poco tiempo. Por poner un ejemplo, la unidad catalana es posterior a la del Reino de Valencia, que ya era una unidad política autónoma y soberana antes de que se creara Cataluña como ente político unido.

Usualmente, los catalanes se remiten al siglo IX y a los "condados catalanes" para reivindicar su existencia histórica como país. Esto es algo del todo incierto, ya que en principio y en aquel tiempo no eran ni una unidad política independiente, ni recibían el nombre de "catalanes", sino que cada condado tenía su propio nombre (Condado de Barcelona, de Urgell, etc...) y eran simples divisiones territoriales o "provincias" pertenecientes al "Reino Franco" y gobernadas por un "conde" instituido por el rey de los francos (los "francos" eran un pueblo germánico, lo mismo que los visigodos, suevos, alanos, etc...). Estos condados o provincias eran los territorios que el rey franco Carlomagno, había conquistado con sus tropas cristianas a los moros que en aquel momento ocupaban "Hispania". (Esta frontera sur del territorio franco, colindante a las tierras musulmanas, era conocida como la "Marca Hispánica").

Tanto condes, como condados estaban bajo el mando y jurisdicción del rey franco, siendo los condes unos meros administradores colocados "a dedo" por el monarca, sin derecho a entregar el condado en herencia a sus descendientes.

Con el paso del tiempo y aprovechando momentos difíciles del Reino Franco, los condes o administradores de estos condados, comenzaron a dar rienda suelta a sus ambiciones personales, colocándose en rebeldía ante el monarca y desobedeciendo la ley regia que los legitimaba como condes. A partir de ese momento y en contra de lo establecido hasta entonces, los condes, sin que legalmente nada los amparara, se tomaron la licencia de convertir el condado en hereditario y poder así entregarlo a su clan familiar.

Legalmente todos estos condados continuaban perteneciendo al Reino Franco, aunque a causa de su debilitamiento, éste nunca pudo acometer una acción bélica para restaurar el orden roto por sus subordinados.

Un dato que demuestra que no se los consideraba territorios independientes del Reino Franco fué el hecho de que nunca obtuvieron la conformidad "Papal" para acceder al rango de "reino". Ni tan siquiera uno de ellos por separado, y aún mucho menos, en un conjunto falto de unidad donde cada cual trataba de imponer sus ambiciones al resto. Solo poco a poco, a través de los enlaces matrimoniales entre la progenie de los diferentes "condes" hubo un acercamiento de "condados", al aglutinarse bajo una amalgama de intereses hereditarios algunos de ellos.

Para aquel entonces, el Condado de Castilla y el Condado de Aragón, formados fuera de los territorios francos, ya habían obtenido la conformidad y beneplácito "Papal" para convertirse en "Reinos", a la vez que "reyes" sus respectivos titulares. (La religión cristiana no solo era herramienta para elevar las almas a los cielos, era el instrumento político por excelencia. En occidente era el "Papa" el que legitimaba o no, a reyes y reinos con su bendición "divina". Bendición que nunca dió a los "condados" de la "Marca Hispánica").

B) Rey de Aragón o aragonés. Corona de Aragón o aragonesa.

En 1157, Ramiro II "el Monje", rey de Aragón, no tuvo descendiente varón que lo sucediera en el trono. Su hija Petronila Ramírez, reina de Aragón, fué casada con Ramón Berenguer, "conde de Barcelona". De este enlace nacería Alfonso II "el Casto", que obtendría los títulos de rey de Aragón y "conde de Barcelona".

Llegados a este punto, conviene aclarar una serie de cuestiones que suelen ser manipuladas descaradamente por los políticos e historiadores catalanes.

Alfonso II "el Casto", rey de Aragón y "conde de Barcelona", recibió su título de rey por la parte de su madre, esto es, por su sangre y linaje aragonés, nunca por el catalán, el de su padre, por el cual solo recibió el título de "conde".

Muchos textos catalanes hablan de "rey catalán" o "rey catalán-aragonés" en referencia a aquellos que fueron descendientes de Ramón Berenguer, "conde" de Barcelona. Esta denominación es del todo incorrecta y falsa. El rey bajo el punto de vista político no tiene más nacionalidad que la del reino que representa y del que es titular. Al no existir en este caso otro reino que el "Reino de Aragón", indefectiblemente, al referirnos a la figura regia, éste nunca podrá tener otro calificativo más que el de "rey aragonés". De igual forma, cuando esta misma persona se presentaba como titular del "Condado de Barcelona", su rango era únicamente el de "conde" de esos territorios. Nunca se mezclaban los estatus de rey y "conde". Iban siempre por separado. Lo mismo que los territorios.

Esto se puede comprender perfectamente al saber que, reino y condado, eran territorios distintos, con leyes e instituciones legislativas y jurídicas distintas, cuyo nexo de unión era el que tenían como rey, conde o titular del territorio a una misma persona (característica ésta que mantuvo a lo largo de toda su existencia la "Corona de Aragón").

Así pues, habiendo dejado claro que el "condado" en ningún caso adquiere el rango, ni las atribuciones de reino, resulta igualmente conveniente aclarar que el concepto de "Corona catalano-aragonesa" es otra falsedad histórica que no tienen empacho en utilizar y pregonar hasta la saciedad los sectores oficiales y oficialistas del pancatalanismo, con la única finalidad de dar un peso político e histórico que no posee a la "nación catalana". En ningún caso existió ninguna "Corona catalano-aragonesa". Solo existió la "Corona de Aragón", que obtiene su nombre del reino que le da origen, por ser éste el único ente político que posee las atribuciones necesarias para fundamentar una "Corona". (Es una aberración política hablar de una "Corona" cimentada sobre un condado, además de una falta de rigor histórico extremo ya que nunca ha existido ese modelo político, ni hay cauce político alguno para realizarlo).

Los condados, en base a las jerarquías y normas existentes en esa época, no tenían ninguna atribución para aparecer como titulantes de ninguna "Corona", ni aún de manera compartida con un reino, tal como nos quieren hacer creer hoy día los sectores pancatalanistas.

Por tanto, los términos legítimamente correctos son:"Corona de Aragón" y "rey aragonés".

C) El Reino de Valencia nunca fué parte de los "Paisos catalans".

Sobre el 1238 el rey aragonés Jaime I "el Conquistador" dió por conquistado el musulmán Reino de Valencia. Sus tierras no fueron anexionadas ni al Reino de Aragón, ni a ninguno de los "condados" de la "Marca Hispánica". El Reino de Valencia permaneció independiente y soberano sobre sí mismo, si bien ahora bajo un gobierno y una población vencedora de carácter cristiano, que prevalecía sobre la población musulmana vencida que se mantuvo en el reino.

Hoy día, el nacionalismo oficial catalán habla de unos "Paisos catalans" donde estarían integrados los territorios del histórico Reino de Valencia. Todo ello sin fundamento histórico-político alguno que valide tanto la tesis de que esos "Paisos catalans" existieron, como la de que el Reino de Valencia perteneció a ellos.

Resulta evidente que Jaime I cuando re-fundó sobre el cristianismo el Reino de Valencia, lo hizo con la convicción de crear un reino soberano e independiente del resto de territorios de la Corona de Aragón, sin que existiera intención alguna por parte del monarca de anexionarlo a nada que se conociera como "condados catalanes", porque como ya se ha comentado anteriormente, éstos aún no existían como unidad política sobre la que efectuar tal donación.

Es más, Jaime I estuvo presionado por la nobleza aragonesa para que anexionara las tierras valencianas al Reino de Aragón, algo que sí era factible políticamente, y, evidenciándose los propositos del monarca, Jaime I se negó a ello manteniendo al Reino de Valencia independiente de cualquier otro territorio.

Jaime I y todos los monarcas aragoneses que vinieron tras él, respetaron las leyes, fueros, instituciones y costumbres propias del Reino de Valencia, manteniéndolo soberano, autónomo e independiente del resto de territorios que formaban la Corona de Aragón.

En definitiva, el Reino de Valencia o su territorio, nunca ha pertenecido, de una u otra forma, a nada conocido como "Paisos catalans", Cataluña, "condados catalanes", etc..., sino que siempre ha disfrutado como reino, de independencia y soberanía. Algo que se traduce en el reconocimiento que tiene sobre si mismo el pueblo valenciano, de poseer una cultura y lengua propias, diferentes a la catalana.

D) Los catalanes tratan de imponer sus ambiciones por las armas.

En 1410 el rey aragonés Martín I "el Humano" (último rey aragonés descendiente del "conde" Ramón Berenguer) falleció sin dejar sucesor al trono de la Corona de Aragón. Tras un lapso de dos años de "interregno" en el que la corona no tuvo monarca, representantes de los diversos territorios que componían la Corona de Aragón se reunieron para deliberar, votar y elegir al nuevo monarca entre varios aspirantes con derecho al trono ("Compromiso de Caspe" 1412).

Efectuada la votación, la elección recayó, por mayoría de seis votos contra dos, en Fernando I "el de Antequera", contabilizándose a su favor los votos de los aragoneses y los de los valencianos, y en contra los de los catalanes que habían entregado dos de sus tres votos al "conde de Urgell".
Los catalanes, al no haber conseguido sus propósitos, rechazaron esta decisión legítima emanada del voto (unas reglas previamente aceptadas por todos) y de forma totalmente deshonesta tomaron las armas para tratar de imponer por la fuerza sus aspiraciones políticas.

El motivo de la sublevación no era otro que el peligro que los nobles catalanes veían de perder todos los favoritismos, privilegios y beneficios oportunistas que habían obtenido de unos monarcas (los descendientes del "conde" Ramón erenguer) con los que poseían lazos de sangre la mayoría de ellos. No les interesaba un monarca que abriera la posibilidad a una política más equitativa para todos los territorios de la Corona de Aragón, algo que sin duda restaría prioridad y favoritismo a los intereses de la nobleza catalana.

Décadas de inestabilidad y crispación dentro de la Corona de Aragón siguieron a los acontecimientos mencionados, que acabaron desembocando en una Guerra Civil Catalana en la que se vieron involucrados y perjudicados el resto de territorios de la Corona de Aragón (A causa del conflicto iniciado por los catalanes se perdieron el Rosellón y la Cerdaña, territorios de la Corona de Aragón, que fueron ocupados por Francia).

En 1472 la Guerra Civil Catalana finaliza y al cabo de unos pocos años la situación política entra en un periodo de relativa estabilidad que da como frutos la aceptación por todos (catalanes incluidos) de Fernándo II "el Católico" como sucesor al trono de la Corona de Aragón.

E) El actual rechazo catalán al monarca aragonés Fernándo II "el Católico".

En 1479, Fernándo II "el Católico" fué proclamado rey de la Corona de Aragón. Diez años antes había contraido matrimonio con Isabel, princesa castellana y sucesora al trono de la Corona de Castilla. Con su matrimonio se concretaba la unión de ambas coronas bajo una misma línea sucesoria, en derecho de igualdad y manteniendo las leyes, fueros, instituciones, lengua, etc...propias de cada uno de los reinos o territorios que componían cada una de dichas "Coronas". (La unión de ambas coronas recibiría el nombre de "Corona de España").

En definitiva, tras el enlace regio, los territorios de la Corona de Aragón siguieron manteniendo, porque así se había acordado en el pacto de unión de ambas coronas, el mismo ordenamiento político que había existido en siglos anteriores.

Cada reino o territorio seguía manteniendo sus propios fueros, leyes, costumbres e instituciones, con la observancia común de rendir homenaje y pleitesía a un mismo monarca. Monarca que a partir de ese momento sería fruto de la descendencia de Fernándo e Isabel, los "Reyes Católicos".

Fernando II contribuyó a hacer grande la corona de Aragon. Aunque luego los acontecimientos históricos desvirtuaran y corrompieran la empresa iniciada por el monarca. Fernándo II con su matrimonio buscaba lo que buscaron todos los monarcas aragoneses desde sus inicios: alianzas con otros reinos o territorios para aumentar el poder político y territorial. Ya mucho antes que él, Jaime I "el Conquistador" había casado a dos de sus hijas con sendos hijos del rey de Castilla (una de ellas con el futuro rey Alfonso X "el Sabio"), abriendo así la puerta a la posibilidad de que la Corona de Aragón y la de Castilla se unieran.

Por otra parte, Fernándo II recuperó para la Corona los territorios del Rosellón y la Cerdaña, ocupados por Francia durante la Guerra Civil Catalana.

La figura de Fernándo II "el Católico" ha sido denostada por la historigrafía catalana, de manera injusta. Al igual que el resto de monarcas que tuvo la Corona de Aragón tras Martín I "el Humano", último descendiente del "conde" catalán Ramón Berenguer.

Francamente resulta de un localismo ridículo, por no calificarlo de "chauvinismo paleto" la imagen ofrecida por la historigrafía oficial catalana, que ensalza y glorifica a determinados monarcas porque son, según ellos, catalanes. Y menosprecia e ignora a otros porque no cumplen las pautas de catalanidad genética.

Parecen olvidar, (algo que realmente saben, pero que ocultan descaradamente), que la "sangre" o linaje familiar del monarca no tenía ninguna trascendencia en el carácter político de la Corona de Aragón, en su constitución o en su legislación.

Y es que la respuesta real a toda esta manipulación histórica hay que buscarla en el intento de legitimar las actuales pretensiones separatistas de Cataluña respecto a España para lo cual los pancatalanistas han desarrolado una historia "prefabricada" a gusto y medida de los actuales intereses políticos del nacionalismo catalán.

Así se comprende que los pancatalanistas hagan esfuerzos denodados intentando distanciar y desvincular a Cataluña de aquella etapa en la que merced al matrimonio de los principes Fernando e Isabel, las Coronas de Aragón y Castilla se unieron y formaron la Corona de España.
Por fortuna, la documentación histórica hace flaco favor a esta manipulación histórica catalana y recuerda de manera irrefutable, a todo el que tenga ánimo de hacer la consulta, que "Cataluña" pertenecía en el momento del enlace de los "Reyes Católicos" a la Corona de Aragón y que compartía, suscribía y participaba de grado y agrado de las decisiones que se tomaban dentro de dicha Corona, en plenitud de derechos, pero también igualmente en obligación de deberes legítimamente estipulados y acatados.

Lo que los acontecimientos histórico-políticos depararían más tarde, (entiéndase, por ejemplo, "Felipe V" y su "Decreto de Nueva Planta") son asuntos de una gran trascendencia e impacto, incluso actual, en el decurso de la Corona de España y sus respectivos miembros, pero que en ningún caso han de servir para tergiversar la história política anterior a los mismos.

Editado por valenciadelig, Martes, 1 de Junio de 2004, 02:03

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