miércoles, 27 de febrero de 2013

RECONQUISTA HISTÓRICA Y RECONQUISTA ANTIHISTÓRICA DEL REINO DE VALENCIA (siglos XIII y XX) (I)



MISTERIOS DE LA HISTORIA


Por: Ricardo de la Cierva
Editorial  Planeta

Segunda edición: febrero 1991


IX.                RECONQUISTA HISTÓRICA Y RECONQUISTA ANTIHISTÓRICA DEL                  
REINO DE VALENCIA (siglos XIII y XX) (I)


CONQUISTAS Y RECONQUISTAS DE VALENCIA

Valencia, fundada por los romanos, fue después conquis­tada y reconquistada varias veces. La conquistaron los bárbaros del Norte, los visigodos, ya relativamente romaniza­dos, que se empezaban a fundir con los hispanorromanos cuando sobrevino la conquista árabe, a la que siguió, en­ los siglos vrI y xmr, un período convulso con varias conquistas y reconquistas islámicas y una cristiana: la del id Campeador en el siglo XI, desgraciadamente efímera. Jaime I, llamado por ello el Conquistador, rindió la ciudad ocupó el Reino de Valencia en el siglo xmr: es la gran reconquista por antonomasia. Pero no quedaron ahí las _ osas. Hubo otra conquista efímera, la de los agermana­_1os del siglo xvr, a la que siguió la reconquista de Carlos I; n conquista -pacífica y voluntaria- del pretendiente aus­tracista Carlos en la guerra de Sucesión, seguida por la reconquista borbónica de Felipe V en el siglo xvrn; la con­quista del imperialismo revolucionario francés en la gue­rra de la Independencia, que desembocó en la reconquista española; la conquista de la ciudad y del reino por el Fren­te Popular al comenzar la guerra civil de 1936 y la recon­quista por los nacionales desde las campañas de 1938 has­ta el hundimiento de la zona republicana en 1939. Pero durante todos esos siglos la única Reconquista que ha me­recido tal nombre, la auténtica, la primordial, es la del rey Jaime I; las demás fueron momentáneas o brotaron de guerras civiles entre españoles, por lo que perdieron el calificativo al llegar la reconciliación. Sin embargo mi­llones de españoles, fuera del Reino de Valencia, ignoran que durante el siglo xx -con todos los regímenes: Monar­quía, Dictadura, República en paz y en guerra, época de Franco- se ha desencadenado, y ahora ruge con más fuer­za que nunca, una campaña para una nueva reconquista de Valencia, denominada ya, aviesamente, País Valencia­no; una reconquista antihistórica y falsaria, porque jamás hubo conquista previa en ese contexto; una invasión, de momento cultural, del Reino de Valencia y hasta del alma de Valencia por las nuevas mesnadas del pancatalanismo rampante, que se empeñan en convertir al reino ancestral, que nos revitalizó y nos legó el rey don Jaime el Conquis­tador, en nombre de no sé qué inexistentes y ficticios Paí­ses Catalanes. Como jamás hubo conquista catalana de Va­lencia, mal se puede hablar ahora de reconquista; pero es lo que se intenta tenacísimamente con esa campaña, que tiene una cabeza de puente afincada en el corazón cultural del reino, la Universidad de Valencia. Por supuesto que jamás he dicho ni diré que ésta sea una empresa catalana, sino pancatalanista; en un ensayo anterior creo haber de­mostrado mi amor y mi respeto por la verdadera Catalu­ña, a la que naturalmente dejo fuera de la absurda preten­sión actual. Y el mejor modo de demostrar el amor a Cataluña es decir la verdad a Cataluña, aunque moleste a los propagandistas del pancatalanismo.

LAS TESIS ANTIVALENCIANAS DEI. PANCATALANISMO
Durante casi siete siglos el Reino de Valencia, integrado desde su nacimiento en la Corona de Aragón y a través de ella en la Corona de España, vivió en la Historia sin la menor duda sobre su identidad. Coexistían pacíficamen­te, fraternalmente, desde la propia conquista dos lenguas en su territorio, a las que todo el mundo, dentro y fuera del Reino, denominaba -sin excepción alguna- castella­no y valenciano, que gozaban de la misma dignidad y res­peto; lengua castellana, lengua valenciana. Algunos escri­tores geniales del reino utilizaron la lengua valenciana -Ausias March, Joanot Martorell-, otros el latín, como el humanista Luis Vives; otros el castellano, como Gaspar Gil Polo y Guillén de Castro; todos ellos con la convicción de usar un idioma propio, no ajeno ni menos extranjero. Siete siglos es una larga etapa histórica de asentamiento regional y cultural, que parecía estable y definitiva. Hasta que ya en nuestro tiempo, desde los comienzos del siglo XX, la fuerza expansiva del catalanismo naciente convertido an­tihistóricamente en pancatalanismo montó una campaña demoledora, penetrante y tergiversadora contra toda esa agitadísima tradición; estudiaremos luego los impulsos los jalones de esa campaña. Ahora nos basta con enumerar sus tesis principales, inoculadas a la opinión culta y sentir popular del Reino de Valencia en nuestro siglo -de fuentes catalanistas, pero con habilidad suprema, gracias a la cooperación inconcebible de una quinta co­lumna valenciana que ha colaborado en la invasión con el mismo entusiasmo con que los tlaxcaltecas ayudaron a Cortés para conquistar el imperio de los aztecas. Estas te­orias son las siguientes:

El Reino de Valencia, devaluado en nuestros días lo País Valenciano (un invento y denominación que ya, existieron), forma parte hoy, como la había formado siempre, de una entidad histórica y cultural llamada Paisos Catalans o Catalunya Gran. Así, el tlaxcalteca Joan Fuster: «De Salses a Guardamar, de Maó (Mahón) a Fraga, som un poble, un sol poble» (Nosaltres els valencians, p. 134).

2.     Esta «realidad» nació por derecho de conquista en el siglo XIII: «Las Baleares y Valencia fueron pobladas por catalanes, y nuestra lengua es la misma con variantes locales. Obra suya, por tanto, es la formación de la Gran Cataluña» (Ferran Soldevila, Resum d'história..., p. 67).
3.     Otro tlaxcalteca famoso, Manuel Sanchís Guarner, tenido casi hasta ahora por intocable (cuando es realment­e uno de los quintacolumnistas más tocables de todo el .concierto), concreta los orígenes del bilingüismo: «La zona litoral fue repoblada por catalanes y hablaba catalán; el :entro de la interior lo fue por aragoneses v hablaba cas­tellano» (tesis de 1956).
4.        No hubo por tanto una lengua valenciana inicial en la conquista; los mozárabes del Reino de Valencia, que pu­dieron guardar su religión y su romance, habrían sido ani­quilados por las convulsiones islámicas -almorávides, almohades- y en la Valencia de los siglos XII y XIII no dejaron sino leves vestigios de romance, nada parecido a una lengua valenciana primordial. Por tanto la len1ua va­lenciana actual se deriva directamente del catalán que irrumpió en la conquista; no es realmente valenciano sino catalán.
5.     Pese a que este presunto catalán del Reino de Va­lencia no florece más que en una parte del territorio, el País Valenciano no es Aragón, ni Castilla, sino que forma parte de Cataluña, la Gran Cataluña, los Países Catalanes. Se toma, pues, la parte por el todo, para luego convertir al todo en parte de una entidad superior.
6.     Y por tanto, «el valenciano es uno de los dialectos catalanes» (M. Sánchez Guarner, La llengua..., p. 3).

No hay comentarios: