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Finiquitando
el mes de enero, la Presidenta de Madrid doña Esperanza ha tenido el gusto de
agasajarnos, gracias a un micrófono abierto, con la castiza expresión
‘hijoputa’, dedicada a algún ilustre político del que, mientras escribo estos
párrafos, aún no se ha filtrado el nombre. A decir verdad, simplemente por el
palabro podría referirse a muchos políticos y en estos días, tras el
incremento de la edad de jubilación hasta los 67 por el momento, la mayoría
de españoles seguro que pensaríamos en otra persona.
Uno de los
problemas que nos ha llevado a esta situación, tras los años de bonanza en
los que se habían saneado las finanzas públicas, ha sido la nefasta gestión
económica del gobierno Zapatero y los casi 5.000.000 de parados oficiosos que
ha generado, con la consiguiente reducción de los ingresos de la Seguridad
Social, pero eso es tema de un estudio en profundidad. ¿Estamos tontos los
españoles o qué? Seguro que le volveremos a votar cuando venga hablando de
paz y felicidad.
Nuestros
queridos y nunca bien valorados políticos (otros les dedicarán otros
adjetivos más filiales), son una ‘casta’ que vive por encima del bien y del
mal a nuestra costa, con jugosas retribuciones, se supone que debido a las
responsabilidades que tienen, pero que a la hora de la verdad, las citadas
responsabilidades se difuminan y solo quedan los miles de euros de la nómina.
Tras esta
breve exposición, me gustaría compartir algunas inquietudes que me corroen la
mente. Actualmente en España tenemos dos cámaras nacionales con varios
cientos de diputados y senadores, cincuenta y tantas diputaciones con un
centenar cada una de diputados, 17 parlamentos con un montón más de señorías
y, toda la macro red municipal. Estos miles de políticos tienen varios miles
más de asesores que ganan tanto como ellos o más, chofer, escolta en muchos
casos,… y además, todo el personal administrativo para que los políticos
hagan ‘su trabajo’ y no olvidemos añadir al funcionariado del conjunto del
sistema para cobrarnos impuestos, juzgarnos, embargarnos, y ofrecer algunos
servicios más. Además, las grandes empresas, han estado jubilando incluso con
50 años a personas cualificadas y en perfectas condiciones para trabajar. ¿No
sería posible reducir alguna de estas sustanciosas partidas y permitir al
paleta, al repartidor de cajas de cerveza, al sufrido autónomo de 16 horas
diarias de trabajo, jubilarse a los 65 como hasta ahora? ¿Necesitamos
embajadas de España, Cataluña, País Vasco, Galicia, etc., por medio mundo?
¿No se podrían cerrar y destinar los fondos a sanear el sistema de pensiones?
Ministerio de Vivienda sin funciones, Ministerios de Educación, Justicia,
etc., con sus atribuciones delegadas a las comunidades, pero con varios cientos
de miles de millones de euros de presupuesto que hay que gastar para que al
año que viene nos nos recorten el presupuesto.
Por otro
lado, tenemos el modelo del sistema de pensiones que algunos comparan con la
empresa de Madoff y, ayudas públicas múltiples, tal vez sería necesario
replantearse todo y buscar otras alternativas como un sistema de
capitalización más ajustado, un recorte a casi cero de las ayudas y
subvenciones, un replanteamiento de los fondos que aportamos como país a la
historia esa de las civilizaciones que se inventó ZP, a los gays y lesbianas
de Zimbawue, a los fabricantes de lazos de regalo para niños desfavorecidos
de Kuala Lumpur que casualmente coordina un diputado del partido…
Esto no da
más de sí, no puede ser que un ciudadanos de a pié este trabajando hasta
junio, julio o agosto para pagar los múltiples impuestos directos,
indirectos, IVAs, venias y por la cara, con que nos sangra el supuesto estado
de ‘bienestar’ que nos está sangrando y matando, y nuestros señores políticos
vayan en cochazo negro, con chofer, Visa oro, gastos pagados y, varios meses
de vacaciones al año con puentes, acueductos, túneles, y días varios de ocio
para sobrellevar los siete años que tienen que cotizar y así conseguir una
jugosa pensión, o 4 para una indemnización o…. Empiezo a pensar que hay mucho
‘hijoputa’ suelto. En fin, cada cual que piense lo que quiera, yo pido que me
paren el país, que me bajo aquí mismo. Adiós y hasta otro día.
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sábado, 15 de diciembre de 2012
HIJOPUTAS’ Y POLÍTICOS
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