Josep Esteve
Rico Sogorb
(lunes 08 de noviembre de 2004)
(lunes 08 de noviembre de 2004)
La Generalitat de Catalunya, mediante un golpe de
efecto brusco y rápido se adelanta haciendo suya la traducción de la
Constitución Europea, con el objetivo de salvar lo que para su tripartito
gobierno es prioritario, sobre todo para ERC: la unidad de la lengua. El Govern
de Catalunya ha presentado ante el Ministerio de Asuntos Exteriores la misma
traducción de la Constitución Europea que el Consell de la Generalitat
Valenciana para lograr acabar con el conflicto de dos versiones con el
destacado aspecto de que la catalana es la misma que la valenciana. El
ejecutivo catalán decidió de súbito, reaccionando contra la demanda del Consell
Valencià, asumir como propia la traducción valenciana después de que éste se
negara a presentar un texto conjunto con la doble denominación valencià-català
o català-valencià. Lo curioso es que Catalunya ha asumido un texto lleno de
palabras valencianas como "este" en lugar de "aquest",
"homens" en vez de "homes" más las formas verbales
"establix, regixen, prohibix i garantix" en lugar de las catalanas
"estableix, regeixin, prohibeix, garenteix" y frases como "drets
dels xiquets" a la hora de referirse a los "drets dels infants".
Estos son algunos de los aspectos mes destacables de la versión valenciana
-cuales ingredientes de nuestro fet diferencial- asumida por Catalunya y
presentada, que pueden provocar sorpresa en los lectores catalanes pues son
palabras y oraciones no empleadas por Catalunya y tradicionalmente autóctonas
valencianas. En tal de salirse con la suya, los políticos catalanes se apropian
de muchas cosas de los demás para presentarlas y reofrecerlas como propias,
como catalanas. Esto es una usurpación, una injerencia en asuntos
competenciales de otra autonomía además de un atentado contra la identidad del
pueblo valenciano al margen de unitarismos y filogenéticas lingüisticos. En el
habla coloquial se podría decir que han metido las narices donde no debían,
como si hubieran ido a casa del vecino a mearse encima de la alfombra. El
problema es que, el vecino, -supuestamente dueño de su casa- , no tiene la
valentía ni la firme autoridad para reaccionar con una protesta airada potente
y de fuerte resonancia social. Solo ha manifestado muy suave y educadamente su
malestar. Mal empieza la Constitución Europea. Si tras ser ratificada por los
Estados miembros, cuando toque, para este momento, los políticos valencianos
habrían de protestar, y si pudiesen firmarla; no deberían hacerlo. Si fuera
Camps y me la presentaran para estampar mi rúbrica y aceptarla...no firmaría.
Pero, ojo, Maragall & Carod y cía son muy pero
que muy astutos. Com no lograron el reconocimiento del catalán para su uso en
el Parlamento Europeu implícitamente integrando la unidad de la lengua y les
molestó el reconocimiento del valenciano del ministro Moratinos, que sin entrar
en filologías se limitó a aplicar la legalidadt; ahora se sacan un as de la
manga y con un abrazo del oso "roban" o arrebatan la versión valenciana
-¡¡"esss míooooo, mi tessssoroooo!!"-, la aceptan y admiten
convirtiéndola en suya. Encima el presidente del Estado Español Sr. Zapatero la
presenta junto a las versiones gallega y vasca. ¡Manda huevos! La versión
catalana -que en este caso es la valenciana- "sirve" injustamente
para las dos lenguas y autonomías en este momento histórico y para salvar este
trámite; pero no nos engañemos, porque cuando la Generalitat Catalana publique
la Constitución Europea para su distribución entre los catalanes, no será con
la "versión valenciana" ahora admitida y presentada. ¡Qué listos!
Lástima que tal traducción valenciana no esté escrita como los textos de la
Constitución Española y del Estatuto de Autonomía valenciano de las ediciones
iniciales de 1976/77 y posterior de los 80: en un perfecto valenciano autóctono
sin palabras catalanas, curiosamente al contrario que ellos han hecho ahora,
-¡qué morro!- y acentúado. Versiones oficiales reconocidas por los Gobiernos
Estatales de aquellos años. Y nosotros, los valencianos, no somos capaces de
actúar como los catalanes: ni se nos ocurre a la inversa, asumir como nuestra y
genuina, una versión catalana, cuando supuestamente estamos depurando nuestro
léxico de catalanismos, valencianizándolo, autoctonizándolo.¡¡Qué buenas
personas y qué "muelles" somos!! Desgraciadamente, así nos va, cuando
los vecinos del Norte se empeñan lingüísticamente "bautizando" a dos
hermanas mellizas con el mismo nombre mientras una se aprovecha de la otra
usurpando su personalidad con la "bendición" de Zapatero cuya
presidencia se ve amenazada hostilmente estos dias por Maragall y Carod
presionándole cada vez más y más mientras se muestran enojados contra la
existencia de la traducción valenciana. Por mucho unitarismo que aleguen...¿qué
se han creído el semiaragonés reconvertido y el cabezón nieto de monoveros?
¿Quienes son ellos para meter las narices en asuntos ajenos, de otra autonomía?
Si los valencianos no lo hacemos con Catalunya, ¿con qué derecho Maragall y Cía
se entrometen aqui y deciden por nosotros? Ni es justo ni es de recibo.
En cuanto a las traducciones de la Constitución
Europea, demasiados ruidos tan pocas nueces. A los valencianos no nos desagrada
que Catalunya presente su versión en catalán. Pero a la inversa -tampoco es de recibo-
a los catalanes sí que les molesta que nosotros presentemos una traducción
valenciana con léxico autóctono valenciano. El enfado de Maragall y Cía además
de injustificados son exagerados, aunque peores fueron sus repentinas amenazas
y la inmediata rectificación: "Arrancà de cavall i parà de somera -mula-
". Del blanco al negro en 24 horas cayendo bajo y mal y haciendo el
rídiculo. Maragall y Carod se comportaron como Anás y Caifás, ciegos de ira y
rasgándose las vestiduras ante el gol -traducción en valenciano- que se les ha
metido por la escuadra por el que culpan al gobierno valenciano cuando éste no
hizo más cumplir con la ley, con el Estatuto y la Constitución igual que el
Gobierno Central. Por lo tanto, como valenciano, y venga nuestra habla del
occitano, del catalán, del paprika o del mongoloide -que a estas alturas lo
importante es el futuro del valenciano como lengua y no discutir si viene del
huevo o de la gallina- me parece muy requetebien esa traducción porque así el
nombre de nuestra habla autóctona -valenciano- queda asi reconocido y
legitimado con la Constitución Europea. Asi que, todo este follón lo han
montado Maragall y su socio Carod con desmedidos afanes de protagonismo y de
controlar a Zapatero. Lo de Maragall ya es crónico: obsesión y manía
persecutoria, fobia a todo lo valenciano - su abuela y madre eran orginarias de
Monóvar- y un comportamiento de auténtico bocazas.
Josep Esteve
Rico Sogorb es escritor, poeta y periodista y miembro de la Associació d'
Escritors en Llengua Valenciana.
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