viernes, 11 de octubre de 2013

NACIONALISMO CATALAN. UNA GRAN FARSA (XXI)



Autor: Michel Braveheart
Depósito Legal: PM-1405-2002

            Los síndicos de Buñòla (hoy con el nombre catalanizado de Bunyola) que juraron el día 2de Diciembre, fueron: Bernadí Ripoll, Jàume Villar, Simeón Roig, Guiém Moràgues, Berenguer Granàda, Ramón de Lluch, Pére de Forn y Guiém Abcanzer.

            Los de Sanséllas (hoy con el nombre catalanizado de Sencelles) y los de Oleró (hoy con el nombre de Ullaró), fueron congregados en la iglesia de Santa María de Oleró a 2 de Diciembre, y eligieron a: Pére Figuéra, Guiém Guàsp, Bernàd Cerdà, Michèl Rafàl y Raimón Albiñana.  

            Los de Alcudi (Alcudia) hicieron juramento el 24 de Noviembre en la iglesia de San Jaime de esa villa, y fueron: Pére de Minorissa, Bernadí Ferrer, Bernàd de Minorissa, Raimón de Coméllas, Pére de Miràlles, Raimón de Riparía, Pére d’Olivar, Pére Requeràn, Guiém de Montorgull, Pére d’Aguiló, Sánchez de Luna, Flaquet Balaguer, Arnàu de Cursach, Toméu Suñer, Pére Estéva, Pedro de Armentaria, Pedro ardid, Guiém Cifre, Pére Sàns, Jàume Canàls, Jàume Perpiñà, Bernàd Lloret de Barréra y Rómen Morro.

            Los de Guiñent el mismo día en la plaza de la villa de Alcudi : Bernàd Carbonéll, Bernàd Melià, Nicolàu Ròig, Bernàd Fluxà, Bernàd Ferrer, Arnàu Axertéll, Raimón Coméllas y Jàume Buch.

            Los de Vàlldemossa a 2 de Diciembre en la iglesia de Santa María de Buñola : Pére Robuster, Toméu Pujòl, Guiém Cerdà, Arnàu Juàn, Bernàd Monsó, Andréu Pujòl, Feliu de Monsó, Raimón Juàn, Bernàd Ordines, Arnàu de Fèls, Bernadí Sabaté, Pére Omar y Pére Pujòl.

            Los de Alaró el mismo día en la iglesia de su parroquia: Arnàu Diumenge, Bernàd Palonet, Pére Salént, Ramón Cerdà, Bernadí Torréns y Diumenge Albertí.

            Los de Bàñabufà, Sopéra, Esporlas y Buñolí, el día 3 de Diciembre en la iglesia de San Pedro de Esporlas, fueron: Pére de Rietiri, Guiém de Claramont, Bernàd Oleza, Bernàd Riudamàya, Jàume Ràmis, García de Taust, Arnàu Gallàrd y Bernadí Gamundí.

            Los de Calvià el miércoles 5 de Diciembre en la iglesia de San Juan : Bernadí Ferrer, Guiém Brunet, Pedro Torres, Bernàd Bavili y Guiém Bavili.

            Los de Escorca el 9 de Diciembre delante la puerta de San Pedro de Escorca: Pére Màlferit, Arnàu Baldrich, Bernadí Màlferit, Guiém Màlferit, Bernadí Salaverd, Pére Salaverd, Bernadí Columbí y Bernadí Estéva.”

            No tenemos noticias de que las villas de Felanitx, Andràitx Caymaritx y Puigpuñént formulasen tal juramento, así como los castillos de Montueri (rebautizado más modernamente por el de Santuèri, debido a la cercanía del Santuario de San Salvador), Alaró y Pollènsa. Los cuales tuvieron que ser tomados por las armas.

            Los pueblos que posteriormente a la Conquista se fundaron, lo fueron en los mismos lugares que las alquerías ya existentes, tomando el mismo nombre que ya tenían, a excepción de sa “Pobbla y Consey”. Así tenemos que el pueblo de Mancò se edificó en la alquería Mancor. El pueblo de Sant’ Eulàri en la alquería “Artmin Sancta Eulalia”. El pueblo de Rànda en la alquería “Arrenda”. El de Algàyda en la alquería “Alguayda”. El de María de la Salut en la alquería “María” ; de hecho, tanto en tiempos pasados como en la actualidad, tanto los habitantes de dicha población como del resto de Mallorca, lo llaman siempre “María” (“som de María; vàtj a María; véng de María.”); el de Fornalutx en la alquería del mismo nombre, etc. etc.
           
Ha habido también unos cambios toponímicos y nominales más recientes, como el de “Llorito”, cambiado por el catala-nizante de “Lloret de Vista Alegre”,
            o el de “Càla Guya” por el de “cala Agulla”,
            o el de “Càla Ratjàda” por el de “cala Rajada”,
            o el de “San Matgí” por el de Sant Magí”,
            o el de “Peñas Ròtjas” por el de “Penyes Rojes”
            o el de “Plàja de Pàlma” por el de “Platja de Palma”,
            o el de “Consey” por el de “Consell”,
            o el de “Bini Salèm” por el de “Binissalem”,
            o el de “Sanséllas” por el de “Sencelles”
            o el de “Deyà” por el de “Deià”,
            o el de “Monestèri de Lluch” por el de “Monestir de Lluc”
            o el de “s’Àygo dolsa” por el de “s’Aigua dolça”,
            o el de “Fonés” por el de “Foners”,
            o el de “Fornés” por el de Forners”,
            o el de “Llabrés” por el de “Llabrers” etc., etc..
            Lo curioso de todos estos cambios catalanizadores es, que se han producido en pleno siglo XX y no en el siglo XIII como hubiese sido lo lógico, si la hipótesis mencionada del repobla-miento no fuese tal.

            Otra prueba más de la no repoblación es el canto de la “Sibil.la”. Canto ancestral del tiempo de los griegos, cuya melodía se ha mantenido intacta a través de los siglos, así como su letra, que nos habla del Juicio Final; en donde todos serán juzgados por igual, en donde los poderosos serán rebajados a la altura de los míseros a presencia de Dios. Dicho canto se efectúa la noche de Noche Buena en la misa de Maitines. Y de imposible subsistencia entre los supuestos repobladores de costumbres germano-cristianas.

            El ilustre investigador y musico D. Jordi Savall nos dice(12): “La Sibil.la es excepcional. Montserrat Figueres y yo ya hemos realizado tres discos dedicados a este antiquísimo canto de más de mil años de historia. En diez años de investigación hemos descubierto la Sibil.la provenzal, la galaico-portuguesa y la mallorquina.”

            Y otra más la constituyen los bordados mallorquines, de los que el investigador D. Jaume Bover, director de la Biblioteca Española en Tánger, nos dice: (13) “El bordado mallorquín presenta un carácter propio y específico, diferente de otros bordados populares de la Península Ibérica, Europa y África del Norte. Es fácilmente identificable por su repertorio iconográfico y su técnica concreta. La similitud de los motivos vegetales del bordado mallorquín con los bordados populares persas; las técnicas utilizadas de origen persa y judío y su simbología oriental, constituyen para el estudioso un nuevo horizonte en la investigación del arte popular de Mallorca. En la ornamentación podemos encontrar referencias a su orígen mesopotámico, el cual ha permanecido en nuestra cultura balear mediante transmisiones atávicas. El bordado de punto mallorquín, forma una cenefa con una rama ondulante con hojas polifoliadas, flores polipetaladas y frutas estilizadas.

            Los materiales del auténtico bordado son, en un orden cronológico, la lana, el lino y el algodón. En cuanto a los colores, el primigenio es el azul sobre blanco. Más tarde aparecen el blanco sobre blanco, el negro y otros colores. La policromía actual es fruto de la moda, no de la tradición.

            Si nos fijamos en la técnica utilizada en el bordado mallorquín, comprobamos más similitudes con las utlizadas en Asia Menor, que con ningún otro lugar. Se trata del “punt de cadeneta” (punto de cadenilla) , originario del antiguo Israel y hoy en día extendido por los cinco continentes; y del “punt creuàd de replê ò de passàd” (punto cruzado de relleno o de pasada) de origen persa y usado en Irán, Turquía y la India en los bordados populares.”

            Y aquí nos paramos, porque este libro no trata de una historia general de Baleares, sinó de aportar una serie de pruebas que desmienten unos textos históricos dados por buenos hasta la fecha, por falta de rigor de quienes los han plasmado en libros didácticos y obras monográficas.


            Por ello, expuesto todo lo anterior, podemos aseverar que históricamente, científicamente, lógicamente y tradicionalmente, Baleares nunca fue repoblada por catalanes.

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