Autor:
Baltasar Bueno
02.06.2013
En 1940, en la etapa más dura de la
postguerra, comenzó a reorganizarse la fiesta de Corpus y gradualmente fueron
incorporándose a ella los distintos elementos que formaban parte de la
festividad. La procesión en esta época difícil se centró sólo en lo estrictamente
religioso, a excepción de lo que había sido siempre tradicional els Gegants,
nanos, ciralots, apóstoles y Evangelistas y algún que otro personaje bíblico
aislado, como l´agüelo colomet (Noé).
Finalizada la guerra civil, la catedral
apenas tenía ningún elemento de culto. La custodia que tuvo en los primeros
años de la postguerra se hizo de urgencia y costó 500 pesetas. Ante lo
raquítico de aquella custodia, para una de las procesiones, el cabildo de la
catedral pidió a los padres dominicos la custodia barroca de su propiedad que
afortunadamente se salvó de los desmanes de la guerra. Otro año, solicitó la
custodia a la Real Basílica de la Virgen, que regaló una señora rica y devota
de la Virgen. En otra ocasión, se empleó la custodia de la parroquia de San
Andrés, que también se había salvado. Tanto iba de prestado el cabildo
Catedralicio que hasta pidió el gremio de comerciantes las vistosas andas que
tenían para sacar en procesión la imagen de su patrón san Antonio de Padua. Fue
un valeroso y entusiasta jesuita, el padre Antonio León, quien puso en marcha
una campaña para construir una hermosa custodia en la que procesionara el
Santísimo Sacramento el día de Corpus. En 1942, comenzó la campaña
procCustodia. La gente, a pesar de la penuria, respondió muy bien al
llamamiento.
Este año se prohibió que en la procesión
del Corpus fueran andas con vírgenes y santos patronos, como se había hecho
siempre, cada orden religiosa o gremio acudía a la procesión con su patrón o
patrona, o titular, portado en andas, lo cual se hacía desde el siglo XVI, como
consecuencia del espíritu del concilio de Trento y de la contrarreforma, donde
se defendió y subrayó la veneración de las imágenes de la Virgen y de los
santos frente a la negación de ellas por la reforma protestante. Esto hizo que
la procesión del Corpus perdiera en vistosidad y aparatosidad externa,
centrándose la atención en el Santísimo Sacramento.
En 1945, procesionó el Santísimo con el
Viril de la futura custodia. En 1954, la custodia quedó completamente acabada.
Mide 4,92 metros de altura y la anchura de la base es de 2,26 metros. Se empleó
600 kilos de plata, 5 kilos de oro y 75 gramos de platino. Hay 159 imágenes
bíblicas y de santos. La misma custodia eran catequesis hecha orfebrería.
El padre León la calificó de la custodia
de los pobres, porque fue pagada peseta a peseta por el pueblo, y la describió
como «un poema, labrado en plata, en honor de la sagrada eucaristía, la
historia eclesiástica y nuestra historia regional. El argumento de este poema
es la glorificación de Jesucristo hostia. Por eso, en la parte baja de la
custodia se reproducen tantos personajes del Antiguo Testamento,€ son los que
prenunciaron y prepararon la venida de Jesucristo al mundo€ los apóstoles€ Y
luego aquellos veinte santos „santo Tomás de Aquino, santa Teresa de Jesús, san
Juan de Ávila„ entresacados de los que más se han distinguido en la Iglesia por
su ferviente amor a la Sagrada Eucaristía».
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