Por Ricardo García Moya
Las Provincias 22 de
Noviembre de 1997
EI Institut d`Estudis
Catalans (IEC) no admite disidencias. Si sentencia que una palabra es repudiable,
aunque en el Reino fuera usada por catedráticos de universidad; obreros y
literatos, no hay perdón. Así, en el Diccionari de barbarismes (Ed. De Vecchi,
Barcelona 1987) utilizado en la Universidad de Barcelona encasillan como
bárbara la voz valenciana "paraís".
Sólo la culta y catalana Paradís
merece figurar en el diccionario del IEC.
EI Diccionari de la Real
Academia editado por LAS PROVINCIAS
respeta la voz autóctona, mientras que la inmersión propaga la imposición
catalana. Y no hay razón, pues el étimo de Paraíso
no nació entre el Liceo y la estatua de Colón, sino en el remoto Irán hace
milenios. En su periplo hacia Occidente generó variables en las lenguas
europeas (como "parabisu", en vasco), hasta llegar al Reino de
Valencia, donde se adoptó paraís
tras el meremágnum léxico medieval. En
el diccionario trilingüe editado por Pou en Valencia -en 1575 y tras estudiar
en su universidad- encontramos parays;
grafía que mantiene en la edición barcelonesa de 1580 (f.159), y que estaba
documentada con Y desde el 1300
(Corominas).
Un siglo después, en
poesías de fray Josef Carbó leemos: "en lo Paraís terrè estaven Adam y
Eva" (Torre, Fco.: Luces, Valencia, 1665, p. 332). De igual modo, el
catedrático Batiste Ballester escribe: "en lo Parais terrenal"
(Ramellet, Valencia, 1667, p. 9). La palabra estaba consolidada, de ahí
que en los diccionarios de Escrig (1851)
y Fullana (1921 ) la conservaran hasta Ilegar al editado por LAS PROVINCIAS en 1997. Los
valencianos, en consecuencia, tenemos derecho a escribir paraís; aunque la inmersión subvencionada arrasa con todo (la
llamada Playa del Paraís, entre la
Vila y Campello, la han rebautizado como Paradís).
Otra palabra calificada de
bárbara es la valenciana esquedra (Gimeno,
I.: Diccionari, Barcelona, 1987, p. 75); sólo la admiten si
equivale a escuadrón de gente armada. La palabra catalana que los inmersionistas
enseñan a los niños valencianos es escaire,
corrupción condal del étimo latino quadrum y el italiano squadrone. Llamar
barbarismo a esquadra es una forma
de hacer el ridículo, pues aparte de ser palabra viva (y por ello figura en el
Diccionari de LAS PROVINCIAS), un
bárbaro insigne llamado Jaume Roig,
autor del Espill, la utilizaba en 1460 (DCEC, Corominas).
En las fiestas de la
Inmaculada del año 1663, el Gremi de
Obrers de Vila mostraba en su carro triunfal unos carteles con alegorias
sobre ferramentes (no eines)
utilizadas en su oficio. Esta organización equivalía a las actuales CC.OO. de la construcción, aunque sin
liberados con subvenciones millonarias para aniquilar el valenciano e
introducir el catalán. En los versos aparece el plom, plomada en castellano; el palustre, o pala de enlucir el estuco de las paredes; el nivell, para comprobar la horizontalidad;
la plana, que "tot lo
aplana"; el pich. o pico para
demoler; y la esquadra para cuadrar
ángulos rectos en las estancias (Valda, Fiestas, Valencia,1663, p. 478).
Leyendo las alegorías del
texto original comprobamos que el Gremi
de obrers de vila utilizaba -en la lengua valenciana de 1663- el sustantivo
esquadra, no el escaire catalán: "La
Creu os servi de esquadra/y os quadrá en la Concepcio/quant pera sa
habitacio/Deu os feu perfeta quadra" (Valda, p. 478). La esquadra del
siglo XVII solía estar formada por dos maderas que formaban L o T (tau o doble esquadra), sirviendo para hacer "quadra" o
cuadrar perpendiculares en suelos y paredes.
Hay más vocabulario del
sindicato o Gremi de Obrers del año 1663 que enlaza con la lengua valenciana
viva, aunque los gabinetes de normalitza- ció catalana de CC.OO. no lo podrá conocer, pues el diccionario del Ins- Titut
d'Estudis Catalans ignora este idioma o da informacibn errónea. Asi, palustre
significa según el diccionario de LAS PROVINClAS: "paleta trian- gular
d'obrer", lo que concuerda y hace comprensible este texto de 1663: "palustre, que lo llustre a les obres sol
donar" (Valda, p. 478). El diccionario del Institut d'Estudis Catalans
desprecia esta acepcibn y sólo informa que "Palustre" es relativo a
pantanos o marismas. Con esta obra sería imposible leer a nuestros antepasados
anteriores a Almansa.
Otra palabra que causa
terror a inmersores y valencianistas ambiguos es maestria. Despreciada por bárbara y expulsada de los diccionarios,
era habitual en los valencianos libres, incluidos los obreros del barroco:
"per que Deu, ab maestria"(Valda,
p. 477). El Gremi de Obrers de Vila era fiel a maestría, voz usada por Ausias
March en el siglo XV y, en 1763, por Fray Luìs Galiana.
Los obrers de vila
escribian "al afligit ampara" (p. 479) no empara; y
utilizaban "ingenis y
pichs" (p. 477); de ahí que el diseñador de estas ma- quinarias o
"ingenis" fuera llamado "ingenier" en lengua
valenciana; como consta en el diccionario de LAS PROVINCIAS, no el catalán "enginyer" del Institut
d'Estudis Catalans. Y así, en los escasos versos, podríamos se- guir señalando
las diferencias entre el valenciano del Gremi de obrers de 1663, y el catalán
de los gabinetes sardaneros de CC.OO.
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