viernes, 15 de junio de 2012

EL DESARME DE LOS MORISCOS DE CREVILLENT (1563) (y IV))




Cayetano Mas Galvañ
Extraído de Internet
            Respecto de las armas, el inventario presenta discrepancias. Al terminar de hacerlo, se elaboró un inventario y una valoración, siendo entregadas “en depósito y secuestro” al alcaide, a quien por el comisario Quirante se responsabilizó de su custodia y de ponerlas en el futuro a disposición de los funcionarios reales. Esta relación presenta discrepancias con la efectuada –seguramente-  por los responsables de revisar las cuentas del desarme en Valencia. Pero ambas listas tampoco arrojan los totales de la que hemos efectuado por nuestra parte, entre otras cosas porque algunos párrafos del documento resultan ilegibles, y por tanto las cantidades que hemos obtenido por nuestra parte son menores. Como quiera que tales discrepancias son nimias, hemos preferido omitirlas para ofrecer sólo nuestros propios datos. Indicaremos igualmente que del total de 205 vecinos moriscos, 52 (una cuarta parte) carecían de armas; esto es, que tres cuartas partes sí estaban armados. Así pues, las armas que se hallaron a los moriscos y que estos entregaron fueron las siguientes:

TIPO DE ARMA
CANTIDAD
ESPADAS
114
BALLESTAS
21
LANZAS
18
PUÑALES Y DAGAS
29
CASCOS
23
ESCUDOS
14
ARCABUCES
3
GUANTES DE MALLA
1

           
            La relación es bastante más detallada, de modo que el desglose de cada uno de los epígrafes sería el siguiente:
-En cuanto a las espadas, sólo 98 estaban completas y en plenas condiciones de uso. El resto eran: 1 media espada, 8 viejas, 5 sin vaina o funda, y 2 simples pedazos.
-Respecto de las ballestas, hemos de añadir 4 cureñas (que podrían convertirlas en pesadas) y 8 gafas[1]. Sin embargo, sólo se habla de 2 dardos, 2 aljabas[2], y 1 carcaj[3].
-Las lanzas incluyen 14 lanzas propiamente dichas, 2 lancillas, 1 lanceta y 1 lanzón[4]. En la medida en que los dardos son también lanzas pequeñas, podrían ser incluidos aquí.
-Los puñales y dagas incluyen 22 puñales en buen estado, 3 puñales viejos, 2 puñales sin vaina y 2 dagas.
-En los cascos incluimos 17 cascos, 4 cervelleras[5] y 2 capacetes[6].
-En el apartado escudos figuran 9 rodelas[7] y 5 broqueles[8] (1 de ellos viejo)
-Los arcabuces iban con sus frascos o cuernos para la pólvora.
            Por lo demás, lo más frecuente era que sólo dispusieran un arma por cada individuo, aunque la nada despreciable cantidad de 68 vecinos poseían dos, tres y –como máximo- 4 armas. Bien es verdad que de éstos sólo se dan 5 casos. De estos 5 mejor armados, salvo uno, todos poseían espada (uno de ellos, 2); otro de ellos tenía 2 ballestas y otro 1; cuatro contaban con casco o cervellera; otros tantos, con puñal; dos poseían lanza; y otros dos, rodela.
            No obstante, no hemos de dejarnos impresionar por la cantidad de armas halladas. Como acabamos de decir, un buen cupo estaba en malas condiciones. La mayor parte eran armas que se pueden considerar de defensa personal (espadas y puñales), y otras más temibles –como las ballestas- probablemente eran de tipo ligero (por el poco número de cureñas y gafas), cuya utilización principal sería la caza. En cambio, las armas cuyo uso resulta más claramente bélico (curiosamente las no ofensivas, como cascos y escudos), no representan una cantidad excesiva. Y el número de armas de fuego es realmente residual. De modo que, como primera impresión, creemos que se trata de un contingente más bien reducido, y escasamente orientado a potenciales usos bélicos.
            No faltaron, con todo, quienes manifestaron los peligros que entrañaba el desarme, como pronto lo hicieron ver al Rey los estamentos: ataques a los moriscos por los cristianos viejos (de quienes, por cierto, desconocemos cuán armados se hallaban), inseguridad para aquéllos en los caminos y campos, disminución en la producción y en el comercio, peligro de desabastecimiento... El rey, sin embargo, dio largas en sus contestaciones. Y en realidad, felicitó al duque de Segorbe por el desarme, con el que “se avrá quitado la ocasión de muchos males y los moriscos andarán más recatados en lo que toca a su Divina Magestad, que fue el principal intento que tuvimos para ello, y se viva con toda seguridad en esse Reyno”. Añadamos, para concluir, que la Monarquía había sido capaz de efectuar una ostensible manifestación de su poder en el Reino de Valencia, señores incluidos y en primer término.


[1] “Instrumento para armar la ballesta, que atrae con fuerza la cuerda hasta montarla en la nuez” (D.R.A.E.)
[2]  “Caja portátil para flechas, ancha y abierta por arriba, estrecha por abajo y pendiente de una cuerda o correa con que se colgaba del hombro izquierdo a la cadera derecha.” (D.R.A.E.)
[3] Sinónimo de la anterior.
[4]  “Lanza corta y gruesa con un rejón de hierro ancho y grande, que solían usar los guardas de las viñas.” (D.R.A.E.)
[5] Se trata de un catalanismo. Según el Diccionari de la Enciclopèdia catalana: “Casc rodó ajustat a la forma del crani que arribava fins a mig front”
[6]  “Pieza de la armadura, que cubría y defendía la cabeza”. (D.R.A.E.)
[7]  “Escudo redondo y delgado que, embrazado en el brazo izquierdo, cubría el pecho al que se servía de él peleando con espada”. (D.R.A.E.)
[8]Escudo pequeño de madera o corcho” (D.R.A.E.)

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