domingo, 4 de diciembre de 2011

ANOTACIONES A LA "CRONICA" DE RAMON MUNTANER


Autor: Valencia d'elig 
(Nomes versio en Castellà · Solo versión en Castellano)

  Todos los indicios apuntan a que la mayor parte de la "crónica" escrita por el catalán Ramón Muntaner no está basada en la experiencia propia y directa del autor sino en datos de terceros que el cronista presenta de manera marcadamente idealizada y distorsionada.

 Ramón Muntaner, según aclara él mismo en su obra, comenzó a escribir su "crónica" muchos años después de acontecer algunos de los hechos que pretende reflejar. En concreto la inició el quince de Mayo de 1325 (XV Maig M.CCC.XXV) cuando contaba con 60 años de edad (LX anys), por lo que el año de su nacimiento, 1265, coincidió con el de la campaña que efectuó el rey aragonés Jaume I "el Conquistador" en el Reino de Murcia para sofocar una rebelión sarracena en aquellas tierras. Teniendo en cuenta que el rey Jaume I falleció cuando Ramón Muntaner tenia solo once años de edad, resulta más que evidente que Muntaner no pudo nunca acompañar como cronista al rey Jaume I en ninguna de sus campañas, ni pudo ser testigo directo y presencial de unos hechos que el cronista catalán nos quiere presentar como vividos en primera persona.

 Incluso, es tanta la desinformación e inexactitud por parte de Ramón Muntaner en relación a este asunto, que en su "crónica" erróneamente data en el año 1238 (M.CC.XXXVIII) la presencia del rey "en Jacme D'Arago" en tierras murcianas, cuando históricamente está más que probado que fué en los años 1265-1266 cuando el rey aragonés Jaume I estuvo en el Reino de Murcia ayudando a su yerno castellano el infante Alfonso (Alfonso X "el Sabio") a sofocar la rebelión sarracena.
  
 Resulta llamativo comprobar como los anti-históricos y falaces términos "Corona catalano-aragonesa" o "Rey catalano-aragonés" de los que reiteradamente hace uso el aparato propagandístico catalanista no encuentran sustento, ni validez alguna en la obra de este cronista catalán. En consonancia al marco legislativo y a los derechos y usos consuetudinarios el cronista Ramón Muntaner utiliza profusamente los adecuados términos "Corona d'Arago", "Regne d'Arago", "Regne de Valencia", "Comptat de Barcelona", "Cathalunya", "Rey d'Arago", "Rey de Valencia", "Compte de Barcelona", "Senyor de Cathalunya", "Casa d'Arago", "Casal d'Arago", "Jacme I d'Arago", "Pere d'Arago", "coronas [de rey para el reino de Aragón y para el reino de Valencia]", "garlanda (diadema) [de conde para el Condado de Barcelona]", "Regina (reina) [en el reino de Aragón y en el de Valencia]", "comptesa (condesa) [en el Condado de Barcelona]".

 En los textos siguientes se describe la coronación del infante Pere, hijo de Jaume I, como "Rey" en el "Reyalme d'Arago" y en el "Reyalme de Valencia", recibiendo la "corona" de cada reino, mientras que en Cataluña solo es "creado" Conde de Barcelona y señor de Cataluña otorgándosele en consonancia a dicha titulación la "garlanda" (diadema) de conde pero jamás la "corona" de rey ("...reebe ab gran gloria, e ab gran alegre la garlanda, don fo creat Compte de Barcelona, e senyor de tota Cathalunya").
 Queda patente por todo lo expuesto que Cataluña nunca fué reino, sino solo una agrupación de condados en donde el de Barcelona tenía mayor preponderancia que el resto y el conde que lo gobernaba actuaba como representante y "señor" de Cataluña, pero jamás bajo la titulación de "rey". Todo ello no hace más que dejar en evidencia la grave manipulación histórica que realiza el nacionalcatalanismo cuando pretende otorgar atribuciones de reino o corona a Cataluña bajo la falsa terminología de "Corona catalano-aragonesa" o "Rey catalano-aragonés".

 Como colofón (línea verde), el cronista catalán lanza un exaltado alegato en favor de Cataluña, con toda seguridad para tratar de compensar la frustración que le provocaría tener que admitir la inferioridad de rango de Cataluña ante los reinos de Aragón y de Valencia (y Mallorca). Proselitismo gratuito que deja en evidencia el marcado carácter chauvinista de Ramón Muntaner y su visión partidista en favor de Cataluña y lo catalán a lo largo de su "crónica". Un chauvinismo catalanista que continua presente en nuestros días, con mayor virulencia y agresividad si cabe, que viene de la mano del nacionalismo catalanista (y sus colaboracionistas en tierras valencianas) que pretenden hacer creer que el idioma Valeciano es solo una variante del Catalán para absorber el patrimonio lingüístico e histórico-cultural valenciano dentro de sus inventados y ficticios "Països catalanes" y "Coronas catalano-aragonesas" imperiales.

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