Por Ricardo
García Moya
Ocho mulas, ocho, en 1644 y
en la Guerra dels Segadors perdieron los muchamelers del Reino de Valencia en
choques contra catalanes en la campaña de Lleida (ACA; leg. 888, doc. 243). Y
es que Muchamel tuvo historia
valenciana antes de que la inmersión manipulara hasta el nombre de la villa. El
error comenzó en 1951. Un ensayo de Ernesto
Veres d'Ocón en la Revista de Filologia Valenciana (editada por las
autoridades franquistas y controlada por el Institut d'Estudis Catalans) daba
como forma culta Mutxamel con tx,
apoyándose en la autoridad de Asín
Palacios y en las sugerencias de Sanchis Guarner (RFV, julio 1951, p. 228):
No obstante, en el texto de Asín citado por Veres no aparece referencia alguna
al topónimo. Es más, Asín Palacios
sugiere todo lo contrario al transcríbir con
ch topónimos como Alcolecha (p. 54);
Alborache, Benichembla y Masarrochos (Asín, M.: Contribución a la toponimia. Madrid,1944).
Ignotos, pues, los
argumentos filológicos y los consejos ortográficos que Guarner dio a Veres, nos
quedan miles de documentos en lengua valenciana anteriores a 1707 donde aparece
Muchamel con CH. Quizá el más atractivo por la formación humanistica de los
autores sea el manuscrito de la "Confraria
del Loreto de Muchamel", donde
anotaron centenares de veces el topónimo sin el digrafo TX. Ahora, en 1997, los descendientes de aquellos muchamelers
(Planelles, Blanquer, Pastor, Momdedeu, Mingot, Domenech, etc.) que pueblan los
folios de 1613 sufren inmersión y olvidan
el idioma que Vicent Bendicho-cronista
de Alicante y rector de Muchamel- utilizó en el manuscrito: giner (Ms. Loreto,f. 174), mejes (f. 9), milacre (f. 174), juge en
servici (f. 28) dumenge, ixque, homens, faena, hui, cada u, vixque, etc.
Bendicho describe anécdotas
como la de Cheroni Mingot (f. 21 )
que sufria "enfermetat" e
imploraba a la "Image"; o
la visita del virrey del "Reyne de
Valencia a Muchamel"(f.174). Latinista e historiador, no alberga dudas idiomáticas; así, en la Crónica de
Alicante (año 1640) comenta que a ciertas piedras "las llamamos ulls de serp en nuestra lengua valenciana".
Lengua que le hacía distinguir entre la fricativa x de Xixona (f.172) y la africada ch de archiu (f.169) antorches
(f.178), chichs y chiques (f.179); es decir, la
ortografía que el Institut d, Estudis Catalans dice que ha inventado en el
siglo XX la Real Academia Valenciana. El cronista plasmaba la abertura vocálica
del numeral "denau"(f. 7);
variable que nos asusta, pero que Constantí Llombart la incluía en su
diccionario de 1887 (los catalanes, menos escrupulosos, defienden su corrupto
divuit).
EI verbo "borrar" (no el catalán esborrar) es usado por
Bendicho para narrar el milagro de la "llágrima que hui es veu", y
otras que las inclemencias "les
borrasen" (F. 175). EI
historiador escribía "servici"
y "anava a cavar arena"
(no sorra); llamaba alqueríes
(no masías) a las viviendas del contorno y situaba correctamente la preposición
en para localización de lugar, no
dirección: "están en Asp"
(no a Asp). De igual modo, el verbo
"resar" -vivo en todo el Reino y admitido en el Diccionari de LAS PROVINCIAS- era usado en 1600 en
Alicante: "acostuma a resar, pogué
ser resat lo ofici" (f.173). Como nexo copulativo encontramos la Y griega, habitual hasta la contaminación
catalana del XIX.
Esta lengua del
cronista alicantino está siendo destruida sistemáticamente gracias,
en parte, a consejos como los que Guarner ofreció a Veres d'Ocón y que
repite en "La llengua dels valencians" (Ed. Eliseu Climent). Sus ataques
contra Fullana o contra la "viciosa Ch" (p. 58) son aplaudidos por la inmersión y la farsa
se extiende; así, en la "Enciclopedia de los nombres propios" (Ed.
Planeta, Barcelona 1995) Josep Albaigès afirma que en catalán se escribe Mutxamel (p. 323); pero oculta que en
los documentos en lengua valenciana siempre aparece el topónimo como Muchamel.
Todo es corrupto para los
catalaneros, salvo lo impuesto por el IEC. Así, la profesora María Antonia Cano
de la Universidad de Alicante -curtida en estas lides- cuando localiza en un
texto de 1617 (Archivo Municipal de
Elche), palabras valencianas como "peixca y peixcaría" las corrige con las catalanas "pesca
i pescaria" (Asol post,Ed. Marfil, 1990, p. 36). Respecto a Muchamel y su
hibridismo mozárabe, es curioso que algunos moriscos que pudieron pasear por sus calles tenian nombres
y motes con la CH viciosa: Cheli, Toroncheta, Rochet, Capuchet, Capucho, Carchet, Carchota Chaqueret, Chiquet, Chocovet, Mucherriz, Muchafa, etc.
(Labarta,A.: Onomástica de los moriscos valencianos. CSIC,
Madrid,1987).
Abundaban los viciosos
antes de 1707, pues la grafía Muchamel (como aparece en el Diccionari de LP) era respetada en todos los niveles,
fuera en documentación de la Cancillería Real firmada por Felipe II, memoriales
eclesiásticos o tratados eruditos. En el "Libro de capítulos de
Oriola", año 1611, se describe el "Dret Real de Muchamel" (f.156); y en la Pragmática Real de
1603 se cita a "Muchamel"
(Bib, Catalunya, R.1141 ). También en
las ordenanzas municipales del "vi foraster en Alacant"
leemos: "en la present ciutat de
Alacant y vila de Muchamel" (AMA, f. 33). Podríamos seguir con arrobas
de documentación en lengua valenciana,
pero sería inútil; la inmersión insistirá en que lo científico es escribir
Mutxamel, como ordena el IEC, y no como hacía el culto cronista de Alicante en
1600.
Las
Provincias 1 de Diciembre de 1997
No hay comentarios:
Publicar un comentario