Per Joan Ignaci Culla
President de Reinaixença Valencianista
Publicat en Las Provincias (16/03/05)
EN UNA JERARQUÍA, TODO EMPLEADO TIENDE A ASCENDER
HASTA SU NIVEL DE INCOMPETENCIA (Principio de Peter)
Es curioso, y cuanto menos anecdótico que, cuando estudiábamos el
Principio de Peter, únicamente (como así se nos explicaba), lo aplicásemos a
los términos de empresa/economía. En mis tiempos de estudiante nunca pensé que
un Principio, tuviese tantas interpretaciones, y que éstas se pudiesen extender
a la política.
Por otra parte, no nos debe extrañar, cuando para ser político (a
diferencia del mundo empresarial) no se necesita un buen currículo. Simplemente
se necesita estar en el momento preciso, ser amigo de…, estar ciego y mudo ante
posibles -llamémosles “vicisitudes”-, o ser un trepa empedernido en busca de un
modus vivendi para conseguir a través del servicio al pueblo las
compensaciones, jamás soñadas en un servicio privado, sí no se está capacitado.
Un buen ejemplo del Principio de Peter, son los dirigentes del PP y PSOE.
Por una parte, nos encontramos a un PP, con mayoría absoluta en la
Generalitat Valenciana que lejos de hacer valer la misma y aplicarla para
cumplir las “promesas” electorales y acuerdos del partido, en los cuales
defendía la singularidad propia y diferenciada de la lengua valenciana la
desprecian y la entregan a los que no creen en ella: AVL.
Claro está que, como sus responsables no quiere hacer público el
Principio, al que están sometidos, nos intentan vender (para mayor
incompetencia) que ellos (PP), realmente no están haciendo lo que hacen (es
decir, asumir la unidad de la lengua), sino que nosotros (los valencianos) no
entendemos la forma que ellos consideran correcta de defender el valenciano,
por muy entreguista y claudicatoria que consideremos su política y sus hechos.
Ellos (PP, claro) no pueden entender como les achacamos la indefensión de
nuestro idioma, después de las manifestaciones de Camps, Pons, Font de Mora,
Calomarde, etc., que insisten que al valenciano siempre le llamaremos
valenciano. Otra cosa es que pregunten a los profesores de los institutos (no
menciono la Universidad), que se burlan de los alumnos que defendían la lengua
valenciana, apoyados en la historia, en la sociología, además del Estatuto, y
ahora les restriegan el dictamen pagado, asumido y auspiciado por ellos (claro
que, seguramente a ellos les resbala la realidad y lo que le pase a nuestro
pueblo). Hasta Ignacio Gil Lázaro (¡cuánto has cambiado desde que tomábamos
café!), para intentar justificar lo injustificable, va a pedir
“responsabilidades” en el Congreso; por no mencionar Zapatero en París, el
valenciano, cuando son ellos (PP) los auténticos responsables, a través de la
AVL los que han renegado de él, asumiendo el catalán como lengua única.
Es decir, que el PP, o nos toma por estúpidos, por muelles (algo propio
de los valencianos, para que nos vamos a engañar), o su incompetencia es tal
que reniegan de un valor tan esencial como es su propia cultura, a cambio de
otras prebendas (ver contestación de Moratinos, a la Sala Tercera
Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, la que certifica que la unidad
de la lengua se hizo de acuerdo con la Generalitat Valenciana, es decir por los
Camps/Pons. Al final tendrá razón un ex ministro y responsable de la
elaboración de la ponencia de cultura de la antigua AP (hoy PP), en el que nos
manifestaba en “petit comité” que el partido había abandonado el hecho cultural
por el político/económico.
Pero si el Principio de Peter, se manifiesta de forma patente en los
responsables de PP valenciano, no es menos en el PSPV.
Las actuaciones de Zapatero (por “consiguiente” de PSOE), más que la
incompetencia, rozan la ciencia-ficción.
Es lógico que él (Zapatero) fuese el primer sorprendido (el segundo fue
el propio PSOE), al ganar las elecciones. Pero una vez ganadas (sería lo
lógico), tendría que afianzar el liderazgo y buen hacer para consolidarse y
repetir lo que de forma extraña se encontró. Lejos de ser así trata de
perpetuarse en el poder con compra-vendas de grupos como ERC. El precio que le
exige su socio de noches-locas (y los del silenciado “Carmel”) es la
anulación de la personalidad valenciana, junto con el retroceso de la economía
valenciana.
Zapatero, con esta forma de actuar, prefiere mantenerse en el poder, aún
a costa de mingunear cualquier apoyo al desarrollo de nuestra Comunidad,
llámese: derogación PHN, AVE, Copa de América, etc. No es la mejor forma de
recuperar los votos de lo que antiguamente fue un feudo socialista ¿Peter o
sencillamente estupidez?
Pero si Zapatero hace honores al Principio, Joan I Pla es en sí mismo el
propio Principio. No he visto a nadie como él, que sea capaz de aún queriendo,
de ser tan inoperante. ¿Acaso no tiene asesores que no padezcan el efecto
mimético del Principio? Porque de no ser así, le demostrarían que por mal que
lo haga el PP, sobre todo en el terreno cultural, no es el mejor sistema para
recabar votos someterse a su compañero de filas Magarall (calenturas
incluidas), ni al sonrisas Zapatero, con su desprecio por y para
Valencia, para poder aspirar algún día a “algo”.
En definitiva, dudo si el PP y PSOE (unos por unas cosas y otros por
otras), sufren el Principio de Peter, o simplemente son burros, o nos toman por
ello.
De la misma forma, desconozco si los actuales responsables de la RACV
también están abducidos por el Principio. Porque de no ser así, resulta
incomprensible cómo no han hecho todavía pública la expulsión de sus miembros
que han participado en el mercadeo catalanista de la AVL, e intentan justificar
que nos vendieron a título individual. ¿O también nos quieren tomar el pelo?
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