La expulsión
BREVE RELACIÓN DE LA EXPULSIÓN DE VALENCIA (p. 329) (Archivo Histórico Nacional, Inquisición, legajo 1786, exp. 1,fol. 254 nº 2)
En 22 de Setiembre 1609, se publicó un real bando de S. M. en la presente ciudad de Valencia, mandando por las causas en el contenidas que todos los moriscos del reyno de Valencia dentro de tres dias despues que en cada lugar de ellos se hiciere pregon para que se fuesen á embarcar so las penas en el contenidas, saliessen de sus casan y lugares con lo que pudiesen llevar á cuestas y solo quedasen los niños de quatro años abaxo con voluntad de sus padres ó curadores.
Fueron señalados para la embarcacion de dichos moriscos tres puertos, Alicante, Denia y Vinaros, ofreciendo S. M. pasaje franco y bastimentos, el qual bando se hizo con apercibimiento que pasados los tres días pudiesen ser desbalijados y traidos al primer lugar para entregallos á la justicia y haziendo resistencia les pudiesen matar y que los bienes muebles y raices de los moriscos fuesen de los señores de los lugares.
En la playa de Alicante estaban aprestados los galeones de la Armada con Don Luis Fajardo general de ella y otras naves, y entendia en la embarcacion por tierra Don Baltasar mercader.
En Denia estuvo de principio don Agustin Mexia maese de campo general y las galeras del Marques de Santa Cruz y otros vaixeles que acudian; tambien asistieron a dicha embarcacion don Cristobal Sereño y el dotor Nofre Rodriguez, Juez de corte.
A Vinaros acudio Don Pedro de Toledo con las galeras de España y antes de publicarse el dicho bando estaban desembarcadas las compañias del tercio de lombardia y parte de ellas subieron á la sierra de espada donde en otra ocasion los morixcos del reyno se subieron, y en el marquesado de Denia estuvo el tercio de Napoles.
Despacharonse luego comisario por el reyno y a un tiempo en la gobernacion de Alicante, en el ducado de Gandia y marquesado de Denia y a las partes mas vecinas de Vinaroz para sacar los moriscos á embarcar, aunque de noche y á horas cautas entre las aljamas principales del reino corrian muchos avisos tratando si se rebelarian, sus mayores alfaquies resolvieron que no, por dos causas principales, la una que tenian pronostico que les habia de venir un bien impensado á tiempo que perderian una coxida negra u que era este el *****plimiento del pronostico, la otra porque no tenian fuerzas para vencer ni aun para defenderse y si se alçavan serian presto vencidos y sus mugeres cautivas y sus hijos christianos y serian causa de este grande pecado. Con este consejo de los alfaquies, aunque por falgos pareceres, determinaron de obedecer y fueron saliendo de sus casas y embarcandose y para mas fecilitar su embarcacion se les dio libertad que hasta sallirse de sus casas pudiesen administrar sus bienes, y por este camino vendieron y gastaron quanto tenian, dando el trigo á dos y á tres reales la hanega que es grande estremo de barato en este reino, aunque despues se les quito libertad de vender ganados, trigo y azeite.
Don Pablo Sanoguera persuadio á los moriscos de Alcacer, vasallos de don Christobal sanoguera su hermano, que fuesen á embarcarse al Grao de VAlencia y pagasen el Flete e hiziesen su bizcocho para el viaje que de esta suerte serian de los mas bien librados del Reino y se ahorrarian el largo camino y gastos hasta Denia ó Vinaros, y assi los que primero dexaron sus casas para embarcarse en el Reino fueron los de Alcacer que, dia del Señor St. Miguel á 29 de Setiembre, por la mañana salieron y llegaron al Grao á medio dia á cavallo con sus carros y vagajes con mucha ropa que trahian. A estos siguieron los de picacente sus deudos, vecinos y amigos, y otros muchos señores de lugares con sus vasallos hizieron despues lo propio de suerte que este Grao de Valencia con asistencia del dotor Francisco Pablo baziero, juez de corte, se an embarcado hasta veynte y uno de Deziembre que fue continuo la embarcacion, decisiete mil setecientos sesenta y seys moriscos, esto es nueve mil ochocientos noventa y siete hombres y mugeres de doce años arriba, tres mil trescientos treinta y mueve de teta. En Alicante treinta y dos mil entre hombres y mugeres. En Denia, treynta mil entre hombres y mugeres. En Vinaros quinze mil y doscientos entre hombres y mugeres. En Mancofa cinco mil seyscientos y noventa, que todos son 100,656.
Pocos dias despues de començada la embarcacion los moriscos fueron subiendo á los montes en dos partes distintas y apartadas del Reyno, esto es en los montes de Alaguar y en la muela de Cortes y de cada dia fue creciendo el numero de suerte que en el de Alaguar llegaron á doce mil hombres y mugeres grandes y pequeños de la valí de guadaleste, con firdes, sella, xalon, gata, orba, Alcalali, mosquera y Alaguary de algunos otros lugares. A muchos hicieron salir por guerra de sus casas y rebelarse. Estos escoxieron y levaron por rey á Geronimo Mellin, valiente moro.
En la muela del oro que es la misma de cortes se juntaron mas de nueve mil entre hombres, mugeres, grandes y pequeños. Estos nombraron por su Rey á Vicente turiri, hombre de buen entendimiento y valeroso. En ambas partes se proveyeron bien de bastimentos de trigo, arroz, pasas, higos, miel y mucha arina. Aunque estaban muy mal armados hicieron grandes insolencias de robar y quemar yglesias, acuchillar la imagenes y en particular el Santisimo Crucifixo y de la gloriosisima reyna de los Angeles, y el dotor baziero prendio á tres de estos sacrilegos [que] quemaron robaron la yglesia de bicorbe.
Despues de muchas embaxadas y tratos que huyo entre los moros de Alaguar y don Agostin mexia maese de campo general con que procuraban entretenerse los moriscos, pidiendo plaços largas para embarcarse, determino de apretallos poco á poco con la gente que tenia de los tercios de napoles y secilia y con las compañias de la milisia efectiva del Reyno que acudieron y lo mismo fue á esta otra parte de la muela de cortes que don Joan de Cordova, maese de campo del tercio de lombardia estaba con su tercio y don Alvaro vique sorogado de governador con las compañias del tercio de la Ribera de la milica efectiva donde asistian tambien don Joan pacheco carrillo y don Esteban su hermano y fue Dios servido que en ambas partes los campos á un mesmo tiempo fueron apretando los moros de suerte que de dia de la presentacion de nuestra Señora [21 Nov.] al amanecer envistieron á los enemigos y el campo de don Agostin mexia serro con ellos y luego volvieron las espaldas como á gente bisoña y desarmada y en el encuentro y seguida de la vitoria les mato mas de dos mil (1) y les gano los lugares do estaban y el pendon que hera lo mas fuerte y los demas subieron á los mas alto donde ni tenian que comer ni gota de gua para bever y ansi les tuvo apretados el campo unos quantos dias hasta que se rindieron para embarcarse y baxaron con tanta furia y tan sedientos que de pechos se arrojavan en el agua y algunos rebentaron beviendo, y de alli los llevaron á embarcar á Denia.
Don Joan de Cordova llegandose con el campo al lugar de cortes el dicho dia de la presentacion de nuestra Señora y adelantandose la cavalleria donde iban dichos don Joan pacheco y don Estevan haviendo caminado como media legua hallaron catorze morillos con banderillas blancas, señal de paz, los quales postrados por tierra pidieron misericordia en nombre de todos, y haviendolos remitido á Don Joan de Cordova que les dixo que se rindiesen en buena ora que el haria lo que le pareciese y les admitio protemiendoles que no serian robados ni maltratados, y no lo puedo *****plir porque los soldados les desvalixaron todos sin dexarles cosa alguna y al ultimo estos moriscos Laxaron en veces y dias diferentes y los unos fueron á embarcarse á Denia y mas de tres mil al grao de Valencia.
Geronimo Mellin murio pelando valerosamente el dia de nuestra señora que fue vencido y luego despues levantaron por cabeza á su hermano Christobal mellin cuyo cuerpo difunto dias después fue traido á la ciudad de Valencia.
En la muela de cortes quedaron mas de dos mil moros depues de haver baixado la mayor parte de líos con seguridad para embarcarse y por ser los montes muchos y muy espesos llenos de barrancos y quevas que nos han dado mucho trabaxo en reduzillos o prendellos haciendo extraordinarias diligencias y poco á poco los han sacado del monte, unos reducidos con seguridad de sus vidas para embarcarse, otros presos y cautivos, y entre otras diligencias que se han hecho fue publicar con bandos que los que estaban en la muela rebelados dentro de tres dias baixassen pasados los quales pudiese cualquier particular prendellos y cautvallos y si hiciesen resistencia les pudiesen matar, reservandose libertad el Virrey de tomallos para las galeras pagando veinte ducados por cada uno, con lo qual salia mucha gente de diferentes lugares y fueron por los montes cautivando muchos y han quedado solo hombres horros y (3) los mas dellos mozos al pie de ciento y cinquenta con diez ó onze mugeres.
Estan dichos moriscos tan aborrecidos por no embarcarse que por medio de don bautista palía hermano del señor de Cortes an pedido de merced al Virey que les asegure de no embarcallos ni ser esclavos de las galeras y se rendiran voluntariamente para ser esclavos de particulares para lo qual han baxado cinco moros de los mas principales y se les ha concedido esta seguridad hoy que estamos 6 de março 1620 [1610](4) con lo qual se tiene por cierto baxaran los que quedan.
Buscando los moros por los montes unos soldados del conde de Carlet allaron en una cueva á Vicente Turiri, muger, hijos y otros hombres y mugeres los quales truxeron á esta ciudad de Valencia y á dicho Turiri le dieron sentencia que fuese atenaceado y cortadas la orejas y hecho quartos y su cabeça puesta al portal de esta ciudad dicho de St. Vicente, executose asi y murio como buen cristiano confesando y pidiendo perdon á nuestro Señor y encomendandose al Señor ya su madre bendita de quien havia sido devoto y biviendo hizo muchas limosnas.
Hanse hallado por los montes muchos moriscos muertos, unos de hambre, despues que fueron rendidos, otros despeñados voluntaria mente solo por no embarcarse ó quedar en manos de christianos, otros muchos luego de principio quando se hecho el bando general se salieron del reyno para Aragon, Cataluña y á Francia muchos de ellos.
En el discurso de la embarcacion del Grao han sucedido varios casos porque de algunos de los moros era tanto el deseo y ganas que tenian de embarcarse que estando en las taraçanas muriendose y boqeando se hicieron llevar al navio por no quedar en tierra y luego tuvieron desengaño de su dañada secta, muriendo y hechando sus cuerpos á los peces, otros hivan como si fuesen á bodas vestidas los mugeres de fiesta con lo mejor que tenian y una que vio embarcar sus deudos no hizo mas que parir y con la criatura en los brazos se fue a embarcar en dia aspero, ventoso y. muy frio, no embargante que se le ofrecio muy buen recoximiento si se quena quedar. La gente pobre y tullida traian de los lugares algunos de ellos á brazos, paresciendoles que hacian una grande obra de caridad, otros no embargante que se quedaban en tierra maridos, herma nos ó hijos se an embarcado con el mayor contento del mundo.
Por el contrario se han visto grandes estremos de muchas personas que querian quedarse, ofreciendo primero al cuchillo la garganta que embarcandose, algunos han deixado ir sus padres y mugeres y se an quedado no embargante se quedaban sin hacienda, otros se han escondido y huydo del Grao por no embarcarse, haziendo grandes demonstraciones de christianos y escoxiendo el estado de esclavitud antes de sallir de España, y en particular una moça de quinze años hizo particulares diligencias para quedarse estando ya en la taraçana y fue Dios servido darle una grande enfermedad para su salvacion porque viendose apretada de la enfermedad llamo un christiano que pasaba por delante su rancho y le dixo que le truxese un confesor que quena morir como buena cristiana, hizolo asi y dicha moça se confeso y dio el alma á Dios á lo que se puede creer piamente, y su cuerpo fue enterrado en la yglesia del Grao.
En los viajes huyo diferentes sucesos, porque aunque en el mar navegando no se a perdido ningun vaixel de los que han embarcado moriscos en el Grao, pero estando muchos de ellos con otros de Denia y Mancofa en el cabo de Palos aguardando buen tiempo les sobrevino fuerte sierço con el qual se perdieron y ahogaron como cien moriscos de piles y de otras partes y se perdieron tres saetias, dos de Denia y la otra de Marzella, y el dia siguiente se hallo en una destas saetias una niña de quatro años biva, estando el vaixel lleno de agua y de cuerpos muertos. Una nave del capitan pedro nicolas llegada á Arzeu y haviendo desembarcado la mayor parte de los moros dio a traves en tierra y se perdio.
Una saetia del patron Pedro fita catalan assi mismo haviendo llegado á Arzeu el viejo se perdio y todos los moros salieron á salvamento á tierra mas no se pudieron librar de los alarves que á todos los desbalijaron dexando aun las mugeres en cueros y este patron y sus marineros quentan que escapandose de los alarbes y caminando á Oran vieron degollados y muertos mas de nueve mil hombres y mugeres y entre ellos un niño asido á los pechos y tetas de su madre muerta.
El comendador de nuestra Señora de las mercedes de Oran ha escrito que es tan grande la Rissa que los alarves han hecho en los moriscos por los campos y despues han muerto tantos de enfermedades que entiende que de todos los que han desembarcado por aquel paraje no queda la tercera parte.
Agora se van recogiendo algunos moriscos que hay por el Reino entre personas particulares para embarcallos y sienten lo tanto que los pocos moros que estan en esta ciudad para embarcarse de buena ganan se quedarian esclavos si les permitiese estar en el Reino.
NOTAS
1 El documento dice "más de dos moros"; He respetado la lectura del transcriptor que, con buen sentido, decía: "más de dos mil".
1 El documento dice "más de dos moros"; He respetado la lectura del transcriptor que, con buen sentido, decía: "más de dos mil".
2 Lea publicó: "barrancas y que nos han dado".
3 La edición original dejaba un espacio en blanco.
4 El transciptor que envió el documento a Lea leyó 1620. No conforme con esta lectura Lea la respetó pero incluyó entre corchetes y con signo de interrogación, 1610. Una lectura más atenta del original confirma la suposición de Lea.
El resto de las correcciones han afectado sólo a la grafía de algunas letras y a lapsas de menor importancia. No se ha corregido el uso de las mayúsculas respetando la costumbre de la época.
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