miércoles, 5 de octubre de 2011

NACIONALISMOS Y LENGUAS


FILLA Baleares  22 de febrero del 200
Extraido de Internet

Resulta algo inexplicable la febril actitud de los nacionalismos en nuestro país, si consideramos a España no solamente como ente político individual, sino como formando parte integrante de Europa.

Reclaman la oficialidad en todo el Estado, de las lenguas regionales y en todos los ámbitos de la Administración y que se reconozca una España Plurinacional, es decir una España compuesta por varias “naciones”.

Apoyan sus argumentos en que esto ocurre en otros estados europeos, lo cual ponemos en duda, porque no hay que confundir la diversidad de lenguas regionales de un estado, con la lengua oficial, base de su régimen político.

Vamos a considerar varios ejemplos.

Suiza es una “Confederación Helvética” que agrupa 25 Cantones, en los que se hablan varias lenguas (alemán, francés, italiano) constituyendo dichos Cantones una sola Nación única o “República Federal” la cual se reúne en “Asamblea Federal” que comprende tres cámaras: el Consejo Nacional, el Consejo de los Estados y el Consejo Federal, para tratar los asuntos que afectan a todos los Cantones.

Bélgica tiene dos lenguas regionales: el valón y el flamenco, pero su lengua oficial es el francés que rige todas sus 9 provincias, agrupadas administrativamente en una sola “Monarquía Constitucional”.

Francia, Italia y el Reino Unido, tienen una lengua única oficial en todo el Estado, sin que jamás se haya permitido que las lenguas regionales hayan intervenido en la Administración Pública ni en la enseñanza. Es más, en muchos casos, las lenguas regionales se protegen pero única y exclusivamente porque  forman parte de su patrimonio cultural.

En la República Federal de Alemania, existen también lenguas vernáculas como el sorabo y el frisón que jamás han trascendido a las altas esferas de la Administración, desde que los hermanos Grimm (Guillermo Carlos y Jacobo Luis) en 1819 editaran la primera gramática alemana y su diccionario.

En España, como se sabe, la lengua oficial es la española. La Enciclopedia Universal Ilustrada lo corrobora en su tomo XXI pág. 413, donde dice: ….”asimismo, los modos de hablar usados en España son españoles y no de otra manera pueden considerarse, habiendo las modalidades galaica, portuguesa, asturiana, leonesa, catalana, valenciana, murciana, baleárico y castellano”.

Aquí, dicho sea de paso, podríamos resaltar el valor cultural e histórico de nuestra lengua mallorquina-balear, citando lo que dice de ella la Gran Enciclopedia Rialp en su tomo XIV pág. 835 donde leemos “El balear es una de las lenguas más arcaizantes (calidad de antigua) de toda la romanía”.

Continuando con nuestra lengua única y oficial española que rige en todo el estado, común a todos los españoles, decir que es necesaria, pues nos abre camino no sólo en nuestro país sino en los más dilatados confines del mundo (la hablan más de 400 millones de personas en 23 países) formando una comunidad abierta y no cerrada lingüísticamente por imposiciones nacionalistas.

No creemos que, convertir lenguas regionales en lenguas oficiales dentro del Estado español, lo cual nos aleja  de la Europa más avanzada, sea lo más saludable para la formación de ciudadanos europeos de cara al siglo XXI.

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