Autor: Baltasar Bueno
23.11.07
23.11.07
Como Marichalar no ha creado bastantes problemas a la Casa Real, ahora que se siente más libre que antes por lo de la separación, pues se dedica a crearlos al conjunto del Estado, en esta ocasión bendiciendo un congreso de una organización cada día mas crecida en su apostolado catalanista, donde se han atrevido a afirmar que los Papas Borja, los del pueblo de Rus, catalanizaron Italia, es decir, los Estados Pontificios.
La ‘bobez’ de Marichalar no ha podido ser mayor, meterse en camisa de once varas, quien sabe a cambio de quien, sobre todo teniendo en cuenta que con Cataluña y Valencia el hombre poco tiene que ver y nada con la lengua catalana, ni con la catalana ni con ninguna.
Siendo lo del Duque de Lugo una memez, lo grave hay que observarlo en esta organización que se empeña en catalanizarlo todo, ahora los Papas Borjas y su política cultural, negándole su valencianidad, de forma descarada y acientífica, ellos que tanto se jactan de remitirse a la filología y a la comunidad científica internacional. Y eso que los Borja influyeron en media Europa, llevando allí la plenitud del Siglo XV valenciano, el Siglo de Oro de la Lengua y Literatura Valencianas.
Frente a esta gente minoritaria, que han perdido todo respeto a la valencianidad y cualquier miedo, que actúan con desparpajo y osadía, hay que decir basta, sobre todo desde la Generalidad Valenciana, que no solo no les dice nada, sino que les premia generosamente.
Ahí tienen, si no, a Alejandro Font de Mora, que disfruta dándoles premios, como el otro día le otorgó a Joan F. Mira y a la editorial Bromera, editorial que se está forrando con dinero público que administra la Generalidad y con dinero público que administra la Diputación, por los encargos que estos órganos gobernados por el Partido Popular les hacen, sobre todo en libros escolares y libros con que se promocionan determinados medios de comunicación adictos a la causa.
El PP, que siempre que vienen elecciones hace airear la bandera de la valencianidad, sobre todo a través de los “voceros” Ricardo Costa y Vicente Rambla, no suele prodigarse a lo largo del año en condenar este tipo de barbaridades históricas y poner las cosas en su sitio; no lo condenan, sino que lo premian. Hacen creer a la gente que son valencianistas, pero a la hora de batirse el cobre se hacen los locos.
Lo mismo que están haciendo con TV3, con total descaro, hacen creer a sus votantes que quieren cerrar TV3, y no la cierran, y no solo no la cierran, sino que a espaldas, a traición del pueblo valenciano, negocian para que se legalice aquí su visión, a cambio de que la cosa esa que tenemos aquí se vea en el territorio catalán, lo que les importara allí ver a los del 9, para lo que hacen y dicen.
Estamos donde siempre, partidos centralistas, unidos por el denominador común del catalanismo. Unos por vocación, otros porque mejor no menearlo, no sea que se joroben otros intereses.
La ‘bobez’ de Marichalar no ha podido ser mayor, meterse en camisa de once varas, quien sabe a cambio de quien, sobre todo teniendo en cuenta que con Cataluña y Valencia el hombre poco tiene que ver y nada con la lengua catalana, ni con la catalana ni con ninguna.
Siendo lo del Duque de Lugo una memez, lo grave hay que observarlo en esta organización que se empeña en catalanizarlo todo, ahora los Papas Borjas y su política cultural, negándole su valencianidad, de forma descarada y acientífica, ellos que tanto se jactan de remitirse a la filología y a la comunidad científica internacional. Y eso que los Borja influyeron en media Europa, llevando allí la plenitud del Siglo XV valenciano, el Siglo de Oro de la Lengua y Literatura Valencianas.
Frente a esta gente minoritaria, que han perdido todo respeto a la valencianidad y cualquier miedo, que actúan con desparpajo y osadía, hay que decir basta, sobre todo desde la Generalidad Valenciana, que no solo no les dice nada, sino que les premia generosamente.
Ahí tienen, si no, a Alejandro Font de Mora, que disfruta dándoles premios, como el otro día le otorgó a Joan F. Mira y a la editorial Bromera, editorial que se está forrando con dinero público que administra la Generalidad y con dinero público que administra la Diputación, por los encargos que estos órganos gobernados por el Partido Popular les hacen, sobre todo en libros escolares y libros con que se promocionan determinados medios de comunicación adictos a la causa.
El PP, que siempre que vienen elecciones hace airear la bandera de la valencianidad, sobre todo a través de los “voceros” Ricardo Costa y Vicente Rambla, no suele prodigarse a lo largo del año en condenar este tipo de barbaridades históricas y poner las cosas en su sitio; no lo condenan, sino que lo premian. Hacen creer a la gente que son valencianistas, pero a la hora de batirse el cobre se hacen los locos.
Lo mismo que están haciendo con TV3, con total descaro, hacen creer a sus votantes que quieren cerrar TV3, y no la cierran, y no solo no la cierran, sino que a espaldas, a traición del pueblo valenciano, negocian para que se legalice aquí su visión, a cambio de que la cosa esa que tenemos aquí se vea en el territorio catalán, lo que les importara allí ver a los del 9, para lo que hacen y dicen.
Estamos donde siempre, partidos centralistas, unidos por el denominador común del catalanismo. Unos por vocación, otros porque mejor no menearlo, no sea que se joroben otros intereses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario