03/02/2011
|
||
Juan Vanrell Nadal
Catedrático de Francés Pte. de la Acadèmi de sa Llengo Baléà |
||
|
||
Si me moviera por hechos y palabras,
hace tiempo que habría tirado la toalla. “Juan, no hey ha res que fé. Ês una
guerra perduda per rahons políticas”.
Continuamente vivimos hechos
desalentadores. El último, el del pasado 24 de enero. Un buen amigo,
valenciano a carta cabal, me había pedido, ilusionado, que hiciera gestiones
con C.V., GAV y Nou Valencianisme al objeto de propiciar reuniones de diálogo
con U.V. y otras fuerzas de signo valencianista, pensando en las próximas
elecciones.
La aceptación de García Sentandreu,
Manolo Latorre, Susana y demás integrantes de Nou Valencianisme fue cordial y
sincera. Ellos son los más convencidos de que es imprescindible LA UNIÓN DE
TODOS LOS AUTÉNTICAMENTE VALENCIANOS para que no se margine paulatinamente LA
VERDAD de la lengua valenciana… Pues bien, esta iniciativa, tan importante
como necesaria, no se llevará a efecto. Los señores amigos de mi amigo, al
comunicarles éste la total disponibilidad del Nou Valencianisme, se han
echado atrás con eso de que prefieren madurarlo más y demás monsergas… Lo de
siempre: ¡¡¡LA COBARDÍA DE LOS BIEN-PENSANTES!!!, que con tanta rabia
descalificaba Bernanos en su ensayo-denuncia “L’imposture”. Me ha decepcionado
este comportamiento ambiguo, comodón y acomplejado de cierta valencianidad
señorial. Pensaba que esta típica cobardía era patrimonio de señores de mi
tierra mallorquina. Creía que en Valencia había muchos empresarios del fuste
de Juan Lladró y Héctor Gimeno, que pusieron valientemente su dinero para un
diario ejemplarmente valenciano, “VALÉNCIA HUI”, que no pudo cuajar por el
vacío descarado del gobierno valenciano del PP. Su ideario no podía se más
pepero, pero -¡oh osadía!- les echaba en cara su traición a la auténtica
lengua valenciana con la nefasta AVL (¿de qué lengua?)…
Ya veis, queridos amigos de EL PALLETER,
que pusilánimemente fallan los que más tendrían que apoyarnos. A éstos, como
a la mayoría de los políticos actuales, les importa un comino España y su
tierra natal. Solamente les importan sus conveniencias económicas y su afán
de poder. Para salvaguardarlo venden patria, verdad, lengua y dignidad. Lo
preocupante es que éstas son las estructuras políticas actuales. “El que se
mueva no sale en la foto”.
A pesar del poder omnímodo de estas
estructuras, basadas en una “partitocracia” despótica, quedamos en Valencia y
Baleares, inasequibles al desaliento, “los últimos de Filipinas”. Sí, en
Valencia, ni Coalición Valenciana y Grup, y en Baleares, ni Círculo Balear y
s’Acadèmi, claudicarán jamás ante la mentira y las tergiversaciones
históricas impuestas por un pancatalanismo alucinado, que da dinero a manos
llenas. Todos nosotros tenemos una sola meta y un solo ideal: ¡LA VERDAD!. La
verdad de nuestra Historia. La verdad de nuestra identidad cultural.
Tenemos en la actualidad el admirable
ejemplo del grupo editorial “Intereconomía”. Este grupo, sin complejos ni
ambigüedades, pregona bien alto su “orgullo de ser de derechas”. Este grupo
proclama, sin complejos ni eufemismos, que el patrimonio de la Libertad, del
Progreso, de la Bondad, de la Cultura, de la Democracia, de la Tolerancia, de
la Igualdad y del Humanismo no es monopolio de la izquierda, como
demagógicamente se han empeñado en hacernos creer, sino que es, básicamente,
distintivo real de la derecha cristiana, muchísimo más preparada e ilustrada
que las leires, bibís, carmas, sindes, malenis, pepiños y montillas… En mis
muchos años de vida docente, 49 exactamente, jamás he oído decir a gente de
derechas que Carlos Marx “es un burro”, como Peces Barba acaba de calificar
al alumno que estudia Religión…
Con éste y otros ejemplos recientes, en
España y otros países de gobierno izquierdoso, parece que el patrimonio casi
exclusivo de la violencia, la mentira, la crispación y la falta de libertad
auténtica es de la propia izquierda. “Es asombrosa la habilidad de la
izquierda en endosar el monopolio de la violencia a la derecha, cuando es lo
contrario”, nos decía Julio Ariza en uno de sus artículos dominicales.
Es hora de dejarnos de complejos y
cobardías. Debemos proclamar con orgullo que es un honor defender la Libertad
dentro del orden… Ser español de Valencia y mallorquín de España… Luchar por
nuestras milenarias lenguas autóctonas… Sí, los romanos llamaban “Valentia” a
Valencia y “Balearicae insulae” a las Baleares. En cambio, lo que hoy
llamamos “Cataluña” entonces se llamaba la Hispania del Nordeste. “Cataluña”,
como institución política, es denominación del s. XIV. No pudo, por tanto,
dar la lengua catalana a Mallorca, en 1229, ni a Valencia, en 1238…
Lógicamente, Cataluña y su lengua merecen el máximo respeto . Por mi parte lo
tienen totalmente. Pero, en contrapartida, Cataluña debe respetar y apoyar
las lenguas ancestrales de Valencia y Baleares. Cosa que no hace, ya que
vilmente las usurpa y las hace propias…
A los auténticamente orgullosos de
nuestras señas de identidad, no debe afectarnos la acomplejada cobardía de
nuestros “bien-pensantes”… Se creen lo mejor de Valencia o de Mallorca, pero
luego son incapaces de dar la cara por sus ideales. Son unos impostores…
A nosotros, los que somos tildados de
carcas, retrógrados, ignorantes, españolistas cavernícolas, intolerantes,
etc., etc., etc., no nos ofenden. ¡Nos honran!. Ignorándolo, pregonan que
somos adalides de LA VERDAD, LA LIBERTAD, LA VIDA, EL PROGRESO, LA TOLERANCIA
y EL PERDÓN… La izquierda no puede presentarnos, ni por asomo, a ninguno de
sus gurús emblemáticos capaz del acto sublime de nuestro Maestro que, desde
la atrocidad de la crucifixión estremecedora, suplica: “¡Padre, perdónalos.
No saben lo que hacen!”.
|
||
|
||
|
miércoles, 12 de febrero de 2014
LA COBARDÍA DE LOS BIEN-PENSANTES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario