jueves, 27 de febrero de 2014

DIPLOMACIA CATALANA CONTRA VALENCIA EN 1599


Ricardo García Moya                               Las Provincias 19 de agosto de 1992

En 1599, la generalidades de Cataluña enarboló bandera de guerra parlamentaria para impedir que se celebrara en Valencia la boda entre Felipe III y Margarita de Austria; enlace consideración del milenio, pues también se unirán el archiduque Alberto de Austria con Isabel Clara Eugenia, regente de los Países Bajos. Eran, no hay duda, los poseedor del mayor poder territorial jamás conocido, al gobernar Felipe III los imperios de España y Portugal.
El juego catalán
Unas cartas conservadas en el archivo de la Corona de Aragón reflejan el juego Diplomático catalán para monopolizar el acontecimiento. El 15 de febrero de 1599, los Diputados rogaron a Felipe II que el enlace se celebrara en Barcelona, ​​pues Ello supondría "engrandecernos y aventajarnos". La generalidades argumentaba que "llegando tan cerca de ésta apoyo Principado" sería imperdonable; además, "Apenas Hay un día de diferencia de Valencia a Barcelona, ​​y la Comodidad de los avisos de mar es mejor aquí, y para el desembarco de la reina, se el peligro tan evidente en esa playa valenciana ". Los catalanes intentaron aterrorizar a los reyes inventándose un "peligro tan evidente" que amenazaba en la costa valenciana de los Alfaques (por cierto, parece ser que en 1599 este territorio era valenciano). Respeto a la "diferencia de un día", se referían al tiempo de navegación desde la frontera del Reino de Valencia en la capital de las sardanas. Las misivas alternaban veladas amenazadas con frases poco altivas, como "suplicando humildemente" y "postrados en suspensión reales pies"; todo era válido para impedir que la ceremonia tuviera Lugar en Valencia. Los catalanas Sólo estarian satisfechos "celebrandi en ésta super ciudad de Barcelona, ​​suspensión reales bodas". Los "consejeros" tampoco estuvieron inactivos, llegando a importunar a la Misma Margarita de Austria que se encontraba atravesando el norte de Italia-acompanado por la duquesa de Gandía-, en apoyo viaje al Reino de Valencia. El 13 de enero de 1599 expresaban apoyo "mayor dolor y tristeza por verse Privados del casamiento tan deseado", rogando a Margarita para "que nos Haga la merced de interceder con apoyo Majestad (...) y no privarnos de tanta honra y honor ". Pero Margarita no quería saber nada de Barcelona, ​​y la flota de cuarenta naves de escucha navegar subasta "entraron los Alfaques, lugar del Reyno de Valencia, Donde desembarca el 28 de marzo. Aquí se vio el contento de la Reyna miedo encontrarse en tierra tan suya y tan Deseada por ella ", segun recogio González Dávila, cronista real de Felipe III. Los catalanas esgrimían un Supuesto deseo de Felipe III por casarse en Barcelona; pero no eran los únicos en usar tales argumentos. "Las nupcias reales eran organizadas meticulosamente y" el rey Felipe II dexaba acordadas que las bodas se celebrasen en apoyo Corte de Madrid " ; pero el Papa también Quero intervenir en acontecimiento tan fastuoso, por tanto, el Papado, Madrid y Barcelona fuerón rivales de Valencia. sabiamente, los asesores aúlicos cumplieron con el Papa, celebrandi Clemente VII los desposorios en Ferrara; pero FUE un actora descafeinado, al ser por delegación y sin la presencia de Felipe III e Isabel Clara Eugenia (Dávila, G.: Teatro de las Grandezas, Madrid, 1623, p. 51).
Los catalanas olvidaban la absoluta libertad de los monarcas para Escoger la ciudad que las Dier apoyo real gana. El 1 de septiembre de 1598 el moribundo Felipe II dictaba en el Escorial otro "Ordeno y mando (para) que se Haga en lo de ese desposorio lo que la emperatriz eligiera y tuviera miedo mejor" (Dávila, G.: Historia de Felipe III , p. 47). En consecuencia, el 18 de abril de 1599. la reina Margarita "hizó apoyo solemne entrada en la rica y poderosa Valencia" (p. 65). Allí esperaba el monarca y, posteriormente, con la catedral abarrotada de la aristocracia más encumbrada de Europa (los Alba, Osasuna, Orange, Médicis, Andrea Doria, Almirante de Castilla, etc.), Y, en presencia de los jurados de Valencia, Se celebra la boda real oficiada por el patriarca Nuncio.
Lerma, autoridad absoluta en Madrid
En está ocasionando, los catalanes no pudieron llevarse la gloria del acontecimiento y tampoco consiguieron que jurase el rey los fueros catalanes antes que los valencianos. Eran Otros tiempos, con un Lerma (el Duque), erigida en autoridad absoluta en Madrid y una "rica y poderosa Valencia". En aquella época, inclusive el virrey no valenciano como Juan de Ribera tenía agallas para exigir en las Cortes Generales de Monzón que nos guardasen el debida protocolo y numerosas primero al Reino de Valencia que el principado catalán. Todo ha cambiada. En este año de acontecimientos, nos Tenemos que contentar con Unos Partidos de fútbol olímpico, cedidos por la "generosidad" catalana; Aúnque todos Sabemos el precio que suponen: el mundo, mediante el trampolín televisivo, tendrá una idea clara de Cataluña como nación y unas colonias limítrofes (nosotros) sin Personalidad histórica ni cultura propia. Los colaboracionistas podrán falsear a super gusto y Decir que: "La corona catalana ha vuelto, del Roselló en Valencia, para que los turistas se quedan fascinados" ("El Tiempo", 1-6-92, p. 65). Y Lerma continuará sonriendo, satisfecho y mudo.


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