Per José Vicente Gómez
Bayarri
En
el año 2008 el Ministerio de Cultura consignó una inversión de 695.000 euros y
previó un plazo de ejecución de la obra de nueve meses. La actuación
arquitectónica que se pensó acometer tendía a la consolidación de tres sectores
de la muralla que se encuentran en estado ruinoso. El plan se basó en el
proyecto de Manuel Portaceli y Giorgio Grassi, autores de la polémica
rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto que provocó la batalla judicial y
la inejecución de la Sentencia del Tribunal Supremo por parte de la Consellería
de Cultura que dirige la popular Trini Miró.
En
los presupuestos Generales del Estado para 2010, según recoge el Diario Las
Provincias, han reflejado 374.000 de euros de inversión para proceder a
acometer rehabilitaciones en el Monumento Nacional del Castillo de Sagunto, es
decir, una cantidad ínfima que el alcalde de la ciudad calificó de
"patética y humillante".
Con
estas cantidades se me antoja que la rehabilitación integral del conjunto
arqueológico es un sueño inalcanzable. Mucho Plan Z, pero el dinero no llega
para la rehabilitación de este monumental castillo.
Visito
con asiduidad, desde hace años, sólo o con alumnos, esta impresionante
fortaleza y su entorno que refleja la historia de Sagunto e indirectamente del
histórico reino de Valencia, y no observo avances significativos. Muchos
proyectos pero pocas realidades. La desidia y falta de voluntad política es lo
que impera.
El
castillo de Sagunto se asienta sobre un promontorio de las últimas
estribaciones montañosas de la Sierra de la Calderona en dirección al mar
Mediterráneo. La ciudad se encuentra situada en la confluencia de dos
importantes vías de comunicación: la Vía Augusta que cruza el núcleo
poblacional, procediendo del norte y paralela a la costa mediterránea y la ruta
que desciende de las tierras aragonesas por la cuenca del río Palancia hacia el
territorio valenciano.
Los
restos más antiguos conservados pertenecen al recinto de la acrópolis que sitió
el general cartaginés Aníbal el año 219 a.C. Son notables las huellas de la
fortaleza construida bajo la dominación romana que han llegado a nuestros días.
El
castillo, en origen, es eminentemente de época romana. A esta época
corresponden las construcciones más significativas: el forum municipal,
vestigios de diversos edificios públicos, restos de arquitectura religiosa, la
plaza pública romana, una cisterna tallada en roca, etc. El recinto amurallado
se puede dividir en sectores y delimita numerosa construcción de la época
medieval islámica y cristiana.
En
época islámica el castillo de Morvedre fue un punto estratégico que resguardaba
la ciudad de Valencia de los posibles ataques que pudieran venir de aragoneses
y catalanes. En este período existían dos núcleos diferenciados y amurallados:
el castillo y la villa. La población acudía a refugiarse en la fortaleza cuando
atisbaban peligro. El castillo forma una especie de arco de más de un kilómetro
de longitud. En dicha fortificación se contemplan muros, torres, baluartes,
etc.
En
su recinto fortificado se superpone obra de distinta época: romana, árabe,
cristiana medieval y de época posterior. La construcción de la cimentación de
la muralla situada en la parte septentrional es del período islámico.
Numerosos
muros y torreones son de época moderna. El perímetro que se divisa de la
fortaleza de época sarracena no coincide con el asentamiento ibérico, ni con
las dimensiones del castillo romano. Actualmente, se observa que está rodeado
de murallas de épocas y estilos diferentes y en su interior se localizan vestigios
de las civilizaciones asentadas en Sagunto a lo largo de más de 2000 años.
El
conjunto del castillo de Sagunto de titularidad estatal fue declarado Monumento
Histórico Artístico Nacional el 3 de junio de 1931.
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