AUTOR: VALENCIÀ D'ELIG
(Nomes versio en Castellà · Solo versión en
Castellano)
Joan Fuster dejó para la posteridad
"slogans" propagandísticos de gran calidad que para si quisiera más
de un creativo publicitario de nuestros días. Valga como ejemplo su famosa
frase:
<< Dir-nos "valencians", en
definitiva, és la nostra manera de dir-nos "catalans" >>
Es posible que no exista otra frase más manida
y utilizada por los activistas del movimiento pan/catalanista valenciano que la
que más arriba se reproduce. Estos la repiten con tal profusión y en tantos y
tan diversos foros que uno acaba teniendo la irreal impresión de que el exíguo
(pero sumamente cridanero), movimiento pan/catalanista valenciano está compuesto
por una legión inmensa de seguidores (lo cual no se ajusta en absoluto a la
realidad político-social valenciana a la vista de los decepcionantes resultados
electorales que obtienen tales formaciones políticas en tierras de la
nacionalidad valenciana).
Ahora bien, el que el señor Fuster tuviera
dotes de buen creativo publicitario no implica que lo que él dijera tuviera que
ser necesariamente cierto.
Su falta de veracidad nacía de
una exagerada subjetividad o "esencialismo catalán" que impregnaba y
condicionaba todo su pensamiento ideológico. (El idealismo, y los ideales, no
siempre van cogidos de la mano de la verdad y la objetividad. "La burda
mentira del pancatalanismo fusteriano").
Sin entrar a pormenorizar en detalle la obra
de Joan Fuster pudiera resultar interesante plantear el siguiente interrogante:
¿ Ha sido exitoso el pensamiento fusteriano ?
Depende de lo que cada uno entienda por
"éxito".
En principio resulta objetivo decir que el
"fusterianismo" ha dado de que hablar y se ha hecho de notar. Pero
poco más.
A día de hoy, y tras ni-se-sabe cuantos
decenios que lleva ya el "fusterianismo" "dando la tabarra"
en tierras valencianas, se puede decir, con la misma objetividad y sin ningún
género de dudas, que el pensamiento fusteriano es un fracaso político-social
que no conduce a nínguna parte (excepto a la auto-marginación i al ghetto).
Ante tan desolador panorama es más que
evidente que poco ha sido el "éxito" cosechado por el pensamiento
fusteriano (algo que no quita, por supuesto, el que pueda continuar dando de
que hablar y haciéndose de notar).
¿ Cuáles han sido las razones por las que ha
fracasado tan estrepitosamente el "fusterianismo" entre los
valencianos ?
Resultan relevantes las propias palabras del
señor Fuster cuando en respuesta a la pregunta de si los "Països
catalans" son una nación, dice:
<< Si el senyor no sé qui, vol dir-li
nació a Benetússer, a mi em sembla molt bé, ja s'ho apanyaran els de Benetússer
i el senyor que ho diga. Com ja s'ho apanyarà el veïnat i m'ho apanyaré jo amb
això dels Països Catalans >>
Parece evidente que ni el señor Fuster, ni
todos aquellos "fusterianos" que han comulgado con sus ideas y se han
esforzado en hacer proselitismo de ellas, han podido todavía
"apañarse" con el "veïnat" de la sociedad valenciana.
Y es que la respuesta al fracaso
"fusteriano" es bien simple: Fuster trató de vender un
"producto" equivocado. Un producto que la sociedad valenciana no
quería, ni quiere, ni querrá comprar jamás.
Es más, el verdadero apoyo y sostén del
"pensamiento fusteriano" no viene precisamente de la mano del pueblo
valenciano, sino de la del nacionalismo expansionista catalán, para el que sí
que resultan tremendamente atractivas las cosignas del tipo: "valenciano
es sinónimo de catalán" o "valenciano y catalán son una misma
cosa".
Es un hecho, constatado tras muchos años de
activismo, que el "fusterianismo" lo único que ha logrado es fomentar
en la sociedad valenciana la animadversión y el rechazo hacia lo catalán o
hacia todo aquello que manifieste carácter pancatalanista.
Ahora bien, no todo es negativo en la obra de
Joan Fuster. Algunos de sus puntos de vista, con los debidos cambios, pueden
ser tremendamente positivos y prácticos para el verdadero valencianismo.
Así pues, tomando como referente
político-social la anterior frase del señor Fuster, en vez de preguntarle al
"veïnat" de la sociedad valenciana si está en el deseo de pertenecer
a unos ficticios "Països catalans", lo que se le debería preguntar es
si desea tener una Lengua Valenciana, de nombre "Valenciano",
distinta i separada de la lengua Catalana.
No hace falta ser muy avispado para darse
cuenta de que todos los indicadores socio-políticos apuntan a que eso es algo
con lo que sí estaría conforme el pueblo valenciano.
Por tanto, a la guisa de lo que decía Joan
Fuster, es muy probable que los que defienden un idioma Valenciano
independiente del catalán no tengan mucho problema en "apañarse" o
coincidir en este tema con el resto del "veïnat" valenciano.
La conclusión eminentemente valencianista a la
que nos conduce el pensamiento fusteriano es la de que la sociedad valenciana
tiene todo el derecho a tomar las decisiones que considere oportunas en
relación a todo aquello que le es propio y le pertenece, dejando al margen
cualquier tipo de injerencia efectuada por terceros ajenos a ella.
Si la sociedad valenciana considera (desde
hace muchos siglos), que su lengua es el "Valenciano", que ese es su
nombre correcto y que es una lengua independiente y distinta del catalán, nada
ni nadie está legitimado a ir en contra de tal convicción, ni tiene el derecho,
en base a un "cientifismo" politizado, a decidir lo contrario.
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