28.05.07
| 02:00.
El PP arrolló, quebró el maleficio del cinturón rojo, se impuso
en ciudades tradicionalmente socialistas como Torrent y Paterna.
Rita, como estaba previsto, lo apisonó todo. Es un tractor.
Rambla la ha definido como la alcaldesa de España. El PP tiene en ella un filón
de oro. Su enorme y bien grabada Cruz de San Andrés en la palma de la mano le
otorga la suerte siempre por castigo.
El PP ganó hasta en los lugares sospechosos de corrupción. El
cerebrín le ha vuelto a funcionar bien a Blasco. Delante tenían un PSOE
desnortado, trágicamente errático, con un líder que no les extrañe que en los
próximos días dimita. Carmen Alborch tampoco era la persona adecuada para
plantar cara al PP. No han estado acertados los socialistas en esta guerra.
Con dirigentes como los actuales, poco tiene que hacer el PSOE.
Pla, que estuvo brillante en los monólogos electorales, no ha visto traducirse
su avance en votos en estos comicios que han asombrado a todos.
El PP ha ganado por goleada gracias a Canal 9, la Copa América,
el tranvía y los grandes fastos, que han hecho a esta ciudad mucho más
encantadora.
Yéndole mal la cosa al PSOE, se ha repartido con el PP el
Ayuntamiento de Valencia, que ha caido en manos del bipartidismo, el duopolio.
Ni los valencianistas, ni los comunistas han entrado. Se han repartido la tela
los grandes. Cualquiera otra opción ha quedado sin agua, pan, ni sal. El
Ayuntamiento será menos democrático.
Los electores han votado partidos centralistas, de obediencia madrileña. Han negado la voz posibilidad de que un partido de estricta obediencia valenciana entrara en los círculos de poder. Ni Unión Valenciana, ni Coalición Valenciana han obtenido plaza en estas oposiciones.
Los electores han votado partidos centralistas, de obediencia madrileña. Han negado la voz posibilidad de que un partido de estricta obediencia valenciana entrara en los círculos de poder. Ni Unión Valenciana, ni Coalición Valenciana han obtenido plaza en estas oposiciones.
La gente lo ha querido así. No les ha importado que la
catalanización de Valencia avance a pasos agigantados. No ha pesado en sus
decisión la preocupante y catalanera Academia Valenciana de la Lengua que
inventaron a dúo PP y PSOE, ahora premiados con la tarta municipal.
El PP agitó el miedo al tripartito catalanista, a pesar de que
la operadora catalanista más importante la tenemos de 'okupa' en San Miguel de
los Reyes, por obra y gracia del PP y la complicidad necesaria del PSOE.
Los ciudadanos se han creído que el PP les va a salvar del
catalanismo.
El pueblo es soberano, ha elegido. Hay que respetar y acatar. A
partir de ya, que nadie se queje del imparable avance del catalanismo de manos
del PP y del PSOE.
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