Hoy llamada de Cristo Rey.[1]
La iglesia primitiva fue construida sobre un montículo de roca, donde se construyó un “martiryum” sobre su tumba, fuera de las murallas de la ciudad y, junto a la antigua Vía Augusta que atraviesa la ciudad de Valencia, donde recibió martirio el diácono Vicente a principios del siglo cuarto. En ella se veneraron los restos del mártir durante siglos.[2]
Los mozárabes valencianos y la Roqueta
Única iglesia de la Valencia mozárabe
En la época de dominación árabe, la iglesia permaneció abierta al culto cristiano y en su entorno se fueron agrupando los cristianos, los mozárabes valencianos constituyendo un arrabal fuera de las murallas que recibió el nombre de lugar de San Vicente o Rayosa.
La existencia de los cristianos mozárabes de Valencia, está documentada por distintas fuentes así
“en una de las capitulaciones del Cid con los de Valencia, se convinieron en que la guarnición de ésta, hasta la entrega definitiva, << Se compondría de cristianos, escogidos entre los mozárabes que habitan la ciudad y arrabales>>
.[3]
El Cid reestableció el culto en distintas mezquitas como la de aljama y ocho más. Igualmente en otras ciudades del Reino como Almenara, Puig y Murviedro (Sagunto), Muerto el Cid y perdida Valencia, fueron profanadas las iglesias y el culto se limitó a los antiguos lugares.[4]
Durante los 500 años de dominación muchos fueron los que otros optaron por convertirse al Islam, prueba de ello la encontramos en los apellidos de algunos moros, muestra inequívoca de sus raíces, es el caso de << los Xempeteri, Aben Vives, Sancte Marini, Aben Lop, Aben Sancho, Aben Bono, Aben Fortun, Ferriz, Aben Calbo, etc. pero otros muchos, siguieron profesando su fe y, en la entrega de llaves del rey Zayan a Jaime I , se citaban contabilizaba aproximadamente a un tercio de la población como cristiana.[5] [6] [7] [8] [9]
Los datos demuestran que durante la dominación solamente existió una iglesia abierta al culto y todo indica que fue la Roqueta esa iglesia, desmintiendo a distintos autores desde Beuter a Llorente.[10]
Extramuros
Así sabemos por las actas del martirio de San Vicente, que sus restos fueron llevados a un sitio inmediato extramuros, lo que imposibilita que fuera otra de las iglesias de la ciudad.
“Cesante perfidorum crudelitate et filelium crescente devotione, beatissimus Mártir ad sepulturae et honorifentiam inde levantus, digna cum reverentia deportatur et sub sacro Altari extra muros ajusdem Civitatis Valentiae ad quietem reponitur”
Se llevaron sus restos extramuros y se colocaron bajo un altar viene a decir..
El sepulcro original según los datos debió ser similar al de Santa Engracia en Zaragoza que es de la misma época y con igual motivo.
Los restos se encontraban en una ara o altar y en un sitio inferior, a fecha de hoy, no se ha descubierto ese lugar.[11]
El arrabal mozárabe
Tenían los cristianos alrededor del templo un barrio propio, con sus huertas y desde allí acudían a la iglesia próxima. De no ser así y no contar con el apoyo de los fieles hubiera desaparecido durante la época musulmana.[12]
Desde Alfonso II de Aragón, 1172, a Jaime I, 1238
En este año, Alfonso II de Aragón puso sitio a la ciudad y consiguió que el rey de Valencia doblara el tributo.
Entre las condiciones puestas para levantar el sitio destacamos que
“se consiguió que la iglesia de San Vicente mártir quedaría por el de Aragón con todos sus diezmos y primicias y demás derechos, para disponer de ellos a su voluntad”
. Es decir, que estaba abierta al culto pues la costumbre de los musulmanes fue no permitir la edificación de nuevas iglesias.
Así tenemos que en 1177, Alfonso II concedió al Abad Dodón y a los monjes del convento de San Juan de la Peña, la iglesia de San Vicente de Valencia, es decir que indudablemente, en San Vicente habían fieles, “que era entonces la iglesia matriz y como catedral, a cuyo prelado, que es el obispo y a su cabildo, pertenecen los diezmos.”
En 1212 Continuaba el monasterio de San Juan de la Peña en posesión de la iglesia, siendo en ese año cuando el rey Pedro
“loó y aprobó dicha donación: indicio manifiesto de que la poseía aquella comunidad en su tiempo”
Así en 1232, cuando Jaime I aún se encontraba en Monzón, y tras el pacto con el moro Zeit, y cuando ya se preparaba la conquista del Reino de Valéncia,
“... concede al Abad del Monasterio de San Victorian en Aragón aquel lugar o iglesia que había en Valencia y se llamaba San Vicente...”, “a vuestros sucesores para siempre, como heredad propia, libre, franca,...”, “... (posesiones) que por tierra, ó por mar le pertenecieran en algún tiempo, ó le pertenezcan, ó deban pertenecer en algún tiempo...” y del que se tomaría posesión tras la conquista.[13]
No hay comentarios:
Publicar un comentario