viernes, 21 de agosto de 2009

LA LENGUA VALENCIANA (II)

La fuerte colonización que el reino valenciano sufrió por parte de los árabes, ni arraso ni aniquiló la lengua de los nativos valencianos, sino que enriqueció el romance en el que se expresaban.

Citaremos aquí a Sánchez Albornoz “no se arabizó la contextura vital española, como no se arabizó la estructura gramatical de las lenguas peninsulares, no obstante la recepción de muchos cientos de vocablos árabes y la formación de muchos paralelismos expresivos”. Si en seis siglos de dominación árabe no se consiguió erradicar el romance valenciano, sino que se enriqueció con la introducción de palabras y expresiones arabistas. ¿como pudieron sustituir la lengua valenciana la presencia de mercenarios de los condados de la Marca Hispánica –1,2%- que se integraron en estas tierras? El Libro de los Avecinamientos, de los años 1387-1396, censo confeccionado por el rey Jaime I El Conquistador ha sido estudiado por la Profesora Cabanes Pecourt, estableciendo sin lugar a dudas que las concesiones de casas y tierras a dichos mercenarios fueron prácticamente inexistentes en relación a las otorgadas a otras tropas, tales como aragoneses, navarros e incluso extranjeros. Posteriormente las lecturas que se han efectuado del Libro del Repartimiento no han modificado sustancialmente este porcentaje del 1,2% de catalanes que permanecieron en Valencia una vez conquistada a los moros.

El catedrático medieval Antonio Ubieto añade “Ni siquiera el idioma era una dificultad ya que estos musulmanes habían tenido como idioma oficial el árabe, mientras que en la conversación ordinaria utilizaban un romance (se refiere al romance valenciano) que era distinto al que se hablaba en lo que conoceremos después con las denominaciones de Aragón o resto de España”.

El catedrático de la Universidad Complutense Manuel Mourelle de Lema explica que “entre las diez lenguas románicas, consideradas como tales por los romanistas, se encuentra la valenciana. Y continua “la valenciana es una lengua románica “in se et per se”, tan independiente como cualquier otra de sus hermanas en la latinidad, tomando lo dicho en que no debe tomarse como subordinada ni genética ni tipológicamente a ninguna de las neolatinas”.

Para el profesor e investigador José Vicente Gómez Bayarri “el origen directo de la actual lengua valenciana esta en la evolución del romance hablado en tierras valencianas anterior a la conquista de Jaime I, romance que fue reforzado, enriquecido y consolidado con vocablos y estructuras lingüísticas y gramaticales a lo largo de la Baja Edad Media”. Y añade “podemos pensar que los idiomas hablados actualmente en el Reino de Valencia no están en función exclusivista de los hechos conquistadores repobladores llevados a cabo en el reinado de Jaime I. Consecuentemente, el valenciano es una lengua neolatina, autóctona e independiente, derivado del romanç; que cumple las condiciones lingüísticas, sociolingüísticas y sociopolíticas, desarrollo de una brillante literatura, fonética y gramática propias, consciencia idiomática viva y generalizada, y deseo de asumir sus peculiaridades para ser considerada como idioma”.

Las “jarchas” aparecen ya en el siglo IX dentro del movimiento cultural mozárabe (mozárabe: valencianos que permanecieron dentro de los dominios musulmanes sin que, por ello, tuvieran que renunciar a su lengua, religión y cultura) siendo una de sus manifestaciones mas populares escritas en lengua romance las “moaxajas con jarcha o zejel”. Entendiéndose por jarcha una breve composición poética que es el remate final de los poemas conocidos como “muwassah” modalidad cultivada en el Al Andalus. Dichas jarchas son cánticos breves e intensos puestos en la boca de la persona que añora presencia de la amada ausente, redactadas en romance valenciano. Manuel Mourelle de Lema afirma que “en Al Andalus –Andalucía y Valencia- tenemos las jarchas, situadas al final de las moaxajas, consideradas muy antiguas, acaso alguna pueda que se remonte a comienzos del siglo XI;.... sin embargo existen fuentes dignas de todo crédito a favor de que las moaxajas se componían ya en el 900”.

El catedrático Lleopolt Penyarroja concluye su obra magna “El mozárabe de Valencia” con una frase de Henri Meier: “Nunca en ningún lugar ocurrió el simple transplante de un idioma a otro pueblo a otra población”. De nuevo Antonio Ubieto afirma “se puede afirmar sin posibilidad de error que los idiomas hablados en el Reino de Valencia actualmente no son un fenómeno de reconquista –se refiere a la reconquista del reino Moro de Valencia por Jaime I, en 1.238- En el mejor de los casos se podría sospechar que las fronteras políticas son producto de la lengua”. Y Gómez Bayarri insiste: “ya que la reconquista del Reino de Valencia debió encontrarse con las realidades dialectales consumadas; consecuentemente, es incoherente defender que fuera exclusivamente el fenómeno reconquista-repoblación aragonesa, barceloni, navarra y ultramontana la que determinara el dominio lingüístico valenciano sin tener en consideración elementos pre-romanos y románicos autóctonos, parla romanç, base esencial de la configuración definitiva de la lengua valenciana”

El Padre Luis Fullana, primer catedrático de Lengua Valenciana de la Universidad de Valencia y con sillón en la Real Academia de la Lengua Española, representado al idioma valenciano, sostuvo siempre la tesis de que “solo el estrato mozárabe configuró la individualidad lingüística de Valencia”.

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