sábado, 11 de agosto de 2012

LA GUERRA DE SUCESION (XVII)


 

Extraído de Internet

COMENTARIOS DEL DUQUE DE MARLBOROUGH, FIEL AL ARCHIDUQUE, A LA DESASTROSA DERROTA
“... Los enemigos eran mucho más fuertes que Lord Galway, produciendo por ello mucha extrañeza que se eligiese una llanura para atacarlos... este desgraciado suceso en España ha hecho retroceder todo, por lo que la mejor resolución que podemos tomar es hacer ver a los franceses que estamos resueltos a continuar la guerra para que podamos obtener una paz honrosa”.
TESTIMONIOS DE BERWICK
“Inmediatamente después de la batalla de Almansa, el Rey me otorgó las poblaciones de Liria y Jérica con todas sus dependencias. Las erigió en ducados, con el título de Grandeza de primera clase para mi y mis descendientes. Estas tierras habían sido anteriormente bienes de los hijos segundos de los Reyes de Aragón. Habiendo quedado vacante el gobierno de la provincia de Lemosin, por muerte del Conde de Auvernia, el Rey me lo dio inmediatamente, sin plazo de tiempo para mí o mis amigos para solicitarlo”.
CONSECUENCIAS DE LA VICTORIA BORBÓNICA
Tras la derrota de los partidarios del Archiduque en Almansa, se produjo toda una reorganización política y administrativa de los territorios controlados. Las regiones que habían combatido al lado del Archiduque pagaron muy pronto su apoyo al oponente de la Casa de Austria. El primer decreto de Nueva Planta vio la luz en junio de 1707, poco después de la derrota de Almansa y afectaba a los reinos de Aragón y Valencia. Esta primera medida sirvió de modelo a las restantes. Por ello la Nueva Planta no fue más que la consecuencia directa de la victoria del ejército borbónico y de la entronización de Felipe V como nuevo monarca español.
LAS RAZONES DE FELIPE V A LA NUEVA LEGISLACIÓN
Las leyes de Castilla se habían impuesto sobre la legislación foral de la Corona de Aragón y del Reino de Valencia. Felipe V aducía una “falta al juramento de fidelidad”, alegaba su “justo derecho de conquista” y castigaba de esta forma “la rebelión” con la asunción de los poderes propios que le pertenecían: “la imposición y derogación de leyes”. Una nueva forma de gobernar hacia su presencia en la persona de Felipe V. El absolutismo regio daría paso a lo que se ha dado en llamar el despotismo ilustrado del siglo XVIII.
Fuente: Investigación propia
* Reportaje que forma parte de la obra ATLAS VISUAL DE LA COMUNIDAD VALENCIANA que el diario Las Provincias publicó en fascículos en el año 1997-1998, en el que tuve el placer de colaborar como redactor y corrector estilístico. 

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