Josep E. Rico Sogorb
15 de noviembre del 2004
E sto de Maragall y la Constitución Europea está
dando que hablar. Lo último es una bomba de relojería: ahora se ha sabido por
fuentes internas confidenciales de la administración autonómica valenciana que
Maragall recibió personalmente una copia del texto de la traducción valenciana
enviada desde Valencia Ciudad, seguramente por petición propia y sin saberlo
sus socios del tripartito gobierno catalán Carod y Saura. Texto que Maragall aprovechó
tal cual literalmente -lleno de palabras valencianas que no se usan en catalán-
y al que por iniciativa propia le puso a las tapas la inscripción
"Catalunya". Tal manipulación premeditada por Maragall demuestra que
el presidente catalán falsea y usurpa documentos oficiales -la traducción
valenciana lo es-, maniobra al margen de sus socios -Carod habría actúado de
otra forma, seguro-, exhibe un desmedido afán de protagonismo, intenta
convencer de la unidad de la lengua catalana para lo que no escatima esfuerzos
recurriendo a cualquier subterfugio o maquiavélico plan y ofrece el más
bochornoso y rídiculo espectáculo que un líder autonómico se puede permitir. Su
anhelo cotidiano de mostrarse más nacionalista que sus socios y como el más
nacionalista de todos cuando pertenece aún por ahora a un partido de estructura
estatal -de momento el PSC se integra dentro del PSOE- está causando demasiados
problemas y conflictos.
El envío de la traducción valenciana a Maragall
tiene un nombre. Se llama "filtracìón" y podría ser punible pues el
"cuerpo del delito" es un documento oficial. Pero también posee una
causa: un "TOPO". La existencia de un "topo" en la
administración valenciana. La presencia de un colaboracionista "espía"
o persona de contacto. Un correveidile. Y claro, el asunto ya pasa de castaño
oscuro aumentando su gravedad -como si fuera un "Watergate pero a la
valenciana"- porque demuestra dónde llegan los tentáculos de Catalunya.
Caben dos explicaciones. O fue iniciativa personal de Maragall que solicitaría
una copia sabiendo a quien pedirla o ésta se la envió el "topo" que
tuvo acceso a la traducción valenciana de la Constitución Europea. Una de dos.
Quizá pronto lo sepamos. Mientras, hagamos memoria. ¿Quién realizó la
traducción valenciana? Pues un organismo, un ente, a petición del Gobierno
Valenciano.¿Y qué entidad tiene esa competencia, adivina, adivinanza? La
Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVLL). ¡¡El "topo" de Maragall en
Valencia está, pertenece o trabaja en dicho organismo!! A ver, a ver...podría
ser, ¡un académico! O tal vez un funcionario de las dependencias de la sede de
la AVLL. Ambos supuestos, gravísimos. Filtración ilegal, apropiación indebida
de documento público, "espionaje", manipulación, funcionario que
viola la normativa y la ética de la administración para la que trabaja y se
debe; pero sobre todo, si se demuestra, resultaría la prueba contundente y
fehaciente de que la AVLL engaña al pueblo: por un lado dice depurar y
autoctonizar el valenciano reconociendo su personalidad y por otro, de forma
secreta, trabaja por la lengua catalana, trabaja para Catalunya mediante
sucursalismo y dependencia del Institut d' Estudis Catalans. Resumiendo: el
"topo" está en la AVLL...¿o la AVLL es el "topo"? Uhmmm
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