-- Por Pere Martí y Martínez –
Por esta razón, el Rey Santiago, fue considerado el creador del ′′ nuevo ′′
reino cristiano de Valencia, y para ello, desde el primer momento, este monarca
dio: pieles, pesos, moneda, tamaños, fronteras, ejército, obispado,
privilegios, órganos e instituciones propias... marcando la base para que sus
sucesores pudieran más tarde desatar todas y cada una de sus propias e
intransferibles singularidades.
Hoy, tratados de historia y pseudo doctores profesores e intelectuales de
diversas ramas, diluir, confundir, tergiversar, carecer y igual a esta rica
realidad. Tanto es así, que por ejemplo, se niegan o huyen de forma clara y
limpia hablan de las armas primitivas y genuinas de la corona de Aragón. De los
que contemporáneamente (en su momento) representados en la Casa Real de Aragón,
en sus dominios, en sus reyes, aquellos que se reproducían constantemente en
códices, sabios, monedas, escudos, cintas, banderas, pendones, mapas,
portoleños, frescos... y que debido a la proximidad temporal, nos podrían dar
la ′′ garantía ′′ de su lealtad a su original, sin errores anacrónicos que más
adelante, y en el correr del tiempo, casi inevitablemente ocurrirán sin remisión.
Como el día en que el título de este artículo, quería lidiar con esto, las
viejas armas de la ciudad y el reino de Valencia, que parece ser uno de esos
tabúes sin explicación que excepto cuatro ratones de biblioteca (como siempre),
parece que dan urticaria a los ancianos de la comunidad científica.
Se desconoce exactamente quién fue el promotor de este escudo, aunque se
sospecha en cierta lógica que podría haber sido el Rey en Jaume quien establece
un emblema para distinguir su nueva adquisición real. Y digo en alguna lógica,
porque si antes dio como día líneas: pieles, pesos, monedas, tamaños,
fronteras, ejército, obispado, privilegios, instituciones y un cuerpo legal
completo... separando todo el Reino de Valencia de Aragón Mallorca o el Condado
de Barcelona, no es de extrañar que pudieran haber dado un emblema distintivo a
su nuevo territorio, independientemente de sus polos de oro y grana, que eran
de Aragón y por lo tanto comunes en todos los territorios el dominio inferior
del soberano Aragonés.
Se sabe y documenta, que hay un pergamino fechado el 27 de mayo de 1312 en
el archivo de la Seu de Valencia, firmado por la Justicia Penal y dirigido a la
Común de la ciudad de Génova, donde se encuentra un sagon del Se puede observar
ciudad y reino de Valencia, donde aparece una ciudad fortificada / amurallada
sobre olas de agua y leyenda: ′′ sigillum curie et Concilii Valenciae ".
Este emblema, tendría su correspondencia, en un atractivo documento ubicado
en el Archivo Municipal de la Ciudad de Valencia (AMV), donde encontramos una
orden dictada por el Concejo de la Ciudad del 10 de marzo de 1377, en donde se
reconoció explícitamente que si sólo se utilizaban las verdaderas armas de
Jaume I (dos polos rojos sobre oro), se habían utilizado a partir de sagels en
los que ′′ señales de edificios en forma de la ciudad ". (AMV. Manuales de
consejos y establecimientos 1375-1383 No. 17-Sig-A-)
El documento en cuestión nos dice: "... el consejo dijo que piensan
que los sabios de los tribunales ordinarios de la ciudad diciendo que no eran convincentes
aún debido a carteles como cascos dakells tendrían signos de edificios en forma
de ciudad..."
En realidad, el documento que nos hace entender, es una orden por la cual
el Concejo de la Ciudad quiere modificar las viejas saglets del Cap y Casal
(ciudad amurallada en olas de agua) para el verdadero escudo de la Casa de
Aragón.
Un vestigio atractivo, que según algunos es lo suficientemente incierto, lo
encontramos en las brancaladas de la puerta ojival nombrada por los Apóstoles
de la Seu de Valencia (1354-1362), donde los escudos de Aragón, de Borja, de
los Centelles, del ′′ suppost ′′ Obispo Jazpert de Botonach, de la familia
Mercader, y de la familia Escrivá entre algunas palabras. La heráldica del
Obispo Jazpert de Botonach, lo suficientemente similar en representación en la
ciudad amurallada sobre aguas, ha hecho creer a muchos investigadores o pensar
que podría tratarse de la antigua representación de la ciudad de Valencia. Los
eruditos de Atres al contrario, lo consideran un escudo de linaje.
Independientemente de esta anécdota, hay que decir; que la extensión de la
heráldica de la ciudad amurallada en aguas se produjo en todo el reino, y
muchos pueblos y ciudades del norte al sur, lo agregaron en sus blasones, interpretando
en su modo y tal vez sea por esto que la proliferación de torres, castillos,
torres, arcos y muros se generó en muchos adarges, como por ejemplo: Alicante,
Almenara, Gandia, Oropesa, Xixona, Guadalest, Masalfassar, Dénia Castalla,
Serra, Vilamarchant, Ondara, Ibi, Morella, Elda, Benissa, Calp, Sogorp, Petrer,
Ontinyent, Alcoy, Castellón, etc. Por lo tanto, podemos comprobar cómo la
conexión con el hogar y ancho de nuestra geografía entre el Cap y Casal, y los
lugares reinantes restantes era significativa y suficientemente evidente.
Es de 1377, cuando el escudo cairón (romboidal) coronado por la verdadera
gracia que el rey Pedro II ′′ El Ceremonioso ′′ creció en la Ciudad y Reino de Valencia.
Y es entonces cuando los dos elementos heráldicos se combinan, alternando y
coexistiendo casi simbióticamente. En una normalidad increíble.
Lo curioso de esto, es que cuando la heráldica de la ciudad desapareció
sobre el agua en el cairón coronado, encontramos cómo este signo de primigenia
perdura en el tiempo. Siendo utilizado en multitud de ocasiones por representar
a la ciudad y el reino de manera interesante durante los siglos XIV, XIX y XIX.
Recuerde que: "... el dicho Ciudad es jefe del Reino Mayormente..." y
por lo tanto, las armas de la ciudad (de Valencia) y el reino (de Valencia),
son coincidentes.
Es muy intrigante comprobar cómo el emperador Charles V o reconocidos
heraldistas y reconocidos entrenamientos, artistas conocedores de armas reales
y distintos blasons de los territorios europeos, formas y cromatismos de escudo
tanto del este como del oeste, hombres de corte y hombres ilustrados, literas,
cartones, cartones, cronistas, etc. ¿Prefieren recuperar una heráldica vieja y
prácticamente inutilizada, a un atractivo o tal vez no? ¿Podría ser que la
ciudad amurallada en el agua... también era válido?
Las razones exactas y los porques de todo esto, hoy en día son
desconocidos, podemos elucubrarnos en aspectos estéticos, ornamentales, por
razones antigüedades, de violencias de barroquismo... o podemos pensar en
hombres prácticos, que quieren reflexionar claramente que querían, huyendo del
aspecto externo y de la apariencia anfibológica sufrida por el escudo aragonés,
por ser muchos estados que tenían y compartían armas, en el momento de tener
también varios significados heráldicos diferentes.
Muchos han sido los trabajos impresos, grabados, sabios, blasones,
banderas, tamaños, ilustraciones, que han reproducido estas armas viejas y
valencianas. Y muchas de estas obras han sido mapas y cartas geográficas que
fueron impresas, difundiendo la mayoría de ellas fuera de nuestras fronteras, por
tal razón, actualmente todavía sigue siendo principalmente obras desconocidas
para eruditos, heraldistas e historiadores, ignorando en este caso específico,
que blasón o escudo dirigido o tenido el honor de representar a nuestra nación.
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