AUTOR: BALTASAR
BUENO
Las
conversaciones se desarrollaron antes y después de la manifestación
valencianista del 13 J de 1997. El objetivo era cómo montar una Academia de la
Lengua que gustara, su gran preocupación, a Jordi Pujol y, al mismo
tiempo, a valencianistas y catalanistas.
El problema
de Zaplana era, sobre todo, convencer a los valencianistas, del embolado que el
se iba a meter, en este caso a Xavier Casp. Arguyó que la Academia nacería de
un dictamen que haría el Consell Valencià de Cultura donde se hablara de la naturaleza
de la lengua, su fonética y ortografía.
Hábil
negociador y seductor, Zaplana se llevó al huerto a Xavier Casp y logró que
Unión Valenciana votara a favor de la creación de la Academia Valenciana de la
Lengua en las Cortes Valencianas el 17 de septiembre de 1997, cuatro meses
después de que por las calles de Valencia medio millón de personas dijeran no a
la pretendida Academia que iba a catalanizar la lengua. Al PP, su partido,
simplemente se lo ordenó.
No se
percató Xavier Casp, entonces decano presidente de la Real Academia de Cultura
Valenciana, que al aceptar la propuesta Zaplana, reconocía en el futuro como
autoridad lingüística a la Academia Valenciana, en detrimento de la autoridad
moral e histórica de la Real Academia que presidía.
El truco de
Zaplana hizo caer también en la trampa a Unión Valenciana, que prestó su voto y
asentimiento a que se perpetrara tamaño atentado contra la Lengua Valenciana.
No se opuso, ni se abstuvo, al menos testimonialmente, para que quedara para que
quedara para la historia su oposición al estrago. Como siempre, UV ha ido muy
unido del brazo del PP, sin personalidad propia.
Los votos
de PP y UV entraban en contradicción con su presencia en la manifestación del
13 J que clamó a favor de las normas de la Real Academia de Cultura Valencia y
en contra de la creación de una autoridad lingüística catalanizadota,
dependiente del Institut d´Estudis Catalans, que es lo que al final está
resultando.
Por una
parte, PP y UV hacían creer al pueblo valenciano que estaban por el
valencianismo y, por otra, hacían todo lo contrario en las negociaciones y
votaciones en Cortes. Estaban traicionando el sentimiento y la realidad de un
pueblo.
En
concreto, las Cortes aprobaron que "el Consell Valencià de Cultura
dictamine, asentado tanto en fundamentos científicos como históricos respecto
de las cuestiones lingüísticas".
Conocido el
hecho, el presidente del Grup d´Acció Valencianista, Juan García Sentandreu,
y el abogado José Manuel Ricart Lumbreras solicitaron reunirse con Santiago
Grisolía, presidente del CVC, quien les recibió, pero acompañado de los
consejeros catalanistas Bas y Morera.
A Grisolía
le cantaron las verdades del barquero, advirtiéndole que la lengua no era
objeto de pacto y no se podía violentar la naturaleza de las cosas y que el
valenciano es patrimonio exclusivo del pueblo valenciano.
Fueron
llamadas a consulta distintas asociaciones, entidades e instituciones,
abundaron las catalanistas, las que no reconocen la Lengua Valenciana.
Recogieron la opinión de los consultados.
Joaquín Calomarde y Esteban González
Pons se reunieron con Ramón Lapiedra y Manuel Sanchis Guarner
para pastelear el borrador del dictamen. González Pons fue designado por Camps
y Zaplana para hacer el trabajo sucio del PP en este cambalache y fue el autor
espiritual y material del lenguaje con que se disfrazó idioma catalán y países
catalanes en el informe, dada sus querencias en esta materia.
Los
catalanistas sugirieron y los del PP apoyaron que la Academia no se llamara de
la Lengua Valenciana. Por ello no tiene nombre concreto, nos e sabe si es de la
lengua alemana, inglesa o mapuche el engendro que pretendían crear.
El dictamen
abría la puerta grande al catalán, pues aceptaba que oficialmente se le llamara
valenciano a la lengua, pero que esta denominación no era "excluyente
de otras, avaladas por la tradición histórica valenciana".[*]
La vendida
del PP no pudo ser mayor, aceptaba como tradición histórica la denominación de
lengua catalana. En su dictamen avanzó más el catalanismo al decir que "el
valenciano forma parte del mismo sistema lingüístico que los correspondientes
Estatutos de Autonomía de los territorios hispánicos de la antigua Corona de
Aragón reconocen como lengua propia".[*]
[* Nòta de
l'administraor: Conforme als critèris catalanistes/catalanisants del CVC]
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