Per
Juan Vanrell Nadal
Som un mox escaldat. Años atrás, la
creación del Instituto de Estudios Baleáricos me había "henchido de
gozo". Hoy no me fío. ¿Será una trampa perversa o una nueva traición al
mallorquín? ¿Será la patraña vil para sellar definitivamente que el balear es
catalán? ¿Será una bendición o una maldición? Me hago estas preguntas basado en
lo que está sucediendo en Valencia. Aunque existía la antigua y prestigiosa
R.A.C.V., depositaria auténtica de la Lengua, Historia y Cultura del reino de
Valencia, Zaplana creó en 2001 la Academia Valenciana de la Lengua. Vendió el
invento como panacea definitiva y "consensuada" del conflicto
lingüístico. A los "valencianistas" les aseguró que el nombre de
valenciano era incuestionable: lo dice el Estatuto. A los
"catalanistas" les prometió que era intocable la ley del "us del
valencià". Esta ley hace oficial el "valencià normalitzat", el
catalán unificado que se habla por igual en Cataluña, Valencia y Baleares.
(Lerma y Ciscar, nov. de 1983). Es decir, dejó a todos contentos; pero, ben
fotut al pueblo valenciano.
La A.V.L. va demostrando que su creación fue una estratagema política. Zaplana
pensó que dando cuotas partidistas de representación y sueldos millonarios
tendría sumiso al cotarro pancatalanista. Dócil lo ha tenido, pero inamovible
en su obcecación (bien pagada) de que valenciano y mallorquín son variantes
dialectales del catalán. Para ellos, la historia no es la que es, sino la que
ellos quisieron que fuera.
El 19 de enero los señores Marí, I.E.C.,
y Luzón, U.I.B., en Canal 33 vinieron a repetir lo que Ciscar, ex conseller de Educación,
Lapiedra, ex rector universitario, y Palomero, vicepresidente de la A.V.L., ya
habían expuesto días antes en el Aula Magna de Valencia: la importancia,
prestigio y supervivencia del valenciano y del balear dependían de su unidad
incuestionable con el catalán. Su escisión sería nefasta. (¿Nefasta para
quién?) Como soy duro de mollera quisiera que me explicaran cómo suprimiendo el
valenciano y el mallorquín van a ser más conocidos y reconocidos.
¿Desapareciendo serán lenguas más prestigiosas y duraderas?...
Si el Instituto de Estudios baleáricos ha
de seguir los dictados de las autoridades catalanistas, será una verdadera
maldición para las Baleares que perderán para siempre su lengua. Su alma. Una
lengua, dulce, bella y musical, hecha por sus propios habitantes a través de
miles y miles de años. Esto sí que sería "nefasto" para la cultura
balear.
Ahora bien, si este I.E.B. comienza a
corregir los errores que por ignorancia, desidia o interés se han dado en
nuestras maravillosas islas, entonces será una gran bendición. Los errores
deben corregirse. En una carta pública al Sr. Matas, que la prensa mallorquina
ha honrado con su silencio, contaba que el calendario romano corrigió un error
de cálculo en 1582. Hay un caso curioso en la biografía de Santa Teresa de
Avila. Murió el 2 de octubre y fue enterrada al día siguiente. Este día
siguiente era el 15 de octubre, debido a mencionada corrección.
Será una bendición si defiende la verdad
histórica de que catalán, valenciano y balear desde un mismo sustrato lingüístico
milenario han elaborado su propia y personalísima habla. Por esto valencianos y
mallorquines hablaban su lengua romanç valencià y romanç mallorquí, lo llama el
doctor medievalista Gómez Bayarri, cuando los reconquistó Jaime I. Los
mozárabes no eran mudos.
Si de verdad se vuelca en nuestra
historia real (no la inventada), entonces el I.E.B. será una verdadera
bendición para el pueblo balear, tan pacífico, tan honrado, tan confiado, tan
antiguo, tan noble, tan sufrido. El Sr. Matas merecerá para siempre un puesto
de gratitud en el corazón de cada buen mallorquín. En esta línea tendrá todo el
apoyo de la Academia de la Lengua Balear. Yo, personalmente, cada día estoy más
enamorado de mi tierra.
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