Por Ricardo García Moya
Las Provincias 7 de
Diciembre de 1998
Dicen
que la voz buque, la cerveza y el
"cagalaire" del Belén proceden de Cataluña. Mi enhorabuena por el
ecológico acuclillado, perfecto símbolo del noble principado. Respecto al vocablo,
aunque lo defienda el Dr. Corominas en su DCECH, todos saben que proviene del
antiguo francés buck y sus parientes
germánicos bauch, bukr, etc.
Polisémica palabra a través de la historia, sirvió para designar el vientre, la
colmena y el casco de las naves; aunque no navío o barco. Todavía en 1726, el
Diccionario de Autoridades sólo conocía buque como equivalente al "cóncavo
de la nave y su capacidad interior"; por lo que las lenguas románicas
españolas no dispusieron del vocablo buch
o buque, como sinónimo de "barco adecuado para empresas marítimas de
importancia", hasta bien avanzado el XVIII.
Así
lo aceptábamos -igual que la cerveza neolítica y el cagalaire- hasta que la
silueta del barroco buch que navegó
por las aguas de la lengua valenciana despertó la duda. Alguien dirá que es
invento de la Real Academia de Cultura Valenciana, pero creo que ningún miembro
de la misma -incluso don Xavier Casp- vivía en 1687, año en que el poeta Ramón
González escribía: "Quin encontre tan
galà/ mire entre el buch y la
penya". Traducido, sería: "Qué encuentro tan galante/ observo entre
el buque y la peña". Los versos
pertenecen a unas décimas "valencianas', en alusión a la lengua usada y no a que
fueran distintas de las espinelas
castellanas.
La
prosopopeya permite a este valenciano de Elche
-como él declara- fingir una conversación entre el buch y la penya, de
igual modo que Fray Luis de León y Quevedo hicieron hablar, respectivamente, al
Tajo y a un mármol sepulcral. EI poema trata sobre el jesuita Azpilicueta (conocido
posteriormente como San Francisco Javier)
y sus viajes por Ceilán y Japón en 1548; temerario derrotero que sólo un navío
adecuado "para empresas marítimas de importancia" podría cumplir.
Estos barcos serían Ilamados buques en las lenguas románicas españolas, aunque
la valenciana se anticipó a todas en casi un siglo. EI sustantivo buch aparece en el verso dos, y hasta
el veinte no encontramos el sinónimo: "obedient li obri les portes/ a la
nau de par en par" (Sacro Monte Parnaso de las musas. Valencia 1687, p.
80). La peña o islote abre metafóricamente las puertas del mortal bajío, para
que la nave o buque de Javier prosiga su rumbo evangelizador.
Esta
pronta aparición de buch como navío
se encuentra acompañado por otros vocablos vetados por la
inmersión. EI poeta Ramón González nació en 1636 en Elche, ciudad cercana a las canteras de caliza metamórfica, cuya
voz valenciana da en el libro. Las románicas peninsulares habían hecho sus
particulares corrupciones de la latina marmor,
desde el medieval márbol al
definitivo mármol, siendo mabre la
palabra singular valenciana: "en mabre
escrita" (v. 24). Estas voces legitimadas por siglos de uso en el lenguaje
culto -Ramón González no era pintor de abanicos, sino licenciado y latinista-
son despreciadas por los etimólogos castellanos y catalanes que, perdiendo
estribos, Ilegan a tildar de falsarios a quienes documentan su existencia. En
el DCECH, Corominas acusó al fallecido Llombart de mentiroso al "admitir palabras y acepciones inexistentes"
como mabre en su diccionario
valenciano.
En
el libro de 1687 tenemos más voces inventadas -según la inmersión por Escrig y
Llombart en 1887, o por la Real Academia Valenciana en 1997: "parlaré ab claritat"; "el que es guarda
ha de velar, si vol alcançar
vìtoria"; "lo contrari obrí brecha";
sense tregües"; "cada Ilum
una flecha"; "cor sancer"; "com fabula"; "borró en lo paper"; "ab purea"; "este fet"; "no cego, que te vista"; "dos maneres"; "anar a pendre"; "dels Angels rachant":"a la placha arribá"; "en
les conches"; "partixques peres"; "a colps"; "va Ilancar"; "fulles de cuadern"; "el
destre cirujá"; "yo vullga fer"; "en aigua nadant"; "el chino os tanca les portes";
"es derretix plorant;
"tota tempestat";"el ga- gant"; "el Micalet"; "abre polit"; "triunfant contra el Infern";
"desparassen caravines";
"lo amparava Deu";
"en lo arenal", etc, etc.
Léxico
de trescientos once años de uso -por lo menos, pues la mayoría está documentado
en el medievo y dice el Institut d'Estudis Catalans que es inventado o
corrupto. Obedientes y a sueldo, el tercio de Cataluña enquistado en la
Generalidad valenciana ha sustituido las anteriores palabras por arcaísmos y
catalanismos impuestos por el
IEC: claredat, vetllar, bretxa,
treva, fletxa, sencer, faula, esborranc, puresa, aquest, cec, dues, prendre,
ratxant, platja, conquillas, parteìxques, cops, Ilencar, fulls, cirurgià, jo
vulga, nedant, xinès, fonia, tempesta,
gegant, Miquelet, triomf, carrabina, emparava, sorral, etc.
Ahora,
donde nació Ramón González, la Universidad de Elche catalanizada aba initio
destruye la lengua centenaria. En los diccionarios de los niños ilicitanos, la
locución ¡Habla cristiano! de los
mesetarios ha sido sustituida por "iParla
clar i català!" (Pasqual, V.: Diccionari GREGAL, Valencia). EI tiempo en que los "buchs" del Reino
surcaban desafiantes la arbolada mar léxica ha pasado. En diciembre de 1998
sólo hay "navilis" del IEC pagados con nuestros impuestos.
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