Juan Ferrando Badia
Coincidimos plenamente con
Julián San Valero cuando afirmaba que "el romanismo, el islamismo y el
medievalismo neocristiano se combinaron en la estratificada sociedad del nuevo
reino" creado por Jaime I, dando como resultado "la valencianidad".
A pesar de que las polémicas en torno a la identidad valenciana han amainado,
todavía ciertos sectores políticos y culturales de la actual Comunidad
Valenciana vienen manteniendo, implícita o explícitamente, una interpretación
no autóctona de la historia del pueblo valenciano.
Los partidarios del hecho diferencial
valenciano sustentamos que el antiguo Reino de Valencia -a pesar de las
influencias recibidas tanto aragonesas como catalanas, a partir de 1238- tiene
una superestructura cultural típica que es reflejo de realidades geo-socio-históricas
propias, y que sirve para diferenciar el cuadrante valenciano de las demás
tierras hispanas.
A tenor de nuestro criterio, afirmar que a
realidades socio-históricas "diferentes" corresponde una
"idéntica" superestructura cultural, es dar la espalda a las
enseñanzas de la antropología social y ser ciego a las realidades socioculturales
circundantes.
Las diversas definiciones de cultura que nos
brindan los antropólogos sociales coinciden en afirmar que toda cultura, si
quiere ser auténtica, ha de reflejar la realidad de la que emerge.
De esta manera, las ideas, imágenes, o
imaginaciones de la realidad que un miembro de la sociedad se hace, al ser
compartidas por los "otros", se independizan de su individualizado
creador, se socializan.
Los influjos del territorio, del mar, del
clima y del sol son evidentes en algunas de las diversas formas culturales
(literatura, poesía y pintura) valencianas.
Las coordenadas fundamentales sobre las que
se asienta la superestructura cultural valenciana, y especialmente una posible
interpretación autóctona de nuestra historia, pasa, entre otros factores, por
el hecho de su infraestructura económica.
Los supuestos economicos
Tanto la herencia del pasado y las múltiples
influencias socio-culturales que han conformado la realidad sociológica del
pueblo valenciano, así como la lógica del desarrollo de su economía, han creado
una estratificación social y un tipo de comportamiento económico,
socio-cultural y político claramente diferentes de los de Castilla, Cataluña, y
otras regiones de España.
En este sentido, en la realidad
socio-cultural del histórico Reino de Valencia, han confluido, configurándola,
una serie de factores: la historia romana, la multisecular de los antiguos
reinos de taifas valencianos, las corrientes de emigraciones castellanas y
otros de parecida importancia.
Los supuestos
socio-poblacionales
En relación con la cuestión que estamos
apuntando se halla la estratificación socio-cultural característica del antiguo
Reino de Valencia, o simplemente de Valencia, y con ello guarda estrecha
conexión lo expuesto por Adlert Noguerol, cuando dice que los elementos étnicos
que integraban la población valenciana en la época anterior y posterior al rey
Don Jaime eran muy heterogéneos: "D´una banda els moros -dit este vocablo
en l’amplia accepcio dels que professaven la fe musulmana-, els quals es componien
de diversos elements com els originaris d’Orient, pero sobre tot, els diferents
grups procedents de l’Africa.
D’atra banda estaven els descendents de la
poblacio hispano-romana-visigoda que s’havien convertit al mahometanisme, i que
son el coneguts per muladies. D’atra banda els hebreus fldels a la seua fe. I
per atra banda els descendents de la poblacio premusulmana que havien conservat
la seua religio cristiana, coneguts per moasaraps...; en quant als
conquistadors que se’n quedaren, tambe era molta l’heterogeneitat, perque, a
mes dels procedents dels estats de la Corona d’Arago, en primer lloc, én
predomini notori dels aragonesos, n’hi havia tambe de diverses procedencies
d’atres pobles hispanics.
I, flnalment, estaven els de diferentes punts
d’Europa, atrets per les indulgencies, que a la conquista donava el carácter
que tenia de creuada, sense que, clar, es desinteressaren pel boti, que els
corresponia".
En conclusión, nuestro peculiar
"substratum" económico y socio-histórico es el que ha condicionado el
nacimiento de nuestra particular "cultura" valenciana, y ésta, es
decir, "el conjunto de características históricas, culturales y económicas
comunes" (ver el art. 143 de le Constitución) es la que legitima al Pueblo
valenciano para ejercer "el derecho a la autonomía" y a "constituirse
en Comunidad Autónoma".
..:Diario de Valencia:..
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